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Ante Dios, el pueblo “y mis ancestros y ancestras” juró la vicepresidenta Francia Márquez. Sin duda, ella fue una de las protagonistas de la jornada. Además de esta dignidad, tendrá el cargo de ministra de la Igualdad. La otra protagonista de la posesión del presidente Gustavo Petro fue la espada de Bolívar.
Francia Márquez, más que una figura decorativa, buscará ser crucial para el nuevo Gobierno. | Foto: césar carrión-presidencia

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Francia Márquez: la vicepresidenta que promete no ser de adorno

Todo apunta a que la líder ambiental será una figura con voz, voto y poder dentro del Gobierno, desafiando la imagen “decorativa” que históricamente le ha correspondido a la Vicepresidencia.

14 de agosto de 2022

“No seré adorno”, fue lo que Francia Márquez repitió, una y otra vez, cuando fue escogida por Gustavo Petro como fórmula vicepresidencial. Ahora, como vicepresidenta de la República, la lideresa caucana busca una participación importante en el Gobierno, en la que sus aliados sean parte de la apuesta de cambio que propone el recién posesionado presidente.

Según la Constitución Política de Colombia, el vicepresidente o vicepresidenta de Colombia solo tendrá una función específica: reemplazar al presidente las veces que sea necesario y, en caso de falta absoluta, como muerte, renuncia aceptada o incapacidad física, asumir el cargo hasta el final del periodo.

Si así lo quiere, el presidente también podría confiarle una misión o encargo especial. A su vez, podría asumir cualquier cargo en la rama ejecutiva. Sin embargo, si el presidente sale del país o se ausenta, el vicepresidente no puede ser nombrado ministro delegatario.

Por esta razón, las críticas a la figura vicepresidencial, que resurgió con la Constitución de 1991, radican en que es un cargo meramente decorativo y más bien una figura suplente, en caso de que ocurra una adversidad.

A pesar de esta concepción del cargo, Márquez buscará tener el mayor poder posible dentro del Gobierno de Gustavo Petro. Lo que representa, su liderazgo social y su empatía con los millones de colombianos que padecen del olvido del Estado la convierte en una ficha estratégica para Gustavo Petro en una parte significativa de su programa: la lucha contra la pobreza, el hambre y la precariedad en la periferia.

Los encargos de Petro

Desde antes de tener claro quién iba a ser su fórmula vicepresidencial, Gustavo Petro sabía que iba a crear un Ministerio de la Igualdad y ese sería liderado por quien fuera su vicepresidente. Después de que se decidiera por Márquez, se supo que era coherente con sus luchas.

El entonces candidato anunció que la Vicepresidencia se radicaría en Medellín, como forma de prestar especial atención al occidente del país. También habló sobre su tarea en el Pacífico colombiano con territorios abandonados anteriormente por el Estado, con los pueblos afro, con la equidad de género y con las poblaciones sexualmente diversas.

Acorde a lo que dijo en campaña, en su primera visita a Cali para la primera Cumbre de Alcaldesas y Alcaldes del Litoral Pacífico, el presidente anunció que Francia se iba a centrar en el cumplimiento del programa de Gobierno en la región.

“La vicepresidenta de la República tiene la tarea, eso hay que ponerlo por decreto, que es la responsable de la igualdad y la responsable administrativa de las políticas públicas que lleven a la igualdad. Que hagan que el litoral pacífico reciba, en los cuatro años que están por venir, la prioridad de las inversiones de las políticas públicas nacionales”, anunció el presidente en su intervención.

No es una responsabilidad menor. La vicepresidenta, antes de tener la cartera del ministerio, tendrá la responsabilidad de administrar las políticas para un poco más de ocho millones de habitantes. Departamentos como Nariño, Chocó y el Cauca, de donde Márquez es originaria, figuran en los primeros lugares del informe de pobreza multidimensional presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Planeación. Al mismo tiempo, tendrá a cargo el Valle del Cauca, zona industrial y azucarera. Es considerado la tercera economía del país, que junto a Bogotá y Antioquia representa el 67 por ciento del PIB de Colombia.

