La cáscara de ajo puede ser útil para el organismo.
La cáscara de ajo puede ser útil para el organismo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Cáscara de ajo: así se debe consumir para reducir el colesterol y regular la presión arterial

Incluso la envoltura del ajo puede ser usado como fertilizante.

De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el ajo pertenece a la familia de las liliáceas que tienen un olor particular. Además, señala que es originario de Asia Central, consumido por los obreros que construyeron las pirámides de Egipto, porque es un alimento que provee energía al cuerpo.

Además, está compuesto de potasio, yodo, proteínas, vitamina B y compuestos sulfurados, que pueden ser aprovechados cuando se consume crudo, sin embargo, la FEN explica que algunos expertos aseguran que sus propiedades no se pierden tras su cocción.

Más, sin embargo, su cáscara no cuenta con la misma suerte, puesto que usualmente es desechada, desestimando así sus propiedades.

Beneficios de la cáscara de ajo

De acuerdo con Gastrolab Web, la cáscara de ajo tiene usos que no son tan conocidos, que van más allá de envolver y proteger el bulbo, como por ejemplo:

Reducir el colesterol

Según menciona el sitio, la cáscara de ajo puede reducir la posibilidad de que se acumule placa en las arterias previniendo una enfermedad cardiovascular, porque tiene un efecto anticoagulante, mejorando la circulación.

Ajo, alimento saludable.
Ajo, alimento saludable. | Foto: Getty Images

Fortalecer el sistema inmunológico

Al igual que los dientes de ajo, la cáscara tiene la capacidad de fortalecer el sistema inmune gracias a sus propiedades antivirales y antimicrobianas.

Su olor característico se debe a la alicina, haciendo de esta planta un producto vital en su consumo. Así como lo explica el portal Tua Saúde, el ajo es rico en potasio, magnesio y calcio, ayudando a combatir los virus y las bacterias.

Además, se debe destacar que es un antibiótico natural, considerado un estimulante del sistema inmunitario.

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El sistema inmune se ve beneficiado. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Combatir un malestar estomacal

Ciertamente, los trastornos digestivos están asociados con muchas afecciones, entre ellas, el síndrome del intestino irritable (SII) que de acuerdo con MedlinePlus, “afecta al intestino grueso”. Los principales síntomas que se presenta son estreñimiento y diarrea. Así mismo, la entidad señala que las mujeres son más propensas de padecerlo que los hombres.

De ahí que según Gastrolab Web mencione que la cáscara de ajo puede tener la capacidad de frenar una diarrea que según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) “es la evacuación intestinal de heces flojas y líquidas tres o más veces al día”, denominándose aguda o crónica, cuando es frecuente”.

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Dentro de los trastornos digestivos se encuentra el estreñimiento. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Reducir la presión arterial

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que “cada año ocurren 1.6 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en la región de las Américas, de las cuales alrededor de medio millón son personas menores de 70 años, lo cual se considera una muerte prematura y evitable”.

Por tanto, el sitio web explica que la cáscara de ajo puede dilatar los vasos mejorando la circulación sanguínea. No obstante, sus usos no solo se reducen a la salud sino a la misma naturaleza. Así lo menciona Cardamomo, que asegura que las cáscaras de ajo pueden ser ideales como fertilizantes y en la reducción del riesgo de posibles plagas.

Presión arterial
La presión arterial alta se relaciona con el consumo excesivo de sal. | Foto: Getty Images

Adicional a ello, gracias a su aroma y propiedades puede ser usado como repelente de mosquitos cuando se colocan en lugares específicos.

Modo de preparación del té de cáscara de ajo

Según Cocina Delirante, así se debe preparar el té de cáscara de ajo:

  1. Hervir una taza de agua.
  2. Una vez haya alcanzado su punto de ebullición, agregar una pizca de polvo de cáscara de ajo.
  3. Bajar del fuego.
  4. Dejar reposar y consumir al día siguiente.