Ciencia

La respuesta que según Loeb, podría reescribir para siempre todo lo que creemos sobre Dios y el universo

El astrofísico planteó un interrogante que podría cambiar la manera en que se interpreta la creación.

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David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

26 de noviembre de 2025, 1:45 a. m.
El investigador advirtió que un hallazgo sobre el inicio del universo podría cambiar la visión humana sobre la existencia.
Para Loeb, el mayor misterio del cosmos sigue escondido antes del primer momento del tiempo. | Foto: Getty Images / Canva

En el terreno de las grandes preguntas, donde la ciencia intenta descifrar los orígenes de todo lo existente, suelen surgir hipótesis que desafían lo establecido.

Cada anomalía observada y cada misterio sin resolver en el universo abre la puerta a nuevas conjeturas sobre cómo comenzó realmente la realidad que habitamos. En palabras del propio astrofísico Avi Loeb, profesor de Harvard y director del proyecto Galileo: “la naturaleza es mucho más imaginativa que incluso los mejores guionistas de Hollywood”.

Durante una conversación con SEMANA, se abordó un interrogante que de tener respuesta, sacudiría por completo la comprensión humana del universo.

La pregunta que podría cambiar la historia del pensamiento humano

Consultado sobre cuál sería la única pregunta que le haría al universo si tuviera la certeza de obtener una respuesta, Loeb no dudó en señalar que: “¿qué sucedió antes del Big Bang?"

Según argumentó, comprender qué existía antes del evento que dio origen a todo permitiría rastrear de manera definitiva las raíces cósmicas.

“Porque esta pregunta es fundamental para entender nuestras raíces cósmicas y también lleva información sobre cómo unificar la mecánica cuántica y la gravedad”, señaló.

También ayudaría a descubrir cómo se conectan dos pilares fundamentales de la física moderna: la mecánica cuántica y la gravedad.

El planteamiento del científico abrió la puerta a una nueva discusión sobre la creación de universos.
Loeb sugirió que un conocimiento clave podría redefinir la relación entre ciencia y origen. | Foto: The Washington Post via Getty Im

Loeb recordó que bajo la mirada de la teoría gravitacional clásica, el universo habría comenzado en un punto donde todo era infinitamente denso, además, advirtió que las reglas cuánticas señalan que debe haber un escenario desconocido que preparó las condiciones para que nuestro universo emergiera.

“Según la teoría de la gravedad de Einstein, el Big Bang es un punto en el tiempo donde la densidad de la materia y la radiación se vuelve infinita, pero en realidad, debido a los efectos cuánticos, sabemos que hubo condiciones antes del Big Bang que llevaron a nuestro universo”, explica el profesor.

Una propuesta que replantearía la idea de Dios y de la creación

Para el investigador, descifrar ese escenario inicial no solo permitiría completar la historia del cosmos sino también abriría la posibilidad, al menos teórica, de fabricar un universo desde cero.

Loeb ilustró la idea con una metáfora sencilla en la cual del mismo modo en que una receta define los pasos para preparar un pastel, un conocimiento suficientemente avanzado revelaría los “ingredientes” necesarios para ensamblar un universo nuevo.

“Una vez que entendamos eso, tendremos la receta para crear un universo bebé en el laboratorio, en principio, y así entenderemos mejor la noción de Dios”.

Para el investigador, descifrar ese momento anterior revelaría la conexión entre los principios cuánticos y la fuerza que rige la gravedad.
Según Loeb, entender cómo surgió el cosmos original abriría la puerta a ensamblar un “universo bebé” en laboratorio. | Foto: Getty Images

Explicó que esa posibilidad obligaría a replantear la noción de Dios, pues si la humanidad lograra comprender y reproducir ese proceso, podría acercarse a una capacidad que tradicionalmente se ha atribuido exclusivamente a una entidad divina.

“El principal requisito de Dios, en cuanto a su labor, es poder crear un universo, y quizás, con un entendimiento científico avanzado, tendremos una receta similar a la de un pastel para crear un universo bebé”, añadió.

Faltaría (dijo en tono figurado), un “horno” capaz de reunir las condiciones adecuadas para que ese universo “se hornee”.

Loeb concluyó que obtener una respuesta sobre lo que antecedió al origen del cosmos sería uno de los hallazgos más transformadores para la historia del pensamiento humano y para la manera en que la humanidad interpreta el papel de lo divino.

“La ciencia es una gran oportunidad para explorar nuevos conocimientos, pero requiere humildad, lo que significa que no podemos encontrar la respuesta a menos que la naturaleza nos dé las pistas”, concluyó Loeb.