Ciencia

Un asteroide estuvo a punto de impactar a la Tierra: cuando lo detectaron ya había rozado el planeta

Sin previo aviso, una roca espacial cruzó peligrosamente cerca de la Tierra, revelando las limitaciones en la detección temprana de estos objetos.

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9 de octubre de 2025, 3:18 a. m.
En una madrugada tranquila, un asteroide del tamaño de un automóvil pasó rozando la atmósfera sin ser detectado, convirtiéndose en un caso excepcional.
La ESA informó que una roca espacial viajó más cerca de la Tierra que muchos satélites, un hecho que se descubrió solo cuando ya era historia. | Foto: Composición de SEMANA: con imágenes del portal Getty y Las Cumbres Observatory/ESA

Para cuando los telescopios detectaron al asteroide 2025 TF, ya había pasado rozando nuestro planeta, más cerca incluso que la Estación Espacial Internacional.

Según datos de la Agencia Espacial Europea (ESA), el pequeño objeto sobrevoló la Antártida el 1 de octubre a las 00:47:26 UTC, a tan solo 428 kilómetros de la superficie terrestre.

Para poner la distancia en contexto, la ESA aclaró que el asteroide cruzó dentro de la órbita habitual de la Estación Espacial Internacional (EEI), que se mantiene entre los 370 y 460 kilómetros de altura. Este evento se convirtió en el segundo acercamiento más próximo registrado de un asteroide que no impactó contra la Tierra.

De acuerdo con Science Alert, el récord aún pertenece al asteroide 2020 VT4, que pasó a apenas 368 kilómetros en noviembre de 2020.

Detectado horas después de su paso

Lo más sorprendente de este encuentro fue que el 2025 TF no fue detectado hasta varias horas después de haber pasado por la Tierra, pues los datos del Catalina Sky Survey, un programa estadounidense de monitoreo de objetos cercanos al planeta, revelaron su trayectoria después del sobrevuelo.

“El primer reporte formal llegó desde el Observatorio Kitt Peak-Bok en Arizona, a las 06:36 UTC, unas seis horas después del paso cercano”, informó Science Alert.

A partir de ese momento, la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA utilizó el telescopio del Observatorio Las Cumbres, en Australia, para confirmar la órbita del asteroide y reconstruir su recorrido.

“Rastrear una roca de uno o dos metros de ancho en la inmensidad del espacio es, en palabras de la ESA, una auténtica hazaña”, destacaron los astrónomos.

Un visitante pequeño pero intrigante

El 2025 TF, con un diámetro estimado de entre 1 y 3 metros, similar al tamaño de un automóvil pequeño, no representaba una amenaza real para la Tierra. De haber ingresado en la atmósfera, se habría desintegrado en una brillante bola de fuego.

“De hecho, según bromeó Science Alert, el único que podría haber encontrado restos del evento habría sido ‘algún pingüino curioso’”, señalaron los medios especializados.

Dos asteroides en menos de 48 horas

Solo un día después, el 2 de octubre, los astrónomos detectaron otro objeto, el 2025 TQ2, que pasó a unos 4.851 kilómetros sobre Canadá, según el Observatorio Mount Lemmon en Arizona. Aunque la distancia fue mucho mayor, sigue siendo menor que el propio diámetro terrestre.

EarthSky precisó que ambos asteroides no están relacionados: el 2025 TF pertenece a la categoría de tipo Apolo, con una órbita de 751 días, mientras que el 2025 TQ2 es de tipo Aten, con una órbita más corta de 285 días.

Próximo encuentro y advertencia astronómica

Los cálculos indican que el asteroide 2025 TF regresará a las cercanías de la Tierra en abril de 2087, pero manteniendo una distancia mucho más segura: unos 8 millones de kilómetros, lo que equivale a 21 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.

Estos sucesos, advierte la ESA, son un recordatorio de que nuestro planeta se encuentra inmerso en un constante tráfico de objetos espaciales. La NASA considera “potencialmente peligrosos” a los asteroides de más de 140 metros de diámetro que pasen a menos de 7,5 millones de kilómetros de la Tierra.

La probabilidad de un choque lunar del 2024 YR4 abrió un debate que incluye desde desvíos hasta el uso nuclear.
En un episodio que rozó la ciencia ficción, un objeto celeste se coló entre los satélites y la Estación Espacial Internacional antes de ser identificado. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Afortunadamente, Science Alert afirma que no hay ningún objeto conocido que suponga un riesgo significativo para nuestro planeta en los próximos 100 años.

Mientras tanto, los observadores del cielo podrán disfrutar de un espectáculo más predecible y menos alarmante: la lluvia de meteoros Dracónidas, que alcanzará su punto máximo el 8 de octubre, formada por los restos del cometa 21P/Giacobini-Zinner.

*Con información de DW.