Paloma Valencia compara a Uribe con Simón Bolívar 

La senadora Paloma Valencia comparó al expresidente Álvaro Uribe con el libertador Simón Bolívar. Lo hizo en el marco de la entrevista que concedió con Vicky en Semana para argumentar su tesis de pedir una Asamblea Nacional Constituyente. 

“Me hizo acordarme de Bolívar, ese libro maravilloso de Gabriel García Márquez, del regreso de Bolívar hasta Santa Marta para morir. Vilipendiado, aborrecido, porque este país tiene esa cosa horrible de pagarle mal a quien bien le sirve. Y esta es una cosa que hay que corregirle al país y este un sino trágico que nos quedó desde Bolívar. Nos ha pasado muchas veces y sentí un gran dolor por mi país”, aseguró la congresista del Centro Democrático. 

Al preguntarle por qué compara al expresidente Álvaro Uribe con el libertador Simón Bolívar, la senadora Paloma Valencia aseguró: “Uribe tiene una dimensión histórica muy grande. A la gente se le olvidó qué país teníamos antes de Uribe. Este era un país que tenía más de 1.600 atentados terroristas al año, eso en promedio son cuatro atentados diarios, mataban 28.000 colombianos al año”. Y agregó: “Dinamitaban los pueblos, ponían bombas, volaban las torres de energía, las torres de celulares, los oleoductos, hacían pescas milagrosas en las carreteras, mataban 28.000 colombianos al año, secuestraban a otros tantos. El (ex) presidente Uribe redujo en 46 por ciento el índice de homicidio, en 90 por ciento el secuestro. Desapareció el secuestro colectivo”. 

De acuerdo con Paloma Valencia, el expresidente Álvaro Uribe puede ser objeto de críticas, pero no de desconocimiento de su accionar como presidente de los colombianos. “Nos liberó de las cadenas que teníamos y tiene una dimensión histórica”, puntualizó. 

Se trata de un empeño titánico y casi imposible. Desde la expedición de la Constitución de 1991, muchos han tratado de plantear esta salida, sin ningún éxito. La Constituyente suele ser una formula que todos plantean cuando no existen salidas a las decisiones que se toman y que van en contravía del sentir de una mayoría.