El presidente del Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, asumió un gran riesgo al pactar con el polémico líder independentista catalán Carles Puigdemont para mantenerse en el poder, una decisión que divide a la sociedad española y genera controversia también en su propio partido, generando el rechazo de muchas voces.

Percibida por una parte de la sociedad española como una amenaza al Estado de derecho, esta amnistía ha levantado una gran polémica en el país, seis años después del convulso otoño de 2017, cuando España vivió una de las peores crisis políticas de las últimas décadas. Y el impacto de esta decisión ya se refleja en las intenciones de voto.

Según el último barómetro del instituto gubernamental CIS, publicado el viernes, el Partido Socialista perdió 1,3 puntos en un mes (31,3 % frente al 32,6 % en octubre), mientras que la principal formación de derecha, el Partido Popular (PP), ganó 1,7 puntos (33,9 % frente al 32,2 %).

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. | Foto: Europa Press 2023

Protestas

Fuerza más votada en las legislativas de julio, aunque después no logró los apoyos suficientes en el Parlamento para investir a su candidato, el PP trata de movilizar ahora a los españoles, más allá de sus filas, para protestar contra la futura amnistía.

El partido de extrema derecha Vox, de su lado, va mucho más lejos, y llamó a los españoles a la “resistencia”. “Tenemos el deber de resistir a un gobierno y a un tirano que va a obtener el apoyo a la investidura con todos los enemigos de España”, declaró el jueves por la noche el líder de la formación ultranacionalista, Santiago Abascal, durante una manifestación frente a la sede del Partido Socialista (PSOE) en Madrid.

Pedro Sánchez. | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

Estas protestas, convocadas todas las noches desde hace una semana ante las instalaciones del PSOE, derivaron en disturbios y cargas policiales en los últimos días. En la concentración del jueves, a la que acudieron unas 8.000 personas según la delegación del Gobierno, la policía detuvo a 24 personas. El descontento también está creciendo dentro de la magistratura, y no solo entre los jueces conservadores.

Las principales asociaciones de magistrados, de todas las orientaciones, consideraron el jueves en un comunicado que partes del acuerdo de los socialistas con Puigdemont suponen una “quiebra de la separación de poderes”, además de traslucir “desconfianza en el funcionamiento del Poder Judicial”.

El líder separatista catalán Puigdemont frente a su oficina en el Parlamento Europeo en Bruselas. | Foto: Restringido

Puigdemont, aliado imprevisible

Observada de cerca desde Bruselas, que pidió esta semana “información detallada” sobre su alcance, la futura ley de amnistía genera división incluso dentro del mismo Partido Socialista de Sánchez.

En un ataque directo al presidente del Gobierno, este barón socialista consideró que el “ansia” por gobernar no debería llevar a un acuerdo con una persona que pretende “acabar con la Constitución y con la unidad del país”. Más allá de la actual escalada de tensiones, la gran incógnita que se abre ahora para Sánchez es sobre la fiabilidad de Puigdemont, muy crítico con su gobierno en los últimos años.

“Ahora empieza el baile”, valoró el politólogo Oriol Bartomeus, que consideró que “la gobernabilidad de España le importa poquísimo” al partido de Puigdemont, cuya prioridad es mostrarse ante su base de simpatizantes en Cataluña como más independentista y duro en la negociación que la otra gran formación separatista, ERC. “Es un riesgo, pero “a Pedro Sánchez, le gusta eso, el riesgo”, agregó.

*Con información de AFP.