Sarro dental
Los cálculos en los dientes aparecen como consecuencia de una mala higiene bucal. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida moderna

¿Por qué se puede tener mal aliento aunque se laven los dientes?

Tener buenos hábitos dentales diarios es clave para evitar esta afección.

23 de diciembre de 2022

Tener mal aliento es una condición que puede causar incomodidad y vergüenza. Uno de los principios básicos de la salud oral es lavar los dientes luego de cada comida. Sobre esto, el portal web Kidshealth señala que algunos individuos no dedican el tiempo oportuno para realizar un lavado correcto de los dientes.

“La verdad es que la mayoría de las personas solo cepillan sus dientes durante 30 a 45 segundos, lo que no es suficiente. Para limpiar todas las superficies de los dientes de manera eficiente, debes cepillarlos durante al menos 2 minutos, como mínimo dos veces al día. Recuerda cepillar también tu lengua, las bacterias aman quedarse allí. También es importante utilizar el hilo dental porque solo cepillarse no eliminará la placa dañina y las partículas de los alimentos que se pegan entre los dientes y las encías”.

Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explican que el mal aliento puede ser causado por el consumo de algunos alimentos, enfermedades y hábitos.

“En muchos casos, puedes mejorar el mal aliento con la higiene dental adecuada y constante. Si las técnicas simples de cuidado personal no resuelven el problema, consulta con tu dentista o médico para asegurarte de que una enfermedad más grave no sea la causa del mal aliento”, apuntan.

Es importante que en caso de que se tenga mal aliento a pesar de cepillarse los dientes y tener buenos hábitos dentales, se acuda a un doctor, para recibir un diagnóstico profesional y un tratamiento oportuno en caso de que se tenga alguna afección.

La xerostomía, también conocida como boca seca, es una afección que puede causar mal aliento. Esta consiste en la disminución de la producción de saliva. En caso de que sea crónica, puede causar otras complicaciones.

Asimismo, también puede haber otras causas relacionadas con trastornos metabólicos, reflujo gastroesofágico o cánceres. Un médico es la única persona autorizada para brindar un diagnóstico. Por eso, la visita al profesional es clave para hallar el factor que provoca el mal aliento e iniciar un tratamiento.

Otros factores que pueden provocar mal aliento:

  • Absceso dental.
  • Cirugía gingival.
  • Alcoholismo.
  • Caries dental.
  • Prótesis dentales.
  • Consumir determinados alimentos como repollo, ajo o cebollas crudas.
  • Café y una dieta no muy bien balanceada en el pH.
  • Objeto atorado en la nariz (generalmente sucede en niños).
  • Enfermedad de las encías (gingivitis, gingivoestomatitis, GUNA).
  • Diente impactado.
  • Mala higiene dental.
  • Amígdalas con grietas o criptas profundas y gránulos de azufre.
  • Sinusitis.
  • Infección de la garganta.
  • Tabaquismo.
  • Suplementos vitamínicos (especialmente en grandes dosis).
  • Algunos medicamentos, incluyendo inyecciones de insulina, triamtereno y paraldehído.

Enfermedades como:

  • Mucositis ulcerativa, necrosante y aguda.
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
  • Insuficiencia renal aguda.
  • Obstrucción intestinal.
  • Bronquiectasias.
  • Insuficiencia renal crónica.
  • Cáncer esofágico.
  • Carcinoma gástrico.
  • Fístula gastroyeyunocólica.
  • Encefalopatía hepática.
  • Cetoacidosis diabética.
  • Infección o absceso pulmonar.
  • Ocena o rinitis atrófica.
  • Enfermedad periodontal.
  • Faringitis.
  • Divertículo de Zenker.

Boca seca

De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los síntomas de la boca seca incluyen los siguientes:

  • Sensación pegajosa y seca en la boca.
  • Problemas para masticar, tragar, degustar o hablar.
  • Sensación de ardor en la boca.
  • Sensación de sequedad en la garganta.
  • Labios resecos.
  • Lengua seca y áspera.
  • Llagas en la boca.
  • Infecciones en la boca.
  • Saliva que se siente espesa y fibrosa.
  • Mal aliento.
  • Dolor de garganta o garganta seca y ronquera.
  • Cambios en el sentido del gusto.
  • Problemas para usar dentaduras postizas.

Algunas de las causas de este trastorno pueden ser el resultado de un efecto secundario del consumo de algunos medicamentos, problemas de envejecimiento o radioterapia para el cáncer.