Turismo
A menos de 4 horas de Medellín: el paraíso del occidente antioqueño rodeado de páramos, ríos cristalinos y rutas ancestrales
Su distancia de la capital antioqueña es de apenas 135 kilómetros.
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La subregión del occidente de Antioquia se distingue por su extraordinaria riqueza histórica y natural, reflejada en cada uno de sus rincones. Sus municipios albergan escenarios llenos de encanto y monumentos emblemáticos que narran la magia y diversidad de este territorio.
Uno de esos lugares que enamora con sus paisajes fascinantes entre páramos, ríos cristalinos y rutas ancestrales, es el municipio de Frontino, conocido como la “ciudad dulce, cálida y cordial” por su tradición panelera y la hospitalidad de su gente.
Ubicado entre las cordilleras Central y Occidental, esta población se encuentra a 135 kilómetros de Medellín, lo que representa un viaje por carretera de menos de cuatro horas, dependiendo varios factores como el punto de partida, estado el clima y tráfico, señala el portal de turismo Antioquia es Mágica.
Los encantos de Frontino que lo convierten en un destino imperdible
Además de destacarse por su tradición panelera y por la calidez de sus habitantes, este municipio es uno de esos destinos de Antioquia poco explorados que guardan un sinfín de tesoros por descubrir escondidos entre montañas.
En primer lugar, conserva un entorno ideal para los amantes de las actividades al aire libre, especialmente para quienes disfrutan del senderismo. Sus rutas atraviesan bosques húmedos y corredores biológicos que invitan a explorar la naturaleza en su estado más puro.

Entre los lugares que más despiertan curiosidad para conocer se encuentra el Cerro Plateado, una elevación tapizada de vegetación que ofrece la oportunidad perfecta para desconectarse y contemplar la belleza del paisaje.
También sobresale en sus tierras el Chorro de San Pedro, ubicado en el corregimiento El Cerro, un sitio reconocido por sus aguas claras y su ambiente tranquilo, ideal para darse un refrescante baño, respirar aire puro y hacer planes familiares.
Por su parte, los corregimientos de Murrí y Nutibara enamoran a los visitantes con su extraordinaria riqueza hídrica, la cual se puede apreciar en encantadores cuerpos de agua como el río Chaquenodá, la Laguna de Pegadó y la Cerrazón de Murrí. Estos escenarios son ideales para caminar, relajarse y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Dentro del área urbana, una de las joyas arquitectónicas imperdibles para visitar durante un viaje a Frontino es la Basílica Menor de Nuestra Señora del Carmen, una construcción que resalta en el paisaje con su estilo gótico, columnas forradas con láminas de oro y su parte alta elaborada en mármol.


