A las 5:10 p. m. del viernes 5 de diciembre, integrantes del frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc, habrían ejecutado un macabro plan que dejó cuatro personas heridas después de que lanzaron explosivos desde drones contra la subestación de Policía del municipio de Patía, en Cauca.
El hecho, que se perpetró en plena zona rural, iba dirigido en contra de los integrantes de la Policía Nacional, pero las graves consecuencias de las explosiones terminaron dejando tres civiles y un uniformado herido.
Fuentes en el departamento confirmaron que las víctimas son el comandante encargado de la subestación, un hombre que tuvo aturdimiento, una mujer que resultó afectada en una de sus piernas y un menor de edad que resultó herido en un brazo.
Los hechos ocurrieron cuando una carga de explosivos a bordo de un dron fue accionada a la altura de la vía Panamericana, cerca de la subestación de Policía del Patía, el municipio que ha sentido los graves efectos de la presencia de los grupos armados ilegales en una zona estratégica como lo es el departamento del Cauca.
Las autoridades en el Patía han informado que los heridos fueron trasladados a un centro asistencial del municipio, mientras las autoridades adelantan operativos que permitan identificar y capturar a los responsables de este nuevo hecho de violencia en el suroccidente colombiano.
Ese municipio en Cauca ha sentido los graves efectos de la guerra que se ha desatado entre ilegales por el control del territorio, la expansión de los grupos armados y los oscuros intereses sobre actividades criminales como el narcotráfico y la minería ilegal.
Hace tan solo dos meses, un soldado muerto y cinco más resultaron heridos en zona urbana de El Patía, al sur del Cauca, cuando realizaban un movimiento táctico motorizado entre la ruta que comunica a Popayán con El Estrecho.
Lo particular es que en esa ocasión el artefacto improvisado fue instalado a un costado de la vía y activado al paso de los uniformados del Batallón de Infantería n.º 7, que adelantaban el operativo en esa región del país.
Ese hecho, que dejó la muerte del soldado profesional Johan Cuéllar, también fue atribuido a la misma estructura de las disidencias de las Farc, y calificado por el Ejército como un “cobarde ataque terrorista” que violó los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario.