Universidad de Barranquilla trabaja en una vacuna oral contra el coronavirus

Las dificultades que se han registrado en la producción y distribución de las vacunas contra el coronavirus han llevado a las autoridades sanitarias y a sectores privados de varios países a poner en marcha proyectos para desarrollar sus propias vacunas y medicamentos para el control de la pandemia.

La preocupación radica en que apenas un 8.7 % de la población mundial (675′399.562 personas) han recibido la vacuna. De ese total; únicamente 333′076.022 corresponde a personas completamente vacunadas (4.3 % de la población global).

En el propósito de desarrollar alternativas para combatir la pandemia, en Barranquilla se avanza en el estudio de una vacuna oral contra el coronavirus, adelantado por un equipo científico de la Universidad Simón Bolívar (Unisimón). El proyecto, que comenzó hace un año, es adelantado conjuntamente con la Universidad Javeriana de Cali y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, UPTC.

Juvenal Yosa Reyes, quien es el director del Laboratorio de Simulación Molecular y Bioinformática de Unisimón aseguró que el diseño de la vacuna utiliza una aproximación in silico (simulación computacional), que integra datos genéticos de poblaciones de 18 países de Latinoamérica y es afín a las proteínas y regiones de interés del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.

Con él trabajaron Andrés Felipe Cuspoca MD, Laura Lorena Díaz MD, Álvaro Fernando Acosta MD , Marcela Katherine Peñaloza MD y Yardany Rafael Méndez PhD, por la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), y Diana Carolina Clavijo PhD, por la Universidad Javeriana de Cali.

“Sacamos partes de proteína que se codifica para el virus y durante meses realizamos combinaciones para finalmente obtener una que es la que finalmente creemos que funcione. La vacuna es termoestable, es decir que se mantiene en el tiempo y no necesita procesos de refrigeración”, explicó el investigador.

Las regiones del virus con mejor capacidad de una respuesta inmune específica se han incluido en un modelo vacunal multi-epítope, el cual integra características deseadas para ser ensayadas en un modelo experimental.

De acuerdo con las simulaciones realizadas por el grupo, la vacuna es termoestable, no es toxica y posee un perfil de seguridad alto porque no presenta riesgo para personas con tendencia a generar alergias, lo que ha arrojado una alta probabilidad para que pueda funcionar.

“Un epítope es un pedazo del virus. Nuestra propuesta es multi-epítope, porque tomamos no uno, sino varios fragmentos de proteínas del SARS-CoV2 con el fin de generar una mejor respuesta inmune y asegurarnos de que, si no es de Spike –una de las proteinas clave del coronavirus–, es de otra parte que sepuede generar una respuesta inmune”, explicó el profesor Yosa.

El grupo de científicos colombianos estima que el uso de varios fragmentos de Spike y de otras proteínas que se generan en la infección temprana y se relacionan con el desenlace clínico, puede ser una táctica adecuada para superar las variantes emergentes del SARS-CoV-2 ofreciendo una respuesta específica y segura.

Agregó que ahora deberán concentrarse en buscar apoyo con diferentes laboratorios para la prueba con animales y posteriormente pasar a una segunda fase para el ensayo con humanos.

“Estamos consiguiendo fondos y aliándonos con laboratorios aquí en Colombia que producen vacunas en animales y que ya tienen toda su plataforma, para que en pocos meses podamos probarla”, afirmó.

Se espera que en pocos meses, se obtenga un resultado del trabajo que adelantan los investigadores, con esta potencial vacuna que pretenden, pueda aplicarse vía oral y no por medio de una inyección, para facilitar aún más su acceso en el mercado.