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El desarrollo del Parque San Rafael está suspendido por una orden judicial. | Foto: Guillermo Torres

BOGOTÁ

Los proyectos de la recta final de Peñalosa

La desaprobación del POT dejó varios proyectos de la administración Peñalosa en el limbo. Pero las próximas semanas serán determinantes para el futuro de otras iniciativas clave.

1 de diciembre de 2019

El alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, alista las últimas decisiones de su gobierno que determinarán el futuro de algunos de sus proyectos insignia.

La caída del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) dejó a la administración sin algunos instrumentos para el desarrollo de varias de sus iniciativas. Sin embargo, otras entran en la recta final para determinar su viabilidad.

A estas últimas semanas Peñalosa y su gobierno llegan un poco más fortalecidos. La nueva medición de Bogotá Cómo Vamos mantiene cifras bajas en algunos indicadores, pero el cambio en la tendencia y la mejora en muchas de ellas han entusiasmado a la administración, incluso después de las duras jornadas de protestas. Sin duda, el contraste entre la gestión del alcalde Peñalosa y su estilo de gobierno generó diferencias con la ciudadanía y la oposición en gran parte de su mandato. Sin embargo, algunas cifras de la encuesta y otros datos económicos aflojaron la tensión. (Ver recuadro)

Ahora, para cerrar su mandato, la Alcaldía hace sus últimos ajustes para sacar adelante algunos de sus proyectos insignia. Lo hace tras la suspensión judicial del TransMilenio por la Séptima y la frustrada venta de la ETB, pero también después de haber dado el primer y definitivo paso del Metro. ¿En qué van esos proyectos?

El POT que no fue

La desaprobación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) dejó en el limbo varias iniciativas de esta alcaldía. Por un lado, dos megaproyectos que buscan generar suelo para la capital: Ciudad Río y Lagos de Tunjuelo. El primero es el desarrollo de cara al río Bogotá, en más de 80 kilómetros de límite que tiene con la capital. La iniciativa tiene su fundamento en la entrada a operar de la planta de tratamiento de aguas Canoas, con un inversión superior a los US$2.000 millones. Esa obra será adjudicada el año entrante. Ella recuperará las aguas del río y abrirá la posibilidad de hacer desarrollos inmobiliarios y de equipamientos públicos que podrían ascender a más de $1 billón. Por ahora, el proyecto quedó a la espera de la definición del POT de Bogotá para determinar el área que se puede construir cerca de la ribera. Y también en la otra ribera del POT, que corresponde a los municipios de Cundinamarca, pues el río marca la frontera entre el distrito y el departamento.

El segundo –Lagos de Tunjuelo– requiere medidas del POT, pues existe un debate muy fuerte sobre la explotación minera que hay en la zona donde está un batallón del Ejército y cerca la cárcel La Picota, al sur de Bogotá. Allí hay licencias de explotación minera y la iniciativa busca un desarrollo para recuperar esas operaciones históricas y permitir el cierre de las minas. Para ello se requieren decisiones que estaban en el Plan. El proyecto incluye construir más de 70.000 viviendas y una inversión superior a los $550.000 millones.

Otros proyectos

Además, dos iniciativas tratan de salir adelante, en medio del empalme y las decisiones de organismos de carácter nacional. Una es el Sendero de las Mariposas, un recorrido de 70 kilómetros, con otros 35 kilómetros de accesos que han hecho las personas de forma natural por los cerros orientales. Comienza en la calle 200 al norte de la ciudad y va hasta la localidad de Usme en el extremo sur.

Para algunos se trata de un exabrupto ambiental. Sin embargo, para la administración se convierte en la oportunidad de hacer recorridos sobre 80% del trazado ya elaborado por los caminantes y visitantes, y el 20% restante con las conexiones para hacer los pasos.

La Vieja, La Aguadora y El Silencio son ejemplos de senderos existentes pero de poco uso por temas de seguridad, desconocimiento y falta de servicios. Este es uno de los proyectos que más distancia a la administración entrante con la saliente.

Está pendiente la audiencia para que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) entregue la licencia ambiental y la Alcaldía aspira a que este proceso culmine en los próximos días.

Según el secretario general de la Alcaldía, Raúl Buitrago, “si en el mes que queda alcanzamos a sacar la licencia ambiental, queremos trabajar con el gobierno nacional para que con el batallón de ingenieros logremos dejar hechos los convenios para que ellos ejecuten el proyecto. Serían las Fuerzas Militares creando servicios de infraestructura ecológica”. La obra tiene un valor cercano a los $230.000 millones.

Y el otro es el Parque San Rafael, un proyecto que incluye 11 kilómetros de senderos cerca al embalse de San Rafael al oriente de Bogotá y jurisdicción del municipio de La Calera, en terrenos de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). La iniciativa tiene una inversión que supera los $130.000 millones, pero además incluye en el futuro un sistema de cable aéreo que conectará a La Calera con Usaquén. Servirá no solo para turismo sino también para la movilidad de quienes viven en ese municipio cundinamarqués y trabajan o estudian en la capital. El cable tiene un valor de $405.000 millones.

Un juez, sin embargo, ordenó detener las obras ante una acción popular del sindicato de la EAAB y algunos habitantes de la región porque al parecer no cuenta con un Plan de Manejo Ambiental vigente. La ciudad está a la espera de una determinación definitiva del juez y su desarrollo quedaría en manos de la alcaldía de Claudia López.

Esta será la carrera de aquí a final de año para la saliente administración de Peñalosa.

Las cifras

Radiografía de la Administración Peñalosa en datos de Bogotá Cómo Vamos y de información económica nacional.

En la más reciente encuesta de Bogotá Cómo Vamos, la imagen del Alcalde llegó a 29%, mientras la desfavorable fue del 71%. Sin embargo, la favorable fue 13 puntos porcentuales más que la que registró en 2017, cuando llegó a apenas 16%.

Para 37% de los ciudadanos en Bogotá, las cosas van por buen camino, frente a 34% de 2016. Los más optimistas son los jóvenes de 18 a 25 años, con 43%, cuando hace cuatro años registraban 35%.

El índice de pobreza multidimensional más bajo de la historia: llegó a 4,3%: 114.000 personas superaron la condición. Se crearon 90.000 empleos en la rama de construcción (edificaciones y obras civiles), cuando su meta eran 66.000. Bogotá crece desde 2017 por encima de la tasa de crecimiento de la Nación. Se explica porque las obras civiles crecen a doble dígito hace más de 10 trimestres. 3.180 obras y/o frentes de obra activos. 70% de ellos en zonas de estratos 1, 2 y 3. El resultado más alto entre las ciudades capitales en el índice de desempeño municipal, con 70,6.