Vida Moderna
¿Cada cuánto se deben cambiar las sábanas de la cama?
En algunos hogares, esta práctica se fija cada cierto tiempo. ¿Qué pasa si no se cambian oportunamente?
Las sábanas de la cama son el textil más usado por las personas en su vida diaria, ya que tienen contacto directo con el cuerpo humano cada noche al momento de dormir. Por esta razón, necesitan ser lavadas frecuentemente para evitar que alberguen suciedad.
En ese sentido, si las sábanas no reciben un trato higiénico, pueden albergar microorganismos que afecten la salud de las personas. La misma dinámica aplica, por ejemplo, para las toallas de ducha o de manos. En consecuencia, el lavado resulta clave para que los textiles de uso diario permanezcan en un estado óptimo y no sean perjudiciales para la piel.
Los hogares tienen diferentes cronogramas para hacer cambio de sábanas: cada semana, cada 15 días, o una vez al mes. Incluso, en algunos escenarios, estos textiles pueden pasar varios meses sin ser cambiados o lavados. No obstante, según reseña el portal El Mueble, es importante cambiar las sábanas al menos una vez por semana.
Sin importar que la persona haya tomado una ducha durante la jornada o inmediatamente antes de dormir, durante la noche se pueden acumular bacterias y ácaros en el textil. Así mismo, este efecto aumenta si se presentan casos de sudoración.
Tendencias
La acumulación de microorganismos en las sábanas puede derivar en el desarrollo de problemas de piel, alergias o, incluso, algunos tipos de virus. Precisamente, para evitar posibles efectos negativos en la salud, es recomendable contar, mínimo, con dos cambios de sábana para desarrollar una dinámica de cambio oportuna y eficiente.
¿Por qué se acumulan microorganismos en las sábanas?
El hecho de que las sábanas permanezcan aparentemente “protegidas” por las cobijas hace que algunas personas tengan la falsa creencia de que no se ensucian con facilidad. Sin embargo, en realidad tienen el mismo riesgo de acumular microorganismos.
Según explica Philip Tierno, microbiólogo y patólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, citado por el portal italiano Corriere della Sera, los polvos contenidos en la atmósfera se depositan en las sábanas y se inhalan durante unas ocho horas al día, es decir, el tiempo que una persona común destina para dormir.
Respecto al tiempo recomendado para lavar o hacer cambio de sábanas, el experto sugiere hacerlo cada nueve o diez días, o máximo 12. Sin embargo, precisa que en casos de sudoración extrema durante las noches, dormir desnudo o en época de verano, se sugiere adelantar el proceso.
Arrugas: los mejores trucos para prevenirlas mientras duerme
Las fiestas hasta altas horas de la noche, los eventos familiares y los días largos de trabajo hacen que las personas se vayan a dormir a horas de la madrugada. Si a eso se le añade que duermen mal y descansan poco, la imagen ante al espejo al día siguiente es clara: ojos hinchados, ojeras, bolsas y arrugas.
Cabe resaltar que es inevitable que se produzcan arrugas en la piel al llegar a cierta edad. Con el tiempo, el colágeno y la elasticidad de la dermis se va perdiendo y, con ello, la piel queda flácida y colgante, marcando las líneas de expresión.
Trucos al dormir
Dormir las horas necesarias
- Tan importante es la postura que se adopta cuando se duerme como el número de horas que se le dedica al sueño.
- Al dormir, la piel descansa y las células se regeneran y oxigenan con mayor facilidad, por lo que, además de reducir el estrés y mejorar el ánimo, la piel brillará como nunca tras haber descansado entre siete y ocho horas.
Mimarse antes de dormir
- La hidratación de la cara debe convertirse en uno de los tips principales antes de meterse en la cama, por muy cansada que llegue la persona del trabajo o de una fiesta con los amigos.
- Buscar cremas hidratantes, sueros, aceites y máscaras antioxidantes y limitar la ingesta de sodio a la hora de la cena.
- Mientras duerme, la piel atraviesa un proceso de regeneración celular y para que esta funcione a su capacidad máxima necesita de vitaminas, nutrientes e hidratación.
La seda, mejor que el algodón
- Sin duda las sábanas de seda son más caras pero cuando se trata del cuidado de la piel, merece la pena la inversión.
- El algodón es un tejido natural que generalmente crea arrugas y dobleces que, al contacto con la cara, pueden dejar marcas.
- En cambio, tejidos como la seda o el satén se mantienen más lisos y son buenos para absorber la humedad y para acelerar el metabolismo de las células de la piel.
- Se recomienda probar con las almohadas viscoelásticas, ya que elevan el rostro y evitan el contacto directo con la cama.