Los medicamentos pueden generar efectos secundarios, por ello, las personas recurren a remedios caseros para tratar los hongos en los pies. Foto: GettyImages.
Por lo general, las personas recurren a remedios caseros para tratar los hongos en las uñas de los pies. | Foto: Gettyimages

Vida moderna

Aceite de orégano: así se puede usar para eliminar los hongos en las uñas

Este tipo de infección se debe tratar a tiempo, para evitar mayores daños en la zona afectada.

29 de marzo de 2022

Los hongos en las uñas suelen ser una afección común en las personas. Según detalla Sanitas, entida de salud, la onicomicosis es una enfermedad infecciosa de las uñas que puede ser provocada por diferentes tipos de hongos.

Los primero signos de hongos en las uñas se presentan con la aparición de manchas blancas en el borde, cercano a la cutícula. Luego, se extiende a toda la superficie. “Además, la infección puede causar el ablandamiento de la uña y, como consecuencia, la deformaión de la misma. Al ser una enfermedad infecciosa, es también contagiosa, pudiéndose extender de una uña a otra e incluso a otras personas”, explica Sanitas.

La mayoría de los hongos en las uñas no suelen ser graves. Su tratamiento puede ser la aplicación de cremas especiales y el cuidado personal de la zona afectada. No obstante, en caso de que la infección persista, es importante consultar a un profesional médico.

Salud 180, portal especializado en salud, explica cómo preparar un remedio casero con aceite de orégano para tratar los hongos en las uñas.

Ingredientes

  • 3 gotas de aceite de orégano.
  • 1 cucharada de aceite de oliva.

Preparación

En un recipiente, añadir ambos ingredientes y mezclar muy bien.

¿Cómo utilizarlo?

  1. Aplicar la mezcla en las uñas afectadas.
  2. Esperar a que se seque.
  3. Repetir diariamente para mejorar los resultados. Lo ideal es utilizar zapatos abiertos mientras se realice este tratamiento.

Prevención

El aseo personal es una de las herramientas clave más importante para prevenir los hongos y evitar el riesgo de reinfecciones. Respecto a esto, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación brinda algunas recomendaciones para tener en cuenta:

  • Lavarse las manos y los pies frecuentemente. Aplicar crema humectante luego del lavado de las uñas.
  • Cortar las uñas en forma recta. Limar las áreas gruesas y desinfectar cada una de las herramientas utilizadas para la limpieza de las uñas.
  • Utilizar medias que absorban el sudor.
  • Elegir zapatos que permitan que la piel del pie respire. Usar calzado fabricado con materiales que mantengan los pies frescos.
  • Se deben evitar calzados viejos.
  • No utilizar esmalte de uñas ni uñas postizas.

¿Cómo curar una uña infectada con hongo?

Si la infección es leve, se puede curar fácilmente en casa. Los expertos de Mayo Clinic explican cómo hacerlo:

  • Utilizar cremas antifúngicas para uñas. Estas se pueden adquirir en una farmacia o supermercado, pues son de venta libre.
  • Recortar las uñas. Si se observan marcas blancas en la superficie, limar la superficie y remojarla en agua. Luego, secar y aplicar la crema antifúngica.

Infección micótica

Según indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las infecciones micóticas de la uña comienzan generalmente luego de una infección micótica en los pies. Los lugares más comunes son las uñas de los dedos de pie y suelen presentarse frecuentemente en adultos mayores.

Síntomas

Una infección micótica puede identificarse por los siguientes signos:

  • Fragilidad.
  • Cambio en el contorno de la uña.
  • Desmoronamiento de los bordes externos de la uña.
  • Detritos atrapados debajo de las uñas.
  • Aflojamiento o levantamiento de la uña.
  • Pérdida del brillo y el lustre de la superficie de la uña.
  • Engrosamiento de la uña.
  • Franjas amarillas o blancas en el lado de la uña.

Quienes tengan las siguientes características tienen un mayor riesgo de sufrir una infección micótica.

  • Diabetes.
  • Enfermedad vascular periférica.
  • Neuropatías periféricas.
  • Lesiones leves en la piel o las uñas.
  • Deformidad o enfermedad en la uña.
  • Piel húmeda por mucho tiempo.
  • Problemas del sistema inmunitario.
  • Antecedentes familiares.
  • Usa calzado que no permite que sus pies se mantengan aireados.