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¿Cómo controlar la diabetes sin medicamentos?
Si esta enfermedad no se controla, con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos y los riñones.
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre, que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Este padecimiento, según la citada fuente, es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores. “La diabetes mal controlada aumenta las posibilidades de estas complicaciones y la mortalidad prematura”, precisa.
Además, las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares y tuberculosis, especialmente aquellas con mal control glucémico.
Mantener los niveles de glucosa controlados no es fácil para una persona que padece de diabetes y muchas veces supone un gran reto, cuando se hace sin la ingesta de medicamentos, pero hay hábitos y acciones que se pueden poner en práctica para lograr este objetivo.
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Cuidado con la alimentación
Lo primero en lo que se debe poner especial atención es en la alimentación, pues muchos productos afectan los niveles de glucosa en la sangre. Además, no es solo el tipo de comida que se consume, sino también la cantidad y las combinaciones que se realizan de la misma. Los especialistas del instituto Mayo Clinic recomiendan lo siguiente.
- Informarse sobre el recuento de carbohidratos y el tamaño de las porciones. Una clave para los planes de control de la diabetes es aprender a contar los carbohidratos, que tienen gran influencia en la glucosa. Es clave aprender qué tamaño de porción es apropiado para cada tipo de alimento y esto puede lograrse con la asesoría de un especialista.
- Hacer que cada comida esté bien equilibrada: lo ideal es lograr que cada comida incluya una buena mezcla de almidones, frutas y verduras, proteínas y grasas, prestando atención a los carbohidratos. Los de las frutas, las verduras y los cereales integrales, son mejores para los diabéticos.
- Evitar las bebidas azucaradas: Estas bebidas tienden a ser altas en calorías y ofrecen poca nutrición. Y como hacen que la glucosa en la sangre suba rápidamente, es mejor restringirlas de la dieta.
Hacer ejercicio
La actividad física es otro aspecto importante del plan de control de la diabetes. Cuando la persona hace ejercicio los músculos utilizan el azúcar (glucosa) para obtener energía. De igual forma, el cuerpo usa la insulina (hormona que regula el azúcar en la sangre) de manera más eficiente.
Estos factores trabajan juntos y por ello, mientras más vigoroso es el ejercicio, más tiempo durará el efecto. Pero incluso las actividades livianas, como las tareas domésticas, la jardinería o estar de pie durante largos periodos, pueden mejorar el nivel de glucosa en la sangre, dicen los expertos.
Evitar el alcohol
El alcohol puede agravar las complicaciones de la diabetes, como las lesiones en los nervios y las enfermedades oculares. Pero si la diabetes está bien controlada y el médico está de acuerdo, los pacientes pueden consumir una bebida alcohólica ocasional. Es de recordar que estos productos le aportan calorías vacías al organismo.
Controlar el estrés
Cuando la persona está estresada, las hormonas que produce el cuerpo en respuesta al estrés prolongado pueden causar aumento del nivel de azúcar en sangre. Además, cuando se está bajo mucha presión es más difícil llevar el control de las rutinas indicadas para controlar el azúcar.
Por estas razones es importante aprender técnicas de relajación y determinar qué tareas son prioritarias y a cuáles se les puede poner límites. Precisamente, una de las formas de liberar el estrés es con la práctica de ejercicio.
Menstruación y menopausia
Los cambios en los niveles hormonales de la semana anterior y durante la menstruación pueden dar lugar a fluctuaciones significativas en los niveles de glucosa en la sangre. Por ello es crucial hacer un seguimiento cuidadoso de las lecturas del azúcar de un mes a otro. Aquí el médico puede recomendar cambios en el plan de comidas o en el nivel de actividad para compensar las mencionadas variaciones.
Es clave tener claro que si los niveles de glucosa no se regulan poniendo en práctica las mencionadas recomendaciones, se debe acudir al médico para evitar que la enfermedad avance y ocasione mayores complicaciones en el organismo.