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Decálogo para preservar amistades

Recomendaciones para preservar amistades en medio de este agitado debate por la paz y por quienes habrán de gobernarnos en los próximos años (puede imprimirlo y plastificarlo).

Rodrigo Lozano Vila , Rodrigo Lozano Vila
23 de mayo de 2017

Me encontré con un amigo que no veía hace tiempo. Con un café en la mano y a los pocos minutos de iniciar la charla, el personaje trazó una clara línea ideológica y política en torno a los acuerdos de La Habana, al gobierno actual, a la forma como se estaban implementando los acuerdos y a su predilección política para las próximas elecciones. Lo que todavía no era una discusión pues estaba "sentado en la palabra" iba tomando un tono particular, el café se puso amargo.

En tono amenazante me advirtió que si yo no coincidía con el nuestra amistad podía peligrar. Terminé rápidamente mi café, desvié la conversación hacia temas familiares y minutos después terminó el encuentro.

Estoy convencido que es muy poca la gente que no quiere la paz en este país.

El debate gira entorno a la forma como se negoció la paz, la firma de los acuerdos y los mecanismos para su implementación.

La poca diferencia entre el Si y el No reflejada en la urnas, cuando se consultó a la ciudadanía sobre la refrendación de los acuerdos de La Habana, muestra un clara polarización del país entorno a este tema.

Esta misma polarización se ve claramente reflejada cuando nos acercamos al debate político de 2018.

Los Colombianos esperamos pacientemente durante años la negociación entre el Gobierno y las Farc (la paz no se hace en un día) y una vez se firmó y acordó la paz, la mitad de los votantes (no del país) aceptó los acuerdos y la otra mitad los rechazó. Vale la pena constatar el triste hecho de que mucha gente no leyó el texto del acuerdo de la Habana y su impulso electoral se basó en muchos casos en los temores infundados por uno y otro sector.

Gústele o no a la gente, los acuerdos de paz alcanzados en La Habana que reflejan lo discutido y acordado durante años de negociación entre dos bandos en conflicto, un Estado y un Grupo Insurgente, son una realidad. Insisto, la paz no se hace en un día. Una vez firmado un acuerdo para poner fin al conflicto inicia un difícil camino hacia alcanzar la paz y la paz no se hace sola, se construye.

Un hecho : El acuerdo de La Habana es el resultado de como un gobierno, elegido inicialmente por cuatro años y re elegido posteriormente por otros cuatro años, con un mandato de alcanzar esa paz, logró desarmar y desmovilizar a un grupo guerrillero que llevaba más de 50 años en la insurgencia.

Una suposición : Con la claridad que da el retrovisor, algunos dirán que la forma de acabar con las Farc hubiera sido sometiéndolos con el poder y la fuerza del aparato militar.

Y así, con acuerdos firmados, y la voluntad de un pueblo de alcanzar la paz nos encontramos nuevamente divididos.

Son muchos quienes con argumentos sólidos y en diversas tribunas exponen sus ideas y sus teorías. Podremos o no estar de acuerdo. Esta es la esencia de la democracia y el debate alimenta sanamente la discusión, trae ideas nuevas a la mesa e instruye a la gente para que pueda tener una opinión formada.

Otros, avivan el debate desde la ignorancia, la pasión y la desinformación, confundiendo a los demás y avivando peligrosamente la llama del debate. Las redes sociales son una cómoda tribuna desde donde es fácil lanzar la piedra y esconder la mano, vociferar airadamente usando mayúsculas, y destrozando al opositor, con la comodidad de no tener que darle la cara. Se imagina usted haciendo las mismas afirmaciones con 50 personas al frente y a viva voz ?

Es así como para poderme volver a tomar un café con mi amigo, preparé este decálogo de recomendaciones para preservar amistades en medio de este agitado debate por la paz y por quienes habrán de gobernarnos en los próximos años (puede imprimirlo y plastificarlo).

1.Haga afirmaciones sobre hechos ciertos, no sobre suposiciones.
2.Si va a sentar doctrina sobre algo, asegúrese de haber leído y conocer del tema.
3.Si milita en un partido, es adepto a un lider político o tiene definida su predilección por un posible candidato comparta respetuosamente sus ideas no las imponga. Convencer es un arte, imponer no lo es.
4.Trate de convencer con hechos y argumentos, no con suposiciones y temores.
5.Respete el uso de la palabra y deje hablar a los demás.
6.No contamine sus grupos familiares y sociales con discusiones políticas y mensajes indiscriminados. Si se presenta la oportunidad para realizar un debate sea usted quien lo modere. Genere una oportunidad para una buena discusión.
7.Si quiere participar activamente en el debate y socializar sus ideas, defina una estrategia seria de difusión. Un adecuado uso de las redes le puede ayudar. Un mal uso de estas lo puede destruir.
8.Si va a usar las redes sociales y el WhatsApp hágalo de la misma manera como si tuviera a su público y a sus contradictores en frente. Salirse de un grupo de WhatsApp sin excusarse previamente es como abandonar el salón y botar la puerta.
9.Procure informarse a través de los medios periodísticos serios y tradicionales. En la red abunda la noticia falsa y la información tendenciosa.
10.Si ve un comentario que le moleste y quiere responder, hágalo, pero de manera pausada. Los dedos van más rápido que la mente.

La paz empieza por casa.