VIDA MODERNA
Ocho cosas que nunca se dejan de hacer durante Semana Santa
Estas son algunas de la actividades que creyentes o no, suelen hacer durante la Semana Mayor.
La Semana Santa es para los creyentes católicos un tiempo de reflexión y espiritualidad, motivo por el que tradicionalmente se aprovechan todas las actividades litúrgicas que se realizan para recordar las enseñanzas de Jesucristo.
Sin embargo, por tratarse de un asunto que hace parte de la cultura y costumbres de una sociedad marcada por las enseñanzas católicas, muchos ponen en marcha tradiciones que tienen que ver con la religión, los sacrificios y la reflexión espiritual. Estas son las actividades que, por lo general, los colombianos más practican durante Semana Santa:
1. Ver películas religiosas: Durante esos días de reflexión, hace parte de la tradición ver las peliculas que se trasmiten durante muchas horas del día por canales nacionales e internacionales, relacionadas con la Biblia y sus principales personajes. Una de ellas es la recordada película La pasión de Cristo, en la que se resalta el sacrificio que hizo Jesús por la humanidad.
2. Consumir pescado: El precepto religioso dice que durante la cuaresma –que termina el domingo de resurrección– no se deben consumir carnes rojas; en cambio, se debe consumir pescado. Para algunos la regla aplica sagradamente para el Viernes Santo, día en el que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret.
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3. Visitar los lugares sagrados: Dentro del plan de muchos, está, por supuesto visitar los lugares sagrados e ir a procesiones. Sin embargo este año, debido a la pandemia, esta tradición no podrá cumplirse por las restricciones implementadas en muchas ciudades para evitar el contagio y propagación del virus. .
4. Ayunar: En términos de Semana Santa y Cuaresma, ayunar es un acto de recogimiento y sacrificio significativo en un momento donde se recuerda la muerte de Jesús.
5. Revivir la fe: En la tradición cristiana católica, la celebración de la Semana Santa implica justamente eso, revivir la fe. Es un momento propicio para reencontrarse con las creencias y fortalecer la espiritualidad de cada persona.
No obstante, los días de la Semana Mayor son también días de descanso laboral. Por eso, para muchos, tanto creyentes como no creyentes, actividades de reunión y esparcimiento ayudan a fortalecer las fuerzas físicas y espirituales. Entre estas actividades están:
6. Pasear: En Semana Santa muchos aprovechan para viajar. Sin embargo, en medio de la pandemia, es mejor pensarlo dos veces debido a las restricciones que se han impuesto en muchas ciudades.
7. Dormir: Como cualquier día de descanso, en Semana Santa muchos aprovechan para dormir y de esta manera descansar en medio de una época ordinaria de trabajo y estudio que no da mucho espacio para ello. Aunque siempre existen puentes y vacaciones, nunca hay tantos días festivos consecutivos como en esta época.
8. Compartir tiempo en familia o con amigos: En estos días de descanso, muchos aprovechan para ver a sus familiares o reunirse con los amigos, y hacer actividades que podrían según las creencias, implicar temas religiosos.
Por otro lado y dado el contexto religioso, a lo largo del tiempo, han surgido muchos mitos sobre cosas que no se deben hacer en la Semana Mayor, que han permeado en la cultura y la tradición a través de la idea del sacrificio que representa esta celebración religiosa.
Entre las “prohibiciones” más comunes están:
- Tener relaciones sexuales, que si bien no está prohibido para los católicos, muchos prefieren evitar para enfocarse en la espiritualidad y no en los placeres físicos.
- Bañarse en un rio, esto debido a que en muchos pueblos existe el mito de que quien se bañe en un río durante estos días puede transformarse en un pez.
- Vestirse de rojo, debido a que, por ser un tiempo de devoción y de conmemoración de la muerte de Cristo, los colores en la vestimenta pueden significar fiesta y ser interpretados como un signo de irrespeto.
- Gritar y hacer actividades fisicas, debido a que es una fecha representativa para el cristianismo que recuerda la crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret, por lo que se debe asumir una posición de luto y penitencia.