Las señales de que el intestino está lleno de toxinas

El cuerpo requiere de procesos internos que ayuden a los órganos a cumplir con sus respectivas funciones; sin embargo, existen algunos elementos como las toxinas que impiden que el cuerpo funcione como debe ser. De este modo, cuando las afecciones atacan, el organismo es el principal afectado. Por eso, expertos recomiendan eliminar las toxinas a través de una limpieza o depuración.

De acuerdo con el portal web Reset your life, las toxinas están en la mayoría del ambiente. Usualmente, un organismo las adquiere por medio del aire que se respira, medicamentos, productos cosméticos de uso diario, conservantes, aditivos químicos, consumo de alcohol y tabaco, alimentos procesados, entre otros.

Estas como son tan variables, se pueden adquirir rápidamente, ya que el cuerpo necesita eliminar estas toxinas porque son las que producen un estrés innecesario en las células, indica el citado portal. Adicional a ello, Sanitas explica que a dicha condición se le llama estrés oxidativo y se da “cuando los antioxidantes no son suficientes para contrarrestar los radicales libres y se produce un aumento de la presencia de los mismos en la célula”.

Así las cosas, estas toxinas se genera un incremento de la actividad oxidativa que origina un cambio estructural celular y puede conducir a la muerte de las mismas, detallan los expertos.

Señales de que el intestino está lleno de toxinas

La Vida Lúcida da a conocer algunas señales de que el organismo contiene toxinas:

• Estreñimiento crónico: este síntoma, cuando es frecuente, aumenta la dificultad para evacuar regularmente las heces. El estreñimiento prolongado puede dificultar la eliminación adecuada de desechos y toxinas del cuerpo.
• Inflamación abdominal: como tal, la acumulación de toxinas en el intestino puede provocar inflamación y distensión abdominal. Cuando el abdomen se siente hinchado de manera constante, incluso después de comer porciones normales de comida, puede ser una señal de que el intestino está lleno de toxinas.
• Mal aliento persistente: la halitosis o el mal aliento crónico, puede ser un signo de que hay toxinas acumuladas en el intestino. Estas toxinas pueden afectar la salud oral y contribuir al mal aliento.
• Fatiga constante: si se siente cansado y agotado, a pesar de dormir lo suficiente, podría ser una señal de que el intestino está sobrecargado de toxinas. La acumulación de toxinas puede afectar negativamente la energía y vitalidad.
• Aumento de peso inexplicado: el aumento de peso inexplicado podría ser un indicio de que su intestino está lleno de toxinas. Esto puede interferir con el metabolismo y contribuir al aumento de peso.

Para limpiar o depurar al cuerpo de las toxinas, el portal Nosotras compartimos un par de acciones naturales, como:

• Tomar agua con limón en ayunas, antes se recomienda consulta con médicos.
• Crear una rutina de sueño estable, con horarios puntuales para ir a la cama y despertar.
• Realizar al menos 30 minutos de ejercicios al día.
• Incluir alimentos ricos en vitamina C en la dieta. Entre los más representativos se encuentra el kiwi, la naranja, el brócoli y las fresas.

1. Manzanas: estas frutas son una excelente fuente de fibra y pectina, una sustancia que ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo. Además, contienen compuestos antioxidantes que pueden proteger contra el daño celular. La Universidad de Michigan destaca que las manzanas son una opción ideal para la desintoxicación debido a su contenido de fibra y su capacidad para estimular el sistema digestivo.

2. Remolachas: las remolachas son conocidas por su capacidad para purificar la sangre y desintoxicar el hígado. Son ricas en betalainas, compuestos antioxidantes que ayudan en la eliminación de sustancias tóxicas del cuerpo. La Harvard Medical School menciona que las remolachas son una excelente fuente de nutrientes y pueden ser incluidas en ensaladas o jugos para obtener sus beneficios desintoxicantes.

• Optar por consumir siempre comida preparada en casa con alimentos orgánicos.
• Evitar fumar.
• Tomar bebidas détox. Cada tres meses se puede consumir una preparación a base de frutas, verduras y finas hierbas para aportar minerales y vitaminas extras al organismo.