Este jueves 6 de noviembre en Austin, Texas, la junta directiva de la compañía Tesla se reunirá en pleno para determinar si se le asigna un nuevo paquete salarial a su director ejecutivo, el sudafricano Elon Musk.
El consejo de administración de la compañía propuso otorgarle a Musk una cuota salarial de un billón de dólares que se repartirían durante 10 años, entre el periodo 2025-2035.
Ahora bien, su desembolso estaría sujeto a cumplimiento de ambiciosos objetivos y metas proyectadas por Tesla.
La mayoría del dinero vendría en forma de acciones, ya que la fortuna del magnate no se basa en su fuerza salarial sino en el valor de sus acciones en la bolsa.
Al interior de la compañía no están de acuerdo con la cifra
Para obtener sus acciones de Tesla, Musk debe conseguir la aprobación de la mayoría de los accionistas con derecho a voto de la empresa.
Una de las condiciones para ser acreedor del paquete si es aprobado, es vender el mercado de automóviles 20 millones de Teslas en 10 años.
También deberá aumentar el valor de la compañía y producir cerca de un millón de robots, además de triplicar las ganancias operativas.
Analistas sugieren que si bien Tesla no ha tenido las mejores ventas en los últimos tiempos, la acciones siguen fortaleciéndose porque varios inversores siguen creyendo en la capacidad de Musk.
Al interior de la compañía hay inversores que no están de acuerdo con el paquete
Calpers, mayor fondo de pensiones público de EE. UU., y el fondo soberano de Noruega, sostienen que la remuneración es excesiva.
La incursión de Musk en la política y sus declaraciones polémicas también han mermado la confianza de inversores importantes para el funcionamiento de Tesla.
Además, han expresado la preocupación por la falta de independencia del consejo que la diseñó, del que forma parte el hermano de Musk.
Dos organismos de control corporativo, Institutional Shareholder Service y Glass Lewis, también han anunciado su voto en contra.
Igualmente, están presentes la implicaciones éticas de la suma que recibiría Musk, ya que lo convertirían en el primer trillonario del mundo en un contexto humanitario muy complejo.
Según estimaciones, Musk estaría ganando alrededor de 90 millones de dólares por día a medida que sus acciones se valorizan.