ISLA DE PROVIDENCIA, COLOMBIA - 22 DE NOVIEMBRE: Vista de una casa destruida en el puerto el 22 de noviembre de 2020 en Providencia, Colombia. Las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina fueron azotadas por el huracán Iota en la madrugada del lunes 16 como tormenta de categoría 5, la más fuerte en afectar al país desde que se mantienen registros. La economía de las islas depende de la industria del turismo que ha estado sufriendo debido a las restricciones del coronavirus desde marzo. Según fuentes oficiales, el 98% de la infraestructura de la isla de Providencia fue destruida por los vientos de Iota. El presidente Duque se comunicó con el gobierno de los Estados Unidos en busca de ayuda humanitaria y asistencia en el manejo de crisis de huracanes durante su visita a Providencia y la isla de San Andrés la semana pasada. (Foto de Diego Cuevas / Getty Images)
El huracán Iota arrasó con las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en noviembre del año pasado. Los niños que hoy tiene 6 años verán cinco veces más este tipo de eventos que sus abuelos. (Foto de Diego Cuevas / Getty Images) | Foto: Getty Images

Medioambiente

Los niños de hoy verán tres veces más desastres climáticos

Un estudio publicado en Science revela que los niños de hoy tendrán que vivir muchos más problemas por el calentamiento global de lo que vivieron sus padres. Tambien aumentarán los ciclones tropicales.

28 de septiembre de 2021

Si el planeta continúa calentándose en su trayectoria actual, un niño promedio de 6 años vivirá aproximadamente tres veces más desastres climáticos que sus abuelos, según un estudio, el primero en detallar los impactos del cambio climático a través de las generaciones. Estos niños verán el doble de incendios forestales, 1,7 veces más ciclones tropicales, 3,4 veces más inundaciones de ríos, 2,5 veces más pérdidas de cosechas y 2,3 veces más sequías que alguien nacido en 1960.

El estudio fue publicado en la revista Science y es el resultado de un gran esfuero por parte del autor Win Thiery de cuantificar lo que el llama “inequidad intergeneracional”. Thiery y otros 36 colegas compararon los riesgo de generaciones atrás con el número de eventos climáticos desastrosos que afrontarán los niños de hoy en su existencia. Si las cosas siguen como están, ellos vivirán cinco veces más desastres que si hubiesen vivido hace 150 años.

Los cambios son más visibles en los países en desarrollo. Por ejemplo, en la África Sub-sahariana los niños viviran 50 a 54 veces más oleadas de calor que congéneres en la era preindustrial.

Se trata de una disparidad intergeneracional puesto que estos niños son los que menos han contribuido al calientamiento global pero aún así, son ellos los que afrontarán las consecuencias. Lo mismo sucede con países que son menos desarrollados y contribuyen mucho menos al fenómeno pero verán en sus territorios los desastres ocasionados por el tema. Según Thiery, más de la mitad de todos los gases de efecto invernadero en la atmósfera se generaron después de 1990, lo que significa que la mayoría de los desastres que experimentarán los niños de hoy pueden estar relacionados con las emisiones producidas durante la vida de sus padres.

“Los jóvenes están siendo golpeados por la crisis climática, pero no están en condiciones de tomar decisiones”, dijo. Lo paradojico de la situación es, entonces que “si bien las personas que pueden hacer que el cambio suceda, esas no enfrentarán las consecuencias”.

Además de este estudio,otro publicado en ‘Nature Climate Change’ señala que el aumento del calentamiento global de uno a dos grados Celsius para mediados de siglo podría aumentar en un 25% el número de personas expuestas a los ciclones tropicales, fenomenos considerados entre las catástrofes naturales más destructivas del mundo. Amenazan potencialmente a unos 150 millones de personas cada año.

Además del cambio climático, el crecimiento de la población aumenta la exposición a los ciclones tropicales, especialmente en las zonas costeras de los países de África oriental y Estados Unidos. Considerar el impacto conjunto del cambio climático y el crecimiento de la población ofrece un potencial sin explotar para proteger a una población mundial en constante cambio, señalan los investigadores.

“Si añadimos el crecimiento de la población al calentamiento global de dos grados celsius, en 2050 podríamos ver un aumento de aproximadamente un 40% más de personas expuestas a los ciclones”, afirma Tobias Geiger, investigador del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK) y del Deutscher Wetterdienst (DWD), en Alemania, y autor principal del nuevo estudio.

“Según las previsiones, la población mundial alcanzará su punto máximo hacia mediados de siglo, y un mayor número de personas se enfrentará a ciclones más intensos, debido al cambio climático, lo que supondrá un mayor riesgo para esa población”, añade.

Los esfuerzos hoy están cifrados para frenar el uso de combustibles fósiles y otras actividades que están fomentando el calentamiento del planeta. Esas acciones aún pueden mejorar drásticamente las perspectivas de los niños de hoy, agregó.Thiery Si las personas logran limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales, el riesgo de exposición al calor extremo de los recién nacidos se reducirá casi a la mitad. Podrían ver un 11 por ciento menos de malas cosechas, un 27 por ciento menos de sequías y casi un tercio de las inundaciones de los ríos que si las emisiones continúan sin cesar.

Según los investigadores del segundo estudio, si las reducciones de emisiones limitaran el calentamiento global a 1,5 grados centígrados podrían protegerse acumulativamente a más de 1.800 millones de personas de la exposición a los ciclones tropicales hasta el final de este siglo. Ambos estudios instan a los gobiernos y a las sociedades a reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener a salvo al mayor número posible de personas.

*Con información de Europa Press.