Johanna Bahamón
Johanna Bahamón | Foto: Johanna Bahamón Instagram y Diana Rey

PERSONAJES

¡Libre!: la historia de amor y entrega de Johana Bahamón con Evelyn y Clari

La gestora social, conocida por su trabajo en las cárceles, era la acudiente de esta pequeña que nació en El Buen Pastor en Bogotá y la había hecho parte de su familia. Su mamá recuperó la libertad y ahora esa imagen es el símbolo de las segundas oportunidades que han hecho de la gestora un símbolo.

15 de noviembre de 2020

Evelyn ha sido un ángel en la vida de Johanna Bahamón. La exactriz y hoy gestora social conoció a esa hermosa bebé, hija de Clari, en la cárcel del Buen Pastor, donde ella ha hecho un extraordinario trabajo por llevar segundas oportunidades a mujeres que están en ese penal. Desde ahí, su casa volvió a tener chupos, teteros y juguetes por todas partes. La niña ha pasado con ella los fines de semana y largas temporadas y había vivido meses por cuenta de la pandemia.

La razón, es un programa que tiene la cárcel que permite que un acudiente pueda velar por los hijos de un interno. En Colombia, en las siete cárceles de mujeres cientos de niños crecen con sus madres hasta los 3 años. La persona que está pendiente de los pequeños por fuera de la cárcel es casi siempre es un familiar y es quien vela por su bienestar en caso de que necesiten salir de urgencia al médico o para fines recreativos. Pero muchas de estas reclusas no tienen a ninguno cerca o no cumplen con los requerimientos necesarios. En ese caso, una persona voluntaria puede aplicar a esa figura. Eso fue lo que Bahamón hizo con Evelyn. La bebé es parte de la familia y la historia ha conmovido por meses a sus miles de seguidores.

Por eso, dos publicaciones que Johanna Bahamón hizo en su Instagram llenaron de júbilo a muchos. En esta se ve el final feliz que tendrá esta historia. Clari salió libre.

Bahamón fue con la pequeña Clari a la cárcel de Santa Rosa de Viterbo, donde se encontraba recluida en los últimos meses. Hace un par de días compartió la imágen del reencuentro.

Por su trabajo en pro de los derechos de la población carcelaria Johana está acostumbrada a las cárceles. Cuando empezó a visitarlas lo que más le interesaba era verificar si los niños estaban bien. “Estuve gratamente sorprendida al ver que tenían muy buenos jardines infantiles”, le dijo a SEMANA hace unos meses para un reportaje. “Yo creo en las energías y sentí que esta era una señal de que ella era una misión en la vida”, contó Johana.


La historia, que ella detalla en su cuenta de Instagram, ha inspirado a otras personas a ser candidatas para esta noble labor. “Ya tengo cuatro que quieren serlo”, pero aclara que no es fácil porque implica una responsabilidad muy grande pues si el niño necesita ir de urgencias a un hospital en la noche, el acudiente es la persona encargada de llevarlo. “Y es que los niños se enferman casi siempre, no a las dos de la tarde, sino a medianoche”, dijo en esa oportunidad.


Foto: Johana Bahamón con Clari, la mamá de Ebelyn.

Por eso el proceso para ser acudiente es complejo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que es la madre quien escoge al acudiente y no al contrario. La solicitud se hace al Instituto Colombiano de Bienestar Familias (ICBF) y es casi tan meticulosa como una para adoptar. De esta forma garantiza que el acudiente brindará todos los cuidados que una madre tendría con su hijo. Eso hizo Johana: habló con Clary, la mamá de Evelyn, quien aceptó que ella iniciara el proceso para ser la acudiente de la pequeña. Cada madre establece con su acudiente los términos de las visitas y salidas con los niños bebé. Puede ser solo para emergencias, o para las vacunas, pero también puede ser para que esté con ella varios días a la semana para que tenga más actividades recreativas. Cuando la decisión salió a favor de Johana, al cumplir Evelyn los cuatro meses, ellas acordaron que la bebé podía pasar los fines de semana en casa de la familia Salazar Bahamón.


Foto: Los fines de semana la familia de Johana iba a la finca. Un plan que le fascina a Evelyn.

Al cumplir los 3 años, los bebés que nacen en las cárceles deben salir de allí y buscar un hogar en el cual vivir hasta que la mamá recupere la libertad. Para Johana lo mejor es que los hijos estén con la mamá, no importa dónde. El acudiente es una figura que ofrece un tiempo complementario para que ese bebé tenga mejor calidad de vida. “No es necesario, sino complementario, para momentos extras”.

El esposo de Johana, Juan Manuel, está acostumbrado a que ella llegue de la cárcel con una nueva idea, un nuevo objeto y ese día en que ella decidió ser acudiente de Evelyn le preguntó: “bueno, ¿Y hoy que experiencia viviste? Cuando le contó que iba a ser la acudiente de un bebé él lo tomó muy bien. “Mi esposo es divino, a todo lo que yo le diga dice que sí”, dijo Johanna para ese reportaje.

Aunque Mia, la hija de ambos, solo tiene 4 años, la casa tuvo que adaptarse para recibir a Evelyn. “Yo ya había salido de muchas cosas de bebés. Algunas las había regalado, otras las había donado a la cárcel, yo no tenía nada. Entonces llamé a esas amigas a las que les he dados coches, cunas, mesas de bebé y juguetes y les dije: ‘lo que no estén usando me lo devuelven’”. Al haber ya dos niños en la casa, integrar a las actividades a uno más no fue problema para ella. La llevaba al médico de sus hijos y a clases de estimulación temprana.


Foto: Simón y Mía, los dos hijos de Johana adoran a Evelyn.

Los hijos de Johana se han vuelto más generosos gracias a que Evelyn les ha enseñado a compartir. “Es como si le hubiera llegado una hermanita a Mía”, dice. Sin embargo ella no sintió celos de que su mamá le dedicara más tiempo a la bebé que a ella, o que tuviera que compartir el cuarto y su closet con la niña. “Para mí ha sido como volver a tener un bebé. Siento lo mismo que cuando nacieron Simón y Mía. Un hijo trae a una familia, unión, alegría. Yo lo hago por Evelyn pero esta experiencia le ha traído beneficios a todos”.

Según ella, la niña es calmada, comelona, y risueña. “La amamos, es una de las mejores experiencias que hemos tenido como familia. Nos parece delicioso compartir con ella y para todos es una alegría esperar el viernes cuando llega”.

Clari, la mamá, también fue feliz por compartir esa experiencia. Hace unos meses le escribió una carta en la que le agradece por cuidar a su hija y le dice que lo mejor es verla sonreír. “Entendí lo que siente ella y por qué lo hace. Es el amor de una mamá que permite que su hijo tenga otras experiencias aunque eso implique no tenerla a su lado”. El acudiente lo que hace es darle oportunidades diferentes a ese bebé. Ahora que Clari recuperó la libertad, Johanna no perderá a Evelyn, sino que ganará a otro miembro de su familia que podrá vivir muchas cosas con ellos.

Vea el video de Johanna Bahamón hablando de su trabajo en las cárceles