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PARTIDOS POLÍTICOS

Una historia en U

El Partido de la U nació en 2005 de una disidencia del Partido Liberal encabezada por el actual ministro de Defensa Juan Manuel Santos, para apoyar al presidente Álvaro Uribe como candidato a reelección en los comicios de 2006.

César Paredes, periodista de Semana.com
26 de febrero de 2009

El nombre de la U, fue idea del senador Luis Guillermo Vélez (fallecido) y, como reza en la declaratoria oficial del partido, con esta letra la colectividad quiso significar “primero, la Unidad”. La declaratoria oficial no dice qué es lo “segundo”, pero todos saben que la U buscaba que el electorado la asociara de inmediato con Uribe, el presidente más popular en décadas.

Todos querían estar con Uribe y eso los unía. Ahora, sin embargo, muchos en el partido han dado una vuelta en U, y ahora no quieren que este sea el partido de la tercera elección de Uribe, sino un partido de unidad que respalda las tesis y programas que ha impulsado el Presidente desde el gobierno.

Hay que decir que la mayoría siguen impulsando la extensión del mandato del Presidente para que se quede 12 años en la casa de Nariño y por eso ha liderado un proyecto de referendo reeleccionista que vuelva a cambiar la Constitución y permita el tercer mandato al actual Presidente.

El Partido de la U también ha trazado una suerte de vuelta en U, en cuanto a los objetivos de reforma de la política con los que partió. Empezó con la intención de conformar listas al Congreso por concurso de méritos, lo que le mereció aplausos por su intención de reformar la política. No obstante, ninguno de los concursantes obtuvo una curul, pues la lista la integraron caciques tradicionales con grandes caudales electorales.
 
La renovación quedó a media marcha, y  averiada después de que el escándalo de la parapolítica dejara a varios de sus dirigentes sin credibilidad para emprenderla.

En 2006 la U barrió en las elecciones. Sacó la mayor representación en el Senado (20 curules con 1.591.775 sufragios); y una de las más grandes en la Cámara de Representantes (33 curules).

Una vez Uribe ganó las segundas elecciones, Santos fue nombrado Ministro de Defensa y los senadores Luis Guillermo Vélez y Martha Lucía Ramírez asumieron la coordinación de las bancadas. Sin embargo, estos dos senadores no lograron disciplinar a los congresistas, y ante el desorden renunciaron.

Después asumió la dirección del partido, Carlos García Orjuela. Con su arribo, surgieron las disidencias y su elección estuvo empañada por las denuncias ante el Consejo Nacional Electoral por supuestas irregularidades en el proceso. Las senadoras Ramírez y Gina Parody, el senador Armando Benedetti y el representante Nicolás Uribe sentaron sus reparos a la nueva dirección del partido.

Tras el éxito de la marcha contra las Farc del 4 de febrero del año pasado, el secretario del Partido, Luis Guillermo Giraldo, propuso la recolección de firmas para respaldar un referendo que de ser aprobado permitiría la segunda reelección de Uribe.

Al interior del partido la propuesta fue acogida por la mayoría. Sin embargo, las senadoras Ramírez, Parody y Adriana Gutiérrez, expresaron su rechazo a la iniciativa, aunque se declararon afines al gobierno.

En varias ocasiones la senadora Parody calificó la propuesta de reelegir a Uribe como una estrategia del partido para conservar sus cuotas burocráticas. Finalmente, la senadora, quien encabezó varias rebeliones en el uribismo, entre ellas apoyar un proyecto de Reforma Política que castigaba a los partidos de la parapolítica con la pérdida de la curul, renunció al Congreso.

A finales del año pasado Giraldo, el secretario del Partido, renunció a la colectividad tras el escándalo por las irregularidades en la financiación del referendo. Giraldo, junto con los promotores de la iniciativa presentaron una contabilidad inconsistente y en la que presuntamente incurrió en una violación de los topes establecidos por la Ley. La Fiscalía está investigando, ante una denuncia hecha por el representante del Polo Germán Navas, si hubo o no un fraude procesal.

Al retroceso actual de la U definitivamente ha contribuido su cuota en la parapolítica.
Ocho de los 23 fundadores del partido están investigados o fueron mencionados en el proceso que lleva la Corte Suprema por la presunta relación de políticos con el paramilitarismo. Entre ellos están Carlos García, el director del partido quien está detenido desde el año pasado, fue acusado por la Fiscalía y enfrenta un juicio y el senador Mauricio Pimiento, quien fue condenado a siete años de cárcel y otras cuatro personas que fueron elegidas para el Congreso en 2006.

También hay otros políticos de la U enredados: dos senadores con investigación previa, dos representantes en la misma condición jurídica y uno detenido.

Con estas vinculaciones a la parapolítica, el joven partido ha sufrido un golpe de credibilidad y se ha alejado de los propósitos que se trazó con su creación: consolidar “las instituciones democráticas”, recuperar “la confianza política de la opinión nacional” y ser “la mejor alternativa política del país”.