Consumir frutas y verduras, tomar agua, calcular bien las porciones y evitar el exceso de alimentos procesados son las bases de una dieta sana. Información relevante para tomar mejores decisiones en la mesa.
Consumir frutas y verduras, tomar agua, calcular bien las porciones y evitar el exceso de alimentos procesados son las bases de una dieta sana. Información relevante para tomar mejores decisiones en la mesa. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Guía nutricional para quienes salen de una hospitalización

Cuando el país atraviesa el tercer pico de la pandemia, cientos de personas están saliendo y entrando a centros de salud. Los hábitos alimenticios son fundamentales en la recuperación.

1 de junio de 2021

Las enfermedades durante la pandemia no han parado, con la diferencia de que por la covid-19, muchas personas tuvieron que pausar sus tratamientos habituales y enfermaron a causa de ello.

Actualmente, de 13.023 unidades de cuidados intensivos que hay disponibles en el país, solo 1.956 se encuentran disponibles. De 6.888 pacientes con covid-19, 997 sospechosos de tener el virus y 3.182 con otras patologías, están internados. Con ayuda del personal de la salud, podrán salir adelante muchos de ellos y recuperarse, eventualmente, en casa. Todo esto sumado a los pacientes que están en hospitalización general.

La nutricionista Tatiana Moreno señala que “la inactividad durante la estadía en el hospital y posterior recuperación en casa en muchas oportunidades ocasiona pérdida de masa muscular y disminución del apetito afectando el pronóstico”.

Además, explica que las personas enfermas hospitalizadas sufren cambios metabólicos asociados a las enfermedades que padecen y al tratamiento al que son sometidos. Esta situación, muchas veces, implica la reducción en la ingesta de alimentos, así como el desequilibrio del metabolismo.

Cuando las personas enfermas no comen lo suficiente, señala la experta, su organismo utiliza sus reservas de grasa y sus propios músculos para obtener energía y nutrientes, lo cual significa que las personas pierden peso y en caso de enfermedades de larga duración, pueden llegar a estar desnutridas. En estas condiciones, su sistema inmune es menos eficaz y disminuye su capacidad para combatir las infecciones.

Todo lo anterior tiene consecuencias graves, desatadas por la malnutrición. Por ejemplo, la cicatrización lenta, la inmunidad alterada, la pérdida de masa muscular, un mayor tiempo de estancia en el hospital o clínica, e incluso, aumento de la mortalidad.

Moreno da algunas recomendaciones para todos aquellos que han estado hospitalizados e incluso, intubados. Es importante que se mantenga el peso adecuado y que recuperen masa muscular, con consumo de proteína, vitaminas y minerales que fortalezcan las defensas naturales de su organismo.

  • Consumo de carbohidratos de manera diaria y en porciones adecuadas: es recomendable disminuir la ingesta de alimentos con alto contenido de harinas refinadas o con alto contenido de azúcar. Se pueden reemplazar con cereales integrales que aportan fibra y mejoran la salud intestinal.
  • Consumo de proteínas: estas favorecen la formación y el mantenimiento de la masa muscular y forman las defensas naturales del organismo. Se recomienda incluir diariamente alimentos fuente de proteína como carnes, pescado y huevo. Las fuentes de proteína de origen vegetal son también una buena alternativa para personas con regímenes especiales de alimentación.
  • La hidratación es fundamental en este proceso, ya que compensará la pérdida de líquidos y minerales que se da durante los episodios de fiebre, sudoración y diarrea. Se sugiere la ingesta de, al menos, 8 vasos de agua al día, incluso aunque no se tenga la sensación de sed. La hidratación se puede combinar con caldos o refrescos naturales de frutas sin azúcar.
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras, para reforzar el sistema inmunológico. Este hábito brinda protección al organismo frente a las enfermedades e incentiva una pronta recuperación. Se deben comer 5 porciones al día de estos alimentos.
  • Existen suplementos nutricionales que permiten complementar una alimentación balanceada y se convierten en aliados para mantener una condición óptima de salud nutricional. Ayudan a recuperar las pérdidas proteicas y contribuyen a la reparación de tejidos y heridas.
  • También existen fórmulas nutricionales con alto aporte proteico, y con nutrientes específicos que mejoran la respuesta inmune, favorecen la absorción de nutrientes y brindan un efecto anti-inflamatorio. Cuentan con un adecuado contenido de vitaminas y minerales (complejo B y antioxidantes)
  • Otras formulaciones son diseñadas especialmente para reparar el daño causado en el intestino por diferentes enfermedades, infecciones y estrés.
  • Complementos nutricionales que se pueden utilizar en diferentes diagnósticos de enfermedades, además, se pueden manejar en periodos de inapetencias de los pacientes. Tienen componentes nutricionales como proteína, grasa y carbohidratos, siendo una buena opción para restablecer el peso, la masa muscular y la llamada “desnutrición hospitalaria”.