SEMANA: ¿Cómo está el panorama actual en términos de empleo y desempleo de las personas con discapacidad en el país?
Alejandra Arenas: Las cifras que tenemos hoy en día indican que la tasa de desempleo de población con discapacidad, considerando las siete categorías de discapacidad, oscila entre el 78 y el 80 por ciento. O sea, de cada diez personas con discapacidad, solo dos logran insertarse en el mundo laboral. Cuando analizamos las siete categorías, física, auditiva, visual, sordoceguera, psicosocial, intelectual y múltiple, la gran mayoría de estas dos últimas tienen discapacidad física. Colombia pierde entre el 5,3 y el 6,9 por ciento de su producto interno bruto por no dar empleo a personas con discapacidad.
SEMANA: Hablando del impacto económico, ¿cómo contribuye la empleabilidad de personas con discapacidad a la economía del país?
A.A.: Genera un cambio profundo, porque discapacidad y pobreza van de la mano. En una familia de escasos recursos en la que nace un hijo con discapacidad, la madre casi siempre sacrifica su vida productiva para cuidarlo. Si no se interviene pronto, el niño puede perder habilidades y competencias. La discapacidad tiene costos y genera gastos, agravando la pobreza familiar. Además, el 33 por ciento de los niños con discapacidad en Colombia no asisten al colegio porque la familia apuesta por quienes pueden aprender, es decir, los hijos sin discapacidad. Cuando el hijo con discapacidad consigue empleo, es el que lleva el sustento a la casa, y la mamá puede reincorporarse a trabajar, aunque generalmente en la informalidad. Esto rompe los círculos de pobreza. Los amigos del alma, como los llamamos en la fundación, reportan que familias que no creían que podían trabajar ven cómo se resignifica la discapacidad. Trabajar es el mejor tratamiento: aprenden códigos corporativos y se sienten iguales a los demás. Cuando logran ingresar al mundo laboral, se resignifica esa condición y se convierten en referentes que sacan de la pobreza a sus familias.
SEMANA: ¿Cuál es la apuesta de Best Buddies en Colombia respecto a la empleabilidad de la comunidad con discapacidad intelectual y autismo?
A.A.: Nuestra primera apuesta fue generar empleo inclusivo. Colombia es el país que más plazas de empleo ha generado dentro de los 40 países con Best Buddies. Nuestro programa bandera ha vinculado laboralmente a casi 750 amigos del alma con contratos con todas las garantías laborales en 100 empresas. La meta este 2025 es llegar a 1.000 personas. También tenemos un programa que antes estaba enfocado en colegios y universidades, pero hoy apunta al voluntariado corporativo para sensibilizar a las empresas con la experiencia directa de socializar con amigos del alma. En 2021 fundamos nuestra propia escuela dirigida únicamente a personas con discapacidad intelectual y autismo, donde hemos formado a casi 800 amigos del alma en 11 habilidades socioemocionales, como manejo del tiempo, trabajo en equipo o comunicación asertiva, habilidades necesarias para el mundo empresarial, y todo es completamente gratis.
SEMANA: ¿Cuáles han sido los principales retos en el proceso de capacitación y formación?
A.A.: Lo más difícil es la pedagogía. Hay un péndulo entre el trato condescendiente, con el que se infantiliza a las personas, y luego la invisibilización, en la que las empresas no integran realmente a la población. Nuestro modelo prevé antes del ingreso una semana de sensibilización para aclarar qué términos son apropiados; involucramos a la familia y así rompemos sesgos en temas de inclusión. Luego, un preparador laboral de nuestra fundación acompaña a la persona para hacer ajustes razonables, que cambian con el tiempo según su desarrollo. Esto se trata de un matrimonio entre la empresa y la persona con discapacidad, en el que la empresa asume responsabilidades para que el rol sea realmente inclusivo.
SEMANA: ¿En qué industrias se encuentran más oportunidades laborales?
A.A.: La mitad de las 100 empresas con las que trabajamos son retailers y restaurantes de comida rápida. Los perfiles operativos son los más comunes, pero también hay vacantes en almacenes de cadena. Los amigos del alma pueden trabajar en el back office de una organización, es decir, pueden estar de cara al cliente interno, organizar archivo, bases de datos sencillas y funciones administrativas.
SEMANA: ¿Qué nos puede decir sobre la productividad laboral?
A.A.: Un estudio reciente presentado por Colsubsidio reveló que las empresas aumentan su productividad en un 19 por ciento al contratar personas con discapacidad. Además, nuestros amigos del alma tienen evaluaciones de desempeño superiores al 94 por ciento, demostrando que son empleados competentes. Aquí nadie está haciendo un favor, es una relación de valor.
SEMANA: Y, en términos salariales, ¿cómo está el panorama?
A.A.: Reciben el mismo salario que cualquier otro colaborador que haga el mismo trabajo. El rango salarial es el mismo que con el resto de colaboradores en una empresa. Esto es fundamental para la dignidad laboral. Además, algunos tienen otros beneficios, como medicina prepagada o apoyo para vivienda; por ejemplo, de los 750 empleados, más de 90 ya tienen casa propia.
SEMANA: Sobre los resultados, ¿qué ejemplos o historias transformadoras puede compartir?
A.A.: Hay historias increíbles. Algunas son personas que se casan, tienen hijos y se independizan. Un amigo del alma llegó a nosotros por maltrato infantil y discapacidad adquirida, vivió en la calle reciclando basura y, gracias al empleo, sacó a su papá de la drogadicción y compró su casa. Otro caso es el de una persona en Barranquilla que, tras muchas puertas cerradas, logró graduarse de abogado con apoyo del programa y la empresa. También vemos a empleados que inspiran a compañeros que tienen familiares con discapacidad, impulsando nuevas contrataciones dentro de las mismas empresas.
SEMANA: ¿Cómo impactará la reforma laboral la inclusión laboral de personas con discapacidad?
A.A.: Hoy la reforma establece que las empresas a partir de 100 hasta los primeros 500 trabajadores deben contratar 2 personas por cada 100 empleados, es decir que una empresa con 500 empleados debe tener 10 personas contratadas, y, a partir de 501 trabajadores, una persona adicional contratada por cada 100. Es decir, una empresa de 600 trabajadores deberá contratar 11. Las personas deben tener certificado de discapacidad, lo que ha sido una barrera, porque los recursos para certificar son limitados. Actualmente, hay más de 3.134.000 personas con discapacidad en Colombia y, según las cuentas, como se han ido asignando esos recursos, nos tomaría 99 años certificarlos a todos con los recursos actuales. La reforma será obligatoria desde junio de 2026, con sanciones pecuniarias para las empresas que no cumplan.
Hay que entender que aquí nadie pierde, todos ganan. El trabajo dignifica, y todos tenemos potencial para aportar. Cuando vemos a los amigos del alma desde sus capacidades y las empresas hacen ajustes para incluirlos, la empatía crece y los colaboradores se sienten orgullosos. La inclusión laboral impulsa varios objetivos de desarrollo sostenible, como trabajo digno, reducción de desigualdades y erradicación del hambre. Es un beneficio mutuo: las empresas que contratan población con discapacidad ganan productividad y transformación social. Esto es un compromiso de la sociedad, no un favor.