¿Cómo depurar el hígado y los riñones con alimentos saludables?
Llevar una dieta saludable y realizar ejercicio es clave para mantener el hígado y los riñones saludables. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SALUD

Hígado y riñones: los hábitos para mantenerlos sanos

Para proteger estos órganos es importante evitar el desarrollo de enfermedades, tales como la diabetes y la hipertensión.

4 de marzo de 2022

Los riñones y el hígado son dos órganos clave en el funcionamiento del organismo, pues cumplen funciones vitales ya que se encargan de la filtración, absorción de nutrientes, eliminación de desechos y contribuyen en el proceso digestivo.

Cuando estos órganos están sanos le brindan al cuerpo la capacidad de aprovechar al máximo los nutrientes y beneficios de los alimentos que la persona consume. “Una dieta poco saludable con alimentos procesados, grasosos, ricos en sodio y otros compuestos, causa el deterioro de estos órganos y acumulación de toxinas y desechos”, precisa el portal Mejor con Salud.

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de los Estados Unidos, indica que para protegerlos es importante evitar el desarrollo de enfermedades tales como la diabetes, la obesidad y la presión arterial alta.

Uno de los aspectos más importantes para mantener sanos estos órganos es la alimentación. La dieta diaria de toda persona debe incluir frutas frescas, vegetales frescos o congelados, granos enteros y derivados lácteos semidescremados o descremados.

Para consumir alimentos de manera saludable, esta institución médica recomienda cocinar con una mezcla de especias en lugar de sal, hornear o asar la carne, el pollo y el pescado en cambio de freírlos, servir los alimentos sin salsas o grasas añadidas y tratar de elegir alimentos con poca o sin azúcar añadida.

De igual forma, es importante disminuir el consumo de leche entera y optar por la descremada o semidescremada, comer alimentos hechos de granos completos tales como trigo integral, arroz integral, avena y maíz de grano entero.

De acuerdo con los expertos, tratar de mantener un registro escrito de lo que se come durante una semana puede ayudar a controlar el consumo de grasas y calorías.

Actividad física

Realizar actividad física por 30 minutos o más la mayoría de los días es clave para proteger órganos como el hígado y los riñones. Información del instituto de investigaciones clínicas, Mayo Clinic, asegura que, además de evitar problemas de salud como la obesidad, el ejercicio es importante porque ayuda a reducir, por ejemplo, los niveles de grasa en el hígado.

Dormir bien también es determinante. Lo ideal es conciliar el sueño entre siete y ocho horas cada noche. Si la persona tiene problemas para dormir, es importante tomar medidas que le ayuden a mejorar sus hábitos de sueño, pues este proceso es clave para restablecer las funciones de diferentes órganos del cuerpo.

Una de las razones de la falta de sueño puede ser el estrés. Por esta razón, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales asegura que es importante relajarse y enfrentar los problemas con el fin de mejorar la salud física y emocional. Prácticas como la meditación, el yoga o el tai chi pueden aportar en el proceso de brindar tranquilidad.

Poco alcohol y cigarrillo

Los expertos coinciden en que tomar demasiado alcohol puede aumentar la presión arterial y añadir calorías adicionales, que lo llevan a ganar peso. Por ello, la recomendación es que si la persona consume alcohol se limite a su bebida diaria si es mujer y dos bebidas si es hombre. Una bebida es: 12 onzas de cerveza, cinco onzas de vino y 1,5 de otro licor.

El alcohol hace que las células hepáticas se debiliten y se destruyan, causado a su vez un desequilibrio de electrolitos que el cuerpo mantiene para su estabilidad biológica. Además, también es causante de retención de líquidos, que origina el deterioro del funcionamiento hepático y renal.

Por último, para cuidar estos órganos los especialistas recomiendan limitar el consumo de proteínas de alta calidad, pues cuando la función hepática y renal está comprometida, el consumo excesivo éstas podría ejercer presión sobre estos órganos. Este tipo de proteínas están presentes en alimentos como las carnes, el pollo, el pescado y los huevos. Lo ideal es no exceder su ingesta.

Los vegetales y cereales cuentan con proteínas de baja calidad, pero ambos tipos de proteínas son necesarios para un correcto funcionamiento del hígado y los riñones.