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SALUD

Crean escáner que predice riesgo de demencia

Científicos en Estados Unidos diseñan una nueva tecnología con imágenes computacionales que pronostica quién desarrollará deterioro cognitivo y demencia en el futuro.

Alianza BBC
14 de febrero de 2012

Los investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles lograron rastrear y predecir el deterioro cognitivo que sufrieron los participantes en un seguimiento de dos años con una tomografía por emisión de positrones (PET).
 
Los científicos crearon un marcador químico que se adhiere a ciertas regiones del cerebro donde comienzan los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
 
Y con la técnica de escaneo de PET es posible tener "una ventana al cerebro" para ver a las personas en riesgo de la enfermedad, afirman los científicos en Archives of Neurology (Archivos de Neurología).
 
Se piensa que una de las principales características de la enfermedad de Alzheimer es la acumulación de fragmentos de proteínas en el cerebro.
 
Esta acumulación, con el tiempo, forma placas y ovillos que resultan en el daño y muerte de neuronas y eventualmente problemas de memoria y otras incapacidades cognitivas.
 
Pronóstico
 
Los científicos de la UCLA desarrollaron un marcador químico, llamado FDDNP, capaz de adherirse a estas placas y ovillos en el cerebro, lo cual, dicen, permite observar con un escáner de PET estos depósitos dañinos en el paciente.
 
En la nueva investigación, los científicos lograron con este método identificar dónde se estaban formando estas acumulaciones y qué pacientes desarrollarían, dos años después, el deterioro cognitivo asociado con la demencia.
 
"Encontramos que este puede ser un útil marcador de imágenes neurológicas para detectar los cambios prematuramente, antes de que los síntomas aparezcan", explica el doctor Gary Small, autor del estudio.
 
"Y esto puede ser útil para rastrear los cambios que ocurren con el paso del tiempo en el cerebro", agrega.
 
El deterioro cognitivo leve (DCL), también llamado demencia incipiente, es uno de los primeros síntomas que se presentan en las personas que posteriormente desarrollan Alzheimer.
 
En el estudio participaron 43 voluntarios, con una edad promedio de 64 años, ninguno de los cuales tenía demencia.
 
Al inicio del estudio los investigadores llevaron a cabo escáneres cerebrales con el marcador FDDNP y pruebas cognitivas y observaron que 22 de los participantes presentaban un envejecimiento normal y la otra mitad (21) tenían DCL.
 
Dos años después los participantes fueron sometidos a las mismas pruebas y escáneres cerebrales.
 
Los resultados, explican los investigadores, mostraron que en las pruebas finales en ambos grupos se vio un incremento de la adherencia de FDDNP en las áreas frontal y del cíngulo posterior del cerebro, lo cual se vincula a la progresión normal del deterioro cognitivo.
 
Estas áreas del cerebro están involucradas en la toma de decisiones, el razonamiento complejo, la memoria y las emociones.
 
Pero entre los 21 sujetos que tenían DCL, seis desarrollaron Alzheimer a los dos años y estos individuos, dicen los científicos, tenían al inicio del estudio una mayor adherencia de FDDNP en las áreas frontal y parietal del cerebro que los otros participantes del grupo con DCL.
 
Los científicos también observaron que entre el grupo de sujetos con envejecimiento normal, tres desarrollaron DCL a los dos años.
 
Y dos de estos tres participantes habían mostrado, al inicio del estudio, los mayores niveles de adherencia de FDDNP en las regiones frontal y parietal entre todo el grupo.
 
"Encontramos que el incremento de la adherencia de FDDNP en las áreas clave del cerebro está correlacionado con un aumento en los síntomas clínicos (de demencia) con el tiempo", explica el doctor Jorge Barrio, quien también participó en el estudio.
 
"Los niveles iniciales de adherencia también pudieron predecir el futuro deterioro cognitivo", agrega.
 
Los científicos planean ahora llevar a cabo un estudio más amplio y de más larga duración para confirmar estos resultados.
 
Y creen que la misma técnica podría utilizarse también para probar la efectividad de nuevas terapias que se están desarrollando para retrasar y eventualmente prevenir la aparición de Alzheimer.