Salud
Menopausia y corazón: la alerta silenciosa que amenaza a millones de mujeres
La caída hormonal, propia de la menopausia, eleva el riesgo cardiovascular en un momento clave de la vida de las mujeres, cuando el cuidado del corazón se vuelve más urgente que nunca.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

La menopausia, aunque comúnmente asociada con síntomas como sofocos o cambios de ánimo, también implica un impacto directo en la salud cardiovascular.
Desde los 45 años, la disminución de estrógeno y progesterona puede elevar el colesterol y aumentar el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.
Las enfermedades del corazón siguen siendo la principal causa de muerte entre las mujeres a nivel global, y la menopausia intensifica ese riesgo en una etapa de alta carga laboral y familiar.
Hábitos y adherencia: dos pilares para proteger el corazón
Aunque estudios señalan que cerca del 80 % de las enfermedades cardíacas pueden prevenirse, todavía persisten obstáculos que impiden mantener una buena salud cardiovascular.
Adoptar rutinas de ejercicio, llevar una alimentación equilibrada y gestionar el estrés es esencial, pero no siempre suficiente.
Para miles de mujeres que necesitan medicación para controlar el colesterol, seguir los tratamientos de manera constante continúa siendo una barrera determinante.
Los fármacos cardiovasculares suelen requerir tomas diarias, y su efectividad depende directamente de la adherencia, es decir, de cumplir con las indicaciones médicas sin interrupciones.
Sin embargo, casi la mitad de los pacientes en el mundo no siguen sus tratamientos como se les prescribe, y aproximadamente un tercio ni siquiera reclama sus recetas.
En Colombia, una revisión publicada en PubMed en 2022 reveló que la adherencia al tratamiento en enfermedades crónicas alcanza apenas el 59 %, lo que limita de forma considerable la prevención y el control a largo plazo.
Marcela Pérez, directora médica de Abbott, explica que la menopausia puede intensificar esta dificultad. “Los cambios físicos y emocionales, sumados a síntomas como la fatiga o las alteraciones del sueño, pueden afectar la constancia de las rutinas diarias.
A esto se añade la presión del trabajo y la vida familiar, que a menudo relegan el autocuidado a un segundo plano”, señala.

Tecnología al servicio de la salud: Apps que ayudan a no olvidar
En los últimos años, el desarrollo de herramientas digitales ha abierto nuevas oportunidades para mejorar la adherencia a los tratamientos.
Un estudio reciente publicado en Frontiers in Digital Health demostró que las aplicaciones de seguimiento de hábitos pueden fortalecer la disciplina entre pacientes con colesterol alto.
Entre estas opciones, se destacan aquellas que funcionan como un asistente personal: envían recordatorios, ofrecen recompensas por los avances y brinda información útil para mantener el control del tratamiento.
“Para las mujeres en menopausia, estas herramientas pueden ser aliadas clave para retomar el control de su bienestar. Ofrecen recordatorios personalizados y facilitan la constancia necesaria para proteger la salud cardiovascular. Además, permiten que los profesionales de la salud brinden un acompañamiento más integral a sus pacientes”, afirma Pérez.
Las soluciones digitales, además, se han vuelto accesibles en la mayoría de países, incluso en regiones donde el colesterol alto es un problema creciente.
Al llegar directamente al teléfono móvil, sirven como una alternativa práctica frente a uno de los desafíos más persistentes en salud pública: cumplir los tratamientos.
A medida que más mujeres atraviesan la menopausia con alta carga laboral, cansancio y múltiples demandas, las aplicaciones podrían convertirse en un aliado indispensable para cuidarse de manera autónoma, mantener hábitos saludables y prevenir complicaciones que podrían cambiar su vida para siempre.
Porque entender la relación entre menopausia y corazón no solo permite anticipar riesgos, sino también transformar esta etapa en una oportunidad para priorizar el bienestar.


