P R E V E N C I O N

Vientos de influenza

Esta enfermedad puede ser mortal. Este es el momento apropiado para vacunarse contra el virus y prevenir una epidemia.

24 de septiembre de 2001

En esta epoca del año llegan al país las brisas y las lluvias de invierno. Pero también llegan la tos, el estornudo, la fiebre y el dolor en el cuerpo debido al virus de la influenza, que encuentra en estas condiciones la oportunidad perfecta para incubarse y desatar una epidemia. Cada año afecta a millones de personas en todo el mundo y Colombia no ha sido la excepción pues la epidemia, que en 1996 se conoció con el nombre del ‘abrazo del pato’, infectó a 10 millones de personas de todas las edades.

Contrariamente a lo que suele pensarse la influenza no es una gripa o un resfriado. Aunque también es una enfermedad viral y sus síntomas son similares, esta enfermedad es mucho más severa. Mientras que un resfriado común sólo se presenta con síntomas locales, como flujo nasal, los de la influenza son sistémicos, es decir, afectan todos los sistemas del cuerpo. Por eso se caracteriza por fiebres altas (entre los 39 y 40 grados), que aparecen súbitamente y pueden persistir durante cuatro días, intensos dolores de cabeza, musculares y en las articulaciones así como gran debilidad. Aparte de estas diferencias los virus que producen la gripa y el resfriado son diferentes.

Más grave aún son las complicaciones que genera el virus: sinusitis, otitis e incluso bronquitis y neumonía, que pueden poner en peligro la vida del enfermo. Además suelen agravarse las personas que sufren de insuficiencia cardíaca, problemas pulmonares, asmáticos, infectadas con el VIH y diabéticos. Por si fuera poco se ha establecido que la tasa de mortalidad puede variar entre 5 y 10 por ciento de las personas afectadas.

Por eso la influenza es una enfermedad de mucho cuidado y aunque no existe ningún medicamento eficaz contra el virus, a diferencia de los resfriados, que se tratan con antiistamínicos y en algunos casos con antibióticos, sí hay una vacuna que previene al organismo.

La vacuna existe en el mundo desde hace más de 25 años y en algunos países es obligatorio aplicársela para evitar las epidemias que suelen afectar al 10 por ciento de la población mundial. No basta con una sola aplicación en la vida sino que es importante recibir anualmente la vacuna debido a que el virus de la influenza está compuesto por virus mutantes que cambian año tras año, de manera que el sistema inmunológico no los reconoce.

Los especialistas han demostrado que en Colombia la epidemia aparece entre los meses de septiembre y diciembre, período de lluvias en el país. Por ello es aconsejable vacunarse en agosto para anticiparse a la llegada del virus. Posiblemente muchas personas creen estar protegidas porque se vacunaron en meses anteriores de este mismo año, pero no están exentas de que el virus las afecte. Estas personas están vacunadas contra el virus que atacó el año pasado, muy diferente al actual, para el que esa vacuna no tiene efecto.

En la vacuna 2001-2002 (que protegerá desde este mes hasta agosto del próximo año) se incluyen los tres virus que más fuerza tendrán cuando llegue la epidemia. La protección de esta vacuna es efectiva aproximadamente dos semanas después de haber sido puesta y el nivel más alto de defensa se alcanza entre la cuarta y sexta semana. Los niños sólo pueden ser vacunados a partir de los 6 meses de edad y las mujeres embarazadas después del tercer mes de gestación. La única contraindicación para la aplicación de la vacuna es para los pacientes que sufran alergia severa al huevo. Pero en general, especialmente niños y ancianos, deben protegerse, si no quieren verse afectados por otro ‘abrazo del pato’.