
Círculo de Mujeres
Luz A. Martínez Retavisca: ‘Donde nos necesitan, ahí estamos’
Esta tolimense dirige una compañía con siete campos de acción, que abarcan desde el turismo rural hasta el desarrollo de drones de alta seguridad. Tiene 44 años y estudia Derecho.
La suya es una empresa con siete frentes de trabajo, una multiactiva. Todo comenzó con sus padres, que han estado gran parte de su vida en el sector de la construcción, el primero en el que ella se adentró. Luego ganó experiencia en otros, como la hotelería. Con este bagaje, en 2022 fundó Velmart Colombia.
Los campos en los que se desenvuelve son desarrollo inmobiliario, agroindustria, turismo, consultoría empresarial y jurídica, alta seguridad, ciencia y tecnología.
Entre sus proyectos actuales se destacan el desarrollo de una manilla-dron con funciones de protección y el de una bolsa que se convierte en semillero al fusionarse con desperdicios de cocina, ambos en alianza con Tecnoparque, el programa de innovación tecnológica del Sena.
En el área del turismo, esta tolimense busca impulsar la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y una experiencia de valor, intereses que heredó de su madre, quien tiene una conexión profunda con plantas y animales. “Hay que ser más humanos con la naturaleza –reflexiona–. En ese turismo estamos, en uno orientado a lo ancestral y atado a los elementos; en el de pueblos mágicos y rutas de sabores y agroindustria”. Una de sus prioridades empresariales es el talento. “Lo que hacemos es contratar profesionales muy buenos, comprometerlos, pagarles muy bien y establecer un gana-gana”.
A los 44 años, es tecnóloga en Agroindustria y en Administración, cursó siete semestres de Arquitectura y se ha capacitado en la Cámara de Comercio Colombo Americana en empoderamiento de la mujer, economía circular y Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre otros temas. Además, va en séptimo semestre de Derecho.
“Busco ser apalancamiento y transformación positiva para mí, para mi conglomerado, mi familia y todo lo que me rodea. Sigo trabajando como una locomotora. Desde mi compañía he tratado de atender necesidades con soluciones de impacto social. Donde nos necesitan, ahí estamos”.
Además de ayudar a empresas pequeñas a encontrar su valor, sueña con compartir en la ONU su experiencia como una mujer de pueblo pequeño (Ambalema) que ha desarrollado proyectos en varios campos. Destaca que en el camino del emprendimiento se necesita un objetivo claro y piensa que las mujeres son claves: “Desde casa somos administradoras, enfermeras, profesoras, mamás, somos un tejido empresarial, y de ahí nace la relevancia de salir de ese statu quo en el que nos tienen, y empezar a ser libres”.
Tiene seis hijos de entre 16 y 25 años, y un nieto de 3. Ellos la impulsan a diario a encontrar su mejor versión.