| Foto: Dinero.com

HABLAN LOS EXPERTOS

Pobres gorditos: panorama de la obesidad

Los obesos son las personas más matoneadas en la sociedad. Su condición no se da solo por comer sino por otros factores. Por eso es considerada un mal que necesita tratamiento. El cirujano Andrés Ospina explica lo difícil que es vivir con este problema.

3 de noviembre de 2018

La gente asocia la obesidad con comida exclusivamente y piensan que si el paciente cierra la boca dejará de ser gordo. Otros piensan que esta persona tiene muy poca voluntad para comer en forma sana. Pero nada de eso es cierto. En la obesidad, la comida hace parte del problema pero no es la única causa. Cuando la mayoría de personas ve a una persona obesa lo más probable es que tenga ante sí a un individuo que padece una enfermedad y que por esa razón lleva consigo una carga muy pesada, tanto física como emocional. Así lo indica Andrés Ospina, cirujano bariátrico y experto en este tema. Recientemente la obesidad fue incluida como una enfermedad en los manuales de medicina porque “es capaz por sí sola de producir la muerte en un alto número de pacientes y de asociarse con otros males que deterioran la condición de salud y la esperanza de vida de las personas”.

Esto quiere decir que hay una predisposición genética para ser obeso y por eso muchos pacientes son hijos o nietos de padres o abuelos gordos. Obviamente, dice Ospina, hay que comer lo suficiente para tener la enfermedad, pero la obesidad per se es una condición multicausal y comer es solo una de esas causas. Los obesos pueden tener trastornos psiquiátricos graves. Están los comedores compulsivos, o aquellos que se levantan en la noche a comer y al otro día no lo recuerdan, o los que tienen trastornos de ansiedad y manejan esa angustia con la comida del mismo modo en que lo hace un fumador o un alcohólico con su vicio.

Le sugerimos:Casi un cuarto de la población mundial podría ser obesa en 2045

Hay otro grupo de pacientes que tienen una gran capacidad gástrica y comen grandes porciones. Hay también adictos al azúcar, o al chocolate. Si tienen la predisposición genética todo eso les favorecerá a ganar peso. “Pero no todo obeso es adicto a la comida”, aclara el experto. Hay algunos que con comer un poco más de las calorías requeridas a diario se engordan. “Esto se debe simplemente a que su cuerpo es una máquina perfecta para tomar las calorías que le sobran y convertirlas en grasa”.

Quienes no son obesos no entienden esa realidad y por eso creen que la solución es simplemente dejar de comer. “Es como cuando tú no eres drogadicto y ves  a uno y le dices ‘qué le pasa por qué simplemente no deja de consumir drogas’. No es tan fácil”.

Por este desconocimiento de los fundamentos básicos de la obesidad, los pacientes obesos viven muchas tragedias. “Yo creo que cada día de ellos es una desdicha”. En efecto, la primera causa de discriminación mundial es la obesidad por encima de la racial y religiosa. “Si una persona es obesa y se presenta a entrevista laboral  va en desventaja frente a los demás, no importa si su preparación es superior”, dice el experto. Además, hay puestos de trabajo y actividades para los que no tienen cabida los pacientes con obesidad. A esto se suma que deben enfrentarse al maltrato médico. “Muchos les dicen ‘cómo quiere que no le duela la cadera si está gordo’,  ‘como no va a ser diabético si está así’, ‘baje de peso’, ‘no vuelva por acá hasta que no pierda unos kilos’, y cosas por el estilo. Ese tipo de maltrato es rutinario”, dice Ospina. El matoneo, en general, es un problema cultural y de educación. Pero cuando lo  gente matonea a un obeso es, según Ospina,  porque tienen un hueco mental enorme en términos de ignorancia frente al problema. “Es maltratar a un enfermo con diabetes o con vitiligo. Esa gente no escogió su enfermedad”.

Las personas obesas con frecuencia sufren de depresión mayor como consecuencia de su enfermedad y necesitan de tratamiento psiquiátrico e incluso medicación. Esta enfermedad se asocia con estos trastornos porque muchos viven aburridos con su cuerpo, porque se les dificulta el aseo personal y no es fácil conseguir ropa. 

El panorama de la obesidad en Colombia es crítico y empeora, como lo muestran los resultados de la encuesta de nutrición Encin entre 2010 y 2015. En 2015, 56.4 por ciento de la población entre 18 y 65 años tiene sobrepeso y obesidad. El 14 por ciento de los hombres  y el  20 por ciento de las mujeres son obesos.  El aumento en cinco años fue de 6 puntos porcentuales. “Son números enormes y viene en ascenso”.

Es fácil calcular si un individuo está en sobrepeso u obesidad  porque existe una fórmula matemática a nivel mundial, que si bien no es no es perfecta es una herramienta fácil. Todo lo que la persona debe hacer es tomar el peso en kilos y dividirlo por la talla en metros al cuadrado. Si el resultado da por debajo de 25, el peso es normal, si está por debajo de 29.9 hay sobrepeso. A partir de 30 el individuo es obeso. La enfermedad está clasificada en tres grados: uno, dos y tres, y solo a partir del segundo se le considera obesidad mórbida.

El estilo de vida moderno ha ayudado al aumento de la obesidad. Ya no caminamos, el sedentarismo aumenta y somos más inactivos.

Hoy existe una  asociación entre obesidad y riesgo de mortalidad porque estas personas tienen  doble riesgo de morir por esa condición que alguien de su misma edad sin obesidad. Las personas con obesidad mórbida grado dos o tres, tienen muy pocas posibilidades de poderse recuperar. Aunque ellos pueden bajar de peso lo difícil es mantenerse en un peso ideal. “Las cifras para bajar de peso sostenidamente a cinco años con dieta y medicamentos está en dos por ciento, lo cual es muy bajo”.

La cirugía bariátrica es la herramienta más útil de la que dispone la medicina hoy para tratar a los obesos. Los candidatos para esta cirugía son aquellos que tienen otras enfermedades asociadas como hipertensión, diabetes, dislipidemia, apnea de sueño, enfermedad coronaria. “Pero es solo una herramienta y si no se asocia a cambios de hábitos de vida de comida saludable y al ejercicio volverá a ser obeso”, advierte el especialista.

El estilo de vida moderno ha ayudado al aumento de la obesidad. Ya no caminamos, el sedentarismo aumenta y somos más inactivos. El otro factor es que la comida cada vez es más calórica, los alimentos más refinados y las porciones muy grandes. La gente hoy come más por menos plata. Si a una persona le sobran cinco calorías al día, lo cual es muy poco, al cabo de un año,  puede pesar cinco kilos más y subir de peso y  si tiene predisposición es mucho más fácil. Hoy hay más obesos y más niños naciendo en esos hogares, lo que aumenta el drama de la obesidad infantil, que en Colombia también viene en ascenso. “Es otro gran problema porque el niño gordito es demasiado matoneado”, concluye Ospina.