Investigación
Arranca estudio colombiano para ver eficacia de la colchicina en covid-19
Investigadores estudiarán si el medicamento, que se usa para la gota, puede reducir la severidad de los casos.
El Invima aprobó un estudio que analizará si la colchicina es eficaz en el tratamiento de la covid-19. El trabajo, que comenzará en la segunda semana de febrero, tardará entre cuatro a cinco meses en arrojar resultados sobre si el medicamento reduce la remisión a cuidados intensivos de los pacientes con esta enfermedad.
Para el ensayo se reclutarán 120 pacientes hospitalizados por covid-19 con riesgo de presentar síndrome de enfermedad respiratoria aguda. De esa muestra habrá dos grupos: uno, que recibirá el tratamiento estándar para covid en el hospital, y otro, que además del tratamiento estándar recibirá colchicina oral. “Vamos a ver qué tanto esta droga logra evitar que el paciente hospitalizado vaya a cuidado intensivo o a ventilación o que muera”, dice Arley Gómez, director de la División de Investigaciones de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS).
La manera de escoger cada uno de los grupos será aleatoria. El trabajo no admitirá a ciertas personas como embarazadas y pacientes en quimioterapia, entre otros. Los investigadores evaluarán el progreso de los participantes en diferentes momentos de la enfermedad. Entre los criterios para saber si funciona o no están ver si el paciente tratado con colchicina sale más temprano del hospital sin necesidad de ir a la UCI. Por el contrario, “si sigue en progresión negativa, y va a cuidados intensivos y toca ventilarlo o muere, nos mostrará que la colchicina no obró para frenar ese desenlace”, explica Gómez.
La colchicina es una droga que se usa desde tiempo atrás para pacientes con gota, por su efecto antiinflamatorio. No tiene patente y es relativamente económica. Una caja de 40 tabletas está alrededor de 45.000 pesos. Por lo tanto, sería un tratamiento costo efectivo para contrarrestar la covid-19.
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La conexión entre colchicina y covid-19 comenzó a principios de la pandemia cuando Gómez recibió reportes anecdóticos de cinco pacientes mayores de 40 años con comorbilidades que habían sufrido la covid-19 sin mucha sintomatología. Los familiares de estas personas, sin embargo, había tenido covid-19 severo y algunos habían fallecido. Su hipótesis fue que dichas personas se habían salvado porque en el momento tomaban colchicina.
Con este medicamento, en efecto, los cinco trataban una reacción muy fuerte del sistema inmunológico ante biopolímeros que se habían inyectado para aumentar el volumen de ciertas partes del cuerpo. “La droga les merma esa reacción”, explica Gómez. Como se sabe, la covid-19 también produce un estímulo enorme del sistema inmune al punto que la persona puede enfermar severamente por la tormenta de citoquinas que inflaman los tejidos de los principales órganos. La droga, como sucedió en los cinco casos anecdóticos, podría haber actuado al disminuir la respuesta inmune de dichos pacientes.
Con esa evidencia, Gómez redactó un artículo científico, el primero a nivel mundial, donde se propone la colchicina para el tratamiento de la covid-19. Lo publicaron en la revista Reumatológia Clinica y hoy cuenta con más de 47 mil lecturas.
Pero Gómez no quería quedarse en la teoría, y por eso diseñó un estudio clínico en el que trabajó junto con otros 10 colegas de diferentes especialidades durante seis meses. El protocolo fue autorizado por el Invima y el grupo iniciará el ensayo en la segunda semana de febrero en el Hospital San José y el Hospital Infantil de San José.
El estudio, además, hará un análisis de la respuesta inmunológica para ver cuales son los mecanismos que hacen a esta droga actuar frente a la covid-19. “Ese es el peso del estudio”, señala el experto. Explica que el virus es un manipulador del sistema inmune, sobre todo de la respuesta inflamatoria. “Si lo ataco temprano lo puedo bloquear y neutralizar, pero si le dejo quieto el virus estimula otras vías de defensa y de inflamación”. Eso, según él, es lo que se ve en la fase moderada, es decir, la de aquellos pacientes hospitalizados y a los cuales se refiere el estudio. La tercera fase es la critica y son los que van a UCI. Estas personas ya no solo tienen 12 vías estimuladas por el virus, sino 30 o 50 y es casi imposible pararlas. Ahí la idea es salvar la vida del paciente.
Mientras el estudio no termine, el médico recomienda no tomar esta ni otras medicinas que no tienen evidencia científica de que funcionan. La automedicación no es conveniente porque la gente no sabe la dosis ni los efectos que pueda tener. Además, si la gente empieza a tratarse con esto, es posible que produzca desabastecimiento del medicamento, lo que perjudicaría a los pacientes que sí lo necesitan.
Solo a nivel mundial hay 4.500 estudios clínicos para la covid-19 y de colchicina hay 27. En el Invima hay 26 estudios clínicos aprobados y solo este de colchicina en pacientes hospitalizados. “No hay que ser triunfalistas, pero sí creemos que hay una esperanza y estos estudios aprobados son importantes porque aclararán esa promesa”, concluyó el experto.