Como parte de una ampliación de la calle 80 que busca integrar la capital con municipios cercanos, TransMilenio empezará a estudiarse para llegar hasta Cota, en la Sabana de Bogotá. El proyecto, en etapa de estudios de prefactibilidad, prevé una inversión inicial cercana a los 13.440 millones de pesos y obras puntuales que servirían para conectar rutas intermunicipales y servicios urbanos.
La iniciativa forma parte de la agenda de la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, la entidad que coordina políticas territoriales entre la capital y los municipios aledaños y que agrupa a más de 11 millones de habitantes. La ampliación de la calle 80 y la posible extensión de TransMilenio hacia Cota buscan aliviar la congestión de ese corredor y facilitar traslados entre Bogotá y la Sabana de Occidente.
¿Qué incluye la fase que comienza ahora?
La etapa que se financia y que ya tiene convenio firmado es la de prefactibilidad: diagnosticar técnicamente la vía, evaluar impactos ambientales y construir los diseños que permitirán pasar a obras concretas.
Entre las obras que se mencionan como prioritarias están:
- Construcción de un tercer carril entre la glorieta de Siberia y el puente de Guaduas: la idea es tener trazados que permitan tráfico mixto, mejorar la fluidez y dejar carriles exclusivos donde operen buses de TransMilenio.
- Reubicación del patio-taller del Portal 80: el traslado facilitaría la operación de buses articulados y la logística de la flota.
- Centro de Intercambio Modal (CIM) en Siberia: pensado como un nodo donde confluirían transporte intermunicipal, rutas regionales y TransMilenio para permitir transbordos más ágiles.
Lo que ya se hizo y lo que falta
El convenio que financia los estudios fue suscrito por la Región Metropolitana y entidades vinculadas a movilidad, con acompañamiento de una institución del Grupo Banco Mundial, para estructurar técnicamente la obra antes de lanzarla a contratación.
Esa firma permite empezar los estudios formales. Sin embargo, primero deben completarse los estudios, aprobarse diseños, gestionar predios y viabilidad de cambios y, posteriormente, conseguir y ejecutar la inversión constructiva.
Para que la extensión funcione, el municipio interesado deberá articularse formalmente con la Región Metropolitana: otras localidades como Soacha y Fusagasugá ya se han adherido a ese esquema regional para facilitar la integración de servicios.
Las autoridades impulsoras del proyecto dicen que la ampliación pretende reducir tiempos de viaje, descongestionar accesos a Bogotá, mejorar la conexión entre modos de transporte y disminuir emisiones al promover el transporte público. En esta fase, no hay fechas públicas definitivas para el inicio de obras ni para la puesta en servicio de una eventual ruta hasta Cota.