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El exministro Luis Felipe Henao dice que el presidente Gustavo Petro se enfrentará a una realidad compleja.
El exministro Luis Felipe Henao dice que el presidente Gustavo Petro se enfrentará a una realidad compleja. | Foto: SEMANA

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“Gobernar es diferente a ser oposición”: Luis Felipe Henao analiza los retos que enfrenta Petro

El exministro de Vivienda y académico da luces de lo que enfrentará el gobierno en la primera parte de su mandato.

15 de agosto de 2022

SEMANA: ¿Cuáles cree que serán los principales retos del presidente Gustavo Petro en los próximos meses?

LUIS FELIPE HENAO (L. F. H.): Uno, no destruir lo construido, como la reactivación económica, importante como elemento para superar la lucha contra la pobreza. El Estado, aunque da las herramientas, no es el mayor empleador ni el mayor generador de riqueza; se necesita confianza para seguir invirtiendo en el país.

Dos, el sistema de salud, eso es fundamental. No lo digo porque tuvimos un ministro con la mejor calificación latinoamericana, según Bloomberg, en temas de vacunación, sino porque efectivamente somos el país en el que menos paga el ciudadano a nivel latinoamericano. Cuando un colombiano va al sistema de salud, es el que menos tiene que sacar plata del bolsillo. La Corte Constitucional, cuando ha analizado los derechos, ha señalado que hay un avance muy valioso en temas de salud.

Y, sin lugar a dudas, el otro tema que todos están mirando con mucha fuerza es la institucionalidad.

SEMANA: ¿Considera arriesgados los anuncios que ha hecho Petro con relación a la fuerza pública?

L. F. H.: Sacar la Policía del Ejército tiene unos retos enormes. Poner de acuerdo a los comandantes en dar un positivo a veces es difícil. El gran logro que se ha tenido es sentar a un comandante, a las diferentes fuerzas militares, a colaborarse entre sí; si esa lucha que se da entre las mismas instituciones no es fácil, ¿se imagina entre dos ministros generar esa pelea por quién va a tener mejores logros?

Frente al Esmad y la Policía, desde el punto de vista ciudadano, existen unos retos enormes: no empeorar la seguridad ciudadana, que hoy ya tiene un proceso de debilitamiento muy fuerte por la seguridad ciudadana, y que se debe a varios factores, entre ellos cosas que hicieron ellos desde la oposición. A un policía le resultaba realmente desmoralizante saber que tenía más derechos la primera línea y ellos tenían que aguantar golpes, casi que estar en peligro de morir para poder reaccionar. Eso ha generado un retiro histórico de miembros de la Policía.

Estos temas tienen una consecuencia a nivel ciudad, que son las cifras de inseguridad ciudadana. Claramente, falta fuerza y una clara actuación de muchos de ellos, que no sienten respaldo ni garantías de la institucionalidad.

SEMANA: ¿Qué otros temas le preocupan?

L. F. H.: Hoy ya vemos que se está poniendo en entredicho la seguridad jurídica frente a temas de propiedad, que es lo que está pasando en el Cauca, y eso hace que mucha gente esté mirando con recelo invertir o no en Colombia.

Una reforma tributaria que no es fácil, una reforma pensional que no es fácil, la laboral, y ya cuando uno empieza a mirar los retos, se piensa: cómo va a hacer para pagar esas deudas históricas que tiene, por ejemplo, el Chocó; cómo va a hacer para disminuir la pobreza, y cómo va a canalizar esas inversiones. Se va a encontrar una realidad: que eso no se construye rápidamente; lo que me preocupa es que gobernar es diferente a ser oposición, es realmente difícil. La gente le va a pedir resultados muy rápido y esas brechas de lucha contra la pobreza no se van a superar de forma rápida.

Veo con enorme preocupación que, si no se dan incentivos agropecuarios, si no empiezan rápidamente las vías rurales, si no les cumple rápidamente a los indígenas y a los profesores, también va a ser sujeto de paros como han sido alcaldes y gobernantes de izquierda. Ese manejo del diálogo social va a ser uno de los retos más importantes con él, para que le den el compás de espera para ver si va a tener la realización que dice va a hacer.

Hay que recordar que Petro no fue un gran ejecutivo en su alcaldía de Bogotá, entonces tiene que ser muy hábil en generar esos consensos que ya está tratando de tener con diferentes actores del país, pero que hoy todo el mundo está mirando con recelo por las reformas que ya ha anunciado.

SEMANA: ¿Petro va a tener que moderarse y eso podría causar malestar en el petrismo?

