Aromaterapia
El aceite de bergamota ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Aceite de bergamota: así se puede usar para reducir la ansiedad

La bergamota es una fruta que tiene propiedades antimicrobianas, las cuales ayudan a combatir diversos microorganismos.

28 de julio de 2022

Como tal, la bergamota es una fruta cítrica que se caracteriza por ser más pequeña que un limón y tiene un sabor agrio, por lo cual no suele ser consumida. A pesar de que su uso más frecuente es como aromatizador de tés, el extracto esencial de esta fruta ofrece distintos beneficios para la salud.

El aceite esencial de bergamota se obtiene al rallar y exprimir la cáscara de este alimento y, por lo general, es utilizado para elaborar perfumes, cosméticos, comidas e incluso en la industria de la confección.

Sin embargo, este aceite no solo útil en la cosmética, el portal Tua Saúde también señala que ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad, debido a que los aceites esenciales que lo componen afectan la transmisión de los impulsos nerviosos en el cerebro y poseen propiedades neuroprotectoras y analgésicas. Con ello, la bergamota en aromaterapia ayuda a minimizar los síntomas de ansiedad, el estrés y los trastornos leves del estado de ánimo.

Cabe mencionar que el estrés es un sentimiento de tensión física o emocionales que se puede desencadenar por una situación o pensamientos de frustración y nerviosismo. Según Medline Plus, una situación de estrés puede desencadenar síntomas como diarrea, dolores de cabeza, frecuencia cardiaca acelerada, cansancio, malestar de estómago, perdida o aumento del peso y rigidez en el cuello y mandíbula.

Ahora bien, el aceite de bergamota se puede usar de distintas formas; principalmente es utilizado en aromaterapia por inhalación o aplicado directamente sobre la piel, y debe ser mezclado con un aceite vegetal, como el de almendras, de coco o de aguacate. Del mismo modo, cabe mencionar que la bergamota también se puede consumir como suplemento entre una y dos veces al día antes de las comidas por un máximo de 12 semanas.

Otros beneficios de la bergamota

  • Disminuye el colesterol: Gracias a su alto contenido en flavonoides, este compuesto activo posee propiedades antiinflamatorias que, según varios estudios científicos, ayudan a disminuir y regular los niveles de colesterol y también ayuda a prevenir enfermedades cardiacas.
  • Reduce el dolor y la inflamación: Como tal, la bergamota posee algunos compuestos bioactivos que se encuentran específicamente en su aceite esencial. Estos se denominan linalol, bergamotina y carvacrol, que a su vez poseen propiedades antioxidantes y analgésicas que ayudan a disminuir la inflamación en el cuerpo.
  • Previene el cáncer: Esta fruta contiene compuestos activos como el limoneno y linaloílo, los cuales inhiben la supervivencia y la multiplicación de las células tumorales, que muchas veces ocasionan necrosis y la muerte de estas células cancerígenas.
  • Ayuda a tratar el acné: Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, la bergamota es una opción ideal para complementar el tratamiento de acné, en especial en aquellas que no tienen la piel sensible.
  • Posee propiedades antimicrobiana: La bergamota ayuda a combatir diversos microorganismos como Campylobacter jejuni, Escherichia coli O157, Listeria monocytogenes, Bacillus cereus y Staphylococcus aureus, las cuales son bacterias que se transmiten por medio de alimentos y causan una intoxicación alimentaria. Además, también ejerce una acción antifúngica contra los hongos.

Es importante tener en cuenta que el uso de aceite esencia de bergamota como tal es bastante seguro; sin embargo, cuando se aplica sobre la piel en áreas expuestas a la luz solar, puede ocasionar fitofotodermatitis, una quemadura en la piel. Por esta razón, se aconseja utilizar este producto en la noche o en un momento del día donde no se exponga la región a tratar al sol.

Además de ello, algunas personas pueden tener hipersensibilidad a la bergamota o alergia en la piel, por lo que se pueden producir síntomas como enrojecimiento, sensación de ardor y comezón en la parte afectada.