El ministro de Hacienda, Germán Ávila, y el director (e) de la Dian, Carlos Betancourt, parecen no estar dispuestos a darse por vencidos con la reforma tributaria, que fue planteada como una ley de financiamiento, para cubrir el faltante que tiene el presupuesto de 2026.

Este jueves 20 de noviembre, en reuniones privadas con los ponentes y coordinadores ponentes del proyecto de ley que hace trámite en el Congreso de la República, realizaron ajustes a las medidas que han generado más polémicas.

La iniciativa del Gobierno Petro, que inicialmente iba por 26 billones de pesos y después se bajó, apostándole luego a 16,3 billones, tuvo su revés en el Legislativo tan pronto intentó salir al ruedo.

Debate de la Ley de Financiamiento. Noviembre 19 de 2025 | Foto: Sesiones económicas del Congreso / Youtube

Las comisiones económicas conjuntas fueron citadas para escuchar la presentación que haría el ministro Ávila, pero el debate no se dio, porque sucedió algo inesperado. La resolución que debía emitirse para autorizar las sesiones conjuntas no tenía las firmas de los vicepresidentes de la Cámara de Representantes, lo que fue recibido como un intento de saboteo al trámite. Inclusive, motivó peticiones de algunos parlamentarios, quienes solicitaron acudir a la Procuraduría, para llevar ante esa entidad la queja del incumplimiento de funciones de los dos integrantes de la mesa directiva.

Ambiente caldeado por el escenario político

En general, el ambiente no parece estar despejado para el inicio del debate, pues muchos congresistas manifestaron su intención de no respaldar la reforma a los impuestos, por considerar que sumaría una carga más al golpeado bolsillo de las familias colombianas.

Incluso, la representante a la Cámara, Katherine Miranda, presentó una ponencia de archivo, para que la propuesta del Ejecutivo no evolucione en su trámite.

Pero en la reunión del Ministerio de Hacienda con los ponentes se hicieron ajustes al texto, en procura de abrir paso a la iniciativa, que sería el segundo proyecto de ley con impuestos que tramita el Gobierno de Gustavo Petro en el tiempo de su mandato.

La reforma tributaria aún tiene el futuro incierto. | Foto: El País

Los ajustes

Dentro de los ajustes realizados en la reunión realizada este jueves hay que mencionar el del retiro de todas las medidas relacionadas con combustibles, por considerarse como uno de los puntos de mayor controversia.

En lo que sí se ratificó el Ministerio de Hacienda fue en la intención de ponerle mayor progresividad al impuesto de renta de personas naturales, lo que implica que la tabla con los valores a través de los cuales se define el porcentaje tributario a pagar, según el ingreso del contribuyente, tendrá nuevos peldaños.

De igual manera, se moderó un poco el impuesto al tabaco y la cerveza, que inicialmente apuntaba a un recaudo de 7,8 billones de pesos y ahora solo recogerá 3,1 billones de pesos. Al respecto, algunos parlamentarios han manifestado que afectaría las arcas de las regiones, porque el encarecimiento del producto, por cuenta de los tributos, reduciría las ventas y parte de los ingresos de los entes territoriales dependen de este comercio.

Para el Ministerio de Hacienda, entre tanto, se trataría de un impuesto saludable y con el ajuste aplicado a la propuesta en el documento tributario estarían buscando un alivio en el efecto, pero también una protección a los consumidores.

Reunión de ponentes y coordinadores ponentes sobre la reforma tributaria o ley de financiamiento. | Foto: Olga Lucía Velásquez / Cortesía

Sin impuesto a la boletería

Adicionalmente, el Ministerio confirmó que fue eliminado el impuesto a la boletería para ciertos espectáculos, tema que también generó rechazo.

En la reunión entre representantes del Ejecutivo y el Legislativo también se discutió el tema del IVA para vehículos híbridos, alrededor del cual, el ministro Ávila confirmó: “vamos a ajustar el tema y nos vamos a concentrar en aquellos que tienen un alto componente de combustión”.

El principal mensaje que estaría buscando enviar el Ministerio de las finanzas públicas sería el de la disposición a llegar a consensos, para construir un proyecto de ley que sea viable para las necesidades fiscales y acorde con el escenario político que implica la proximidad de las elecciones para elegir congresistas.