Presión alta
Fumar puede aumentar el riesgo de sufrir de hipertensión. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

¿Qué debe desayunar una persona con hipertensión?

Los pacientes con hipertensión deben cuidar lo que comen para no empeorar sus síntomas.

25 de mayo de 2023

La hipertensión es un padecimiento frecuente en pacientes de avanzada edad; por lo general, esta enfermedad, no presenta síntomas, razón por la que se recomienda hacerse chequeos frecuentes con el fin de diagnosticar el padecimiento a tiempo. Las personas que han entrado a la etapa del envejecimiento o que tienen antecedentes de hipertensión son las que deben estarse haciendo chequeos con mayor frecuencia.

Cada vez que el corazón late bombea sangre que se desplaza hacia las arterias. La presión arterial aumenta cuando este órgano transporta el líquido rojo por medio de sus latidos, en un proceso llamado presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja y se conoce como presión diastólica, según explica el portal de salud y medicina de la biblioteca de Estados Unidos, MedlinePlus.

La mayoría de las veces las personas que padecen de esta enfermedad deben consumir un medicamento para controlar esta afección; a su vez el profesional de la salud hará algunas recomendaciones en cuanto a la alimentación.

Los pacientes con hipertensión deben limitar el consumo de sodio, la mayoría de alimentos y productos ultraprocesados vienen cargados de este compuesto. También es pertinente reducir la sal que se usa para preparar la comida en casa; para ello, se pueden hacer uso de especies de origen natural o de ajo.

El consumo de sal se ve relacionado con la hipertensión.
El consumo de sal se ve relacionado con la hipertensión. | Foto: Getty Images

El Universal en su sección de salud y cuidado personal brinda algunas recomendaciones alimentarias que pueden seguir los pacientes diagnosticados con hipertensión. Antes de llevarlas a cabo se recomienda consultar con el médico que está tratando y le está haciendo seguimiento a la enfermedad.

Cabe mencionar que la Organización Panamericana de la Salud (OPS), aclara que la alimentación es crucial para la prevención y el manejo de la hipertensión o presión arterial alta. Este padecimiento genera complicaciones, ya que la presión sanguínea se eleva más de lo que debería, aumentando el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.

Se dice que para desayunar se deben escoger los productos de manera inteligente; puesto que al ser la primera comida del día, esta le brindará la energía necesaria al organismo para que lleve a cabo todas sus funciones vitales; además esto hará que el paciente se encuentre en mejores condiciones para poder hacer sus labores.

Desayunar de manera sana, también trae beneficios para los pacientes que padecen de hipertensión, ya que puede regular sus niveles y a la vez puede prevenirla en los pacientes en riesgo de padecerla. El medio antes mencionado indica que el desayuno de un paciente con hipertensión debe contener:

Expertos de la Clínica Mayo, organización sin ánimo de lucro, destacan que una presión arterial normal es cuando no supera 120/80 mm. Foto: Gettyimages.
Expertos de Mayo Clinic, organización sin ánimo de lucro, destacan que una presión arterial normal es cuando no supera 120/80 mm. | Foto: Foto Gettyimages
  • Una cantidad adecuada de potasio, magnesio, calcio y fibra.
  • A su vez se deben limitar las grasas totales, grasas saturadas y colesterol. Para ello, se pueden incluir alimentos que contengan grasas saludables y no nocivas.

Por su parte, “la nutricionista Katherine Bugueño, de la Clínica Bupa Antofagasta, explica que la alimentación de una persona que sufre de hipertensión es muy importante, ya que el aporte nutricional de los alimentos que se recomiendan, resultan de gran ayuda para contrarrestar los efectos del padecimiento en el organismo”.

Salmón
El salmón ayuda disminuir la presión arterial. | Foto: Getty Images
  • Cereales sin azúcar, y de granos enteros.
  • Lácteos como leche o yogures no azucarados, de preferencia con fruta, deslactosados.
  • Huevos.
  • Frutas y verduras (siempre frescas y no enlatadas, ni en almíbar, ni desecadas, y mucho menos confitadas), como la toronja, la sandía, los frutos rojos, el banano o el aguacate.
  • Té.
  • Pescado.
  • Hummus.
  • Frijoles.
  • Nueces y semillas.
  • Pan integral.
  • Avena.
  • Agua.
  • Aceites o grasas más saludables, como el de oliva o de girasol.