L. F. H.: A Petro le puede pasar lo mismo que a Iván Duque. Las barras bravas del uribismo no lo terminaron queriendo porque, en un momento determinado, buscó unos consensos. Petro tiene que buscar esos consensos y eso puede generar que las barras bravas que lo apoyaron de algunos grupos, que tienen un pensamiento de izquierda radical, en un momento determinado no lo apoyen. Sin lugar a dudas, tiene que buscar unos consensos para poder equilibrar el arte de gobernar y ejecutar, con una nueva realidad del país dirigida a la centroizquierda buscando que disminuya la inequidad.

SEMANA: En términos de tiempo, ¿cuál será el margen de maniobra de Petro para dar resultados?

L. F. H.: Todo gobierno tiene el primer año, que tiene unos hitos que son los primeros 100 días, y pasa por la aprobación del Congreso de las reformas más importantes. Tiene que tener unos hitos, por lo menos simbólicos a nivel regional; eso es lo que tendrá de gabela. Después, van a empezar a salir los descontentos, no solamente de la oposición, sino de gente afín a ellos.

SEMANA: ¿Cuáles podrían ser los principales problemas que Petro debe solucionar en ese primer año?

L. F. H.: Las más relevantes reformas serán la tributaria, la laboral ―que al empresariado tiene preocupado―, la pensional y ahí tocará ver si nos vamos a volver en un ‘corralito’ (como lo que está pasando en Argentina), la reforma política, y la agraria. Le sumaría una que no han mencionado mucho, pero que es fundamental: la reforma a la justicia.

Volvemos a la dicotomía entre gobernar y el discurso. Petro necesita mucha plata para el tema de inversión social y la transferencia monetaria de subsidios para superar la pobreza, como la construcción de infraestructura básica va a necesitar mucha inversión. La matrícula cero va a necesitar mucha inversión y hoy lo que está generando Petro con su reforma tributaria es que la gallinita de los huevos de oro, que son las materias primas, va a disminuir su inversión. Eso puede generar que tenga un nivel de gasto muy alto con unos menores ingresos, acarreados por la menor inversión que se pueda tener, por ejemplo, en inversiones de oro, carbón y petróleo.

SEMANA: ¿Cómo ve a los ministros del gobierno y los anuncios que han hecho?

L. F. H.: Tanto el discurso del presidente del Congreso como el del presidente Petro fueron conciliadores. Vemos ministros que dan unos mensajes muy fuertes, radicales desde el punto de vista dogmático e ideológico, como la ministra de Trabajo, la de Ambiente, la de Agricultura, pero esperando que ella sea mucho más moderada. Otros ministros representan a actores políticos y uno espera que sean mucho más pragmáticos, como el de Transporte, el de Educación y la de Vivienda, y yo pondría ahí al de Hacienda, que uno espera que son los ministros que pongan el pie en el piso y puedan generar discusiones dentro del consejo de ministros.

Hay ministros que toca esperar cómo empiezan a reaccionar, porque no se les ve una experiencia clara en el manejo de ciertos sectores y son ministros que, como es la primera vez que la izquierda llega al poder, es normal que no lleguen con una gran experiencia, pero hay que esperar a cómo se van a desarrollar. Es un gabinete variopinto, unos con mucha experiencia, otros con una carga ideológica muy fuerte y otros con una inexperiencia que preocupa, pero hay que darles margen para saber cómo van a gobernar.

SEMANA: ¿Cómo podría llegar a ser la relación con el Congreso?

L. F. H.: Hoy tiene toda la gobernabilidad, eso sí ha sido un tema que le aprendió al expresidente Santos. Ha generado un gran discurso de unión, un gran pacto nacional. Lo único que ha sido grave es que, dentro de la democracia, también es necesaria una oposición y hoy vemos que entra desgastada, porque viene con el desgaste de un gobierno saliente, entonces no va a tener el mismo eco que tenían ellos.

Hoy se ve casi un unanimismo, no solamente al nivel del Congreso, sino de muchos sectores; hay que esperar porque esa oposición va a ser cada día más fuerte y va a despertar más a medida que vaya pasando el tiempo y se vayan decantando las propuestas y lo que tenga un impacto negativo dentro de la sociedad, por ejemplo, la disminución de empleo, de inversión extranjera, la no ejecución de obras que se prometieron, la no ampliación de la matrícula cero. Cuando empiecen a ver esos problemas, y busquen responsabilizar a un tercero para ganar tiempo, ahí va a empezar a salir una oposición desde la ciudadanía, no desde los partidos.