Fuentes de la bancada del Pacto Histórico aseguran que ya existe un borrador del proyecto de ley para lograr establecer el Ministerio de la Igualdad y que esta iniciativa se radicará en los próximos días. Será una de las prioridades legislativas de este semestre.

Por ahora, Márquez recorre el Pacífico y hace presencia en territorios como Suárez, el que la vio nacer y el cual padece de todos los obstáculos propios de la pobreza y falta de oportunidades. En su primera semana en el poder y en temporada de nuevos nombramientos, se trata de una visita inusual para quien ocupa la Vicepresidencia.

El poder de Francia

El senador Alexander López, una de las figuras más cercanas a la vicepresidenta, habló sobre lo que significa Márquez en el Gobierno: “En sí misma, genera un poder social y político muy grande”

Luego de acompañarla por su gira latinoamericana, destacó el impacto internacional de la vicepresidenta, el cual también puede ser una oportunidad para Colombia con líderes afines en la región.

“El reconocimiento que tiene Francia en Latinoamérica y en el mundo es infinito. En Brasil, casi no podíamos salir a las calles porque a Francia la reconocen en las calles”, agregó.

El senador también resaltó la importancia que tiene la tarea que le encomendó el presidente: “La responsabilidad más importante, que es buscar la igualdad de esos sectores sociales y esas personas que en Colombia han sufrido el abandono del Estado. Es el corazón de nuestro Gobierno”.

Muchos hablan sobre las fichas de Francia Márquez dentro del gabinete ministerial del Gobierno. Hasta el momento, se pueden identificar dos: Aurora Vergara Figueroa, viceministra de Educación Superior, y Irene Vélez, ministra de Minas y Energía.

El primer nombre corresponde a una profesora de Márquez en la Universidad Icesi de Cali, cuando cursó una especialización. Por mucho tiempo ha sido una de las figuras que más acompañó a la vicepresidenta en su proceso. Fue una recomendación que el presidente Petro acogió por su idoneidad, ya que se trata de una mujer con preparación. Tiene un doctorado en sociología de la Universidad de Massachusetts en Amherst y recientemente culminó un posdoctorado en Harvard.

Vélez es reconocida por el colectivo Soy Porque Somos, cofundado por la vicepresidenta, como una aliada. Se trata de la hija de Hildebrando Vélez, una persona muy cercana a Francia y se considera parte de su círculo de confianza antes, durante y después de la campaña presidencial.

Francia Marquez en la Posesión como Vicepresidente
Francia Marquez en la Posesión como Vicepresidente | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

El nombramiento de Vélez, filósofa de profesión, también va en línea con el compromiso ambiental de Márquez, quien se destacó en su carrera como activista en contra de las empresas mineras que explotan recursos en el Cauca.

Junto con Susana Muhamad en el Ministerio de Ambiente, quien se encuentra complacida con la nueva minMinas, se busca adelantar la propuesta de transición energética de Petro, alejada de la economía extractivista.

Además de estos dos ministerios, el colectivo de Francia Márquez hizo otras recomendaciones para que el Gobierno tuviera en cuenta en los próximos nombramientos. Destacan nombres como el de Vicenta Moreno, quien retiró su candidatura al Senado por la lista cerrada del Pacto Histórico por no ser tenida en cuenta en casillas viables. Según fuentes de Soy Porque Somos, fue propuesta como posible ministra de Cultura o para un cargo afín.

También se recomendó a Juana Afanador, activista feminista y reputada socióloga, al ecólogo Harrison Cuero, y a Ariel Palacios, compañero de luchas políticas de Márquez, uno de los fundadores de Soy Porque Somos y uno de los integrantes del comité de empalme para el Ministerio de Vivienda.

Si sigue por esta senda, la vicepresidenta Francia Márquez romperá el paradigma del cargo como suplente del presidente en caso de una catástrofe. Con las responsabilidades delineadas, la líder social del Cauca promete no solo representar sus luchas y su origen afrodescendiente, sino el ejercicio de un poder palpable a favor de las comunidades que defiende.