El expresidente liberal César Gaviria cuestionó la moción de censura promovida en el Congreso contra el ministro de Defensa, surgida tras la operación militar que dejó como víctimas a varios menores reclutados por organizaciones criminales.

El expresidente César Gaviria defendió los bombardeos autorizados por el gobierno Petro. | Foto: Presidencia/Semana

En un comunicado, Gaviria afirmó que la discusión ha sido “desenfocada” y que el país necesita “coherencia, no chivos expiatorios”.

El director del Partido Liberal reconoció que lo ocurrido en la operación es “profundamente doloroso” y que exige investigaciones y correctivos, pero insistió en que Colombia no puede normalizar el reclutamiento forzado de niños por parte de grupos armados.

Ministro de defensa, Pedro Sánchez | Foto: SEMANA

Según Gaviria, la reacción institucional debe considerar el contexto completo y no limitarse a buscar responsables políticos inmediatos.

El exmandatario sostuvo que, por primera vez desde el inicio del actual Gobierno, se vio un ejercicio real de autoridad en materia de seguridad. Señaló que el presidente Gustavo Petro, quien durante dos años “se negó a asumir con claridad el liderazgo sobre la Fuerza Pública”, finalmente tomó decisiones y ejerció el mando que le corresponde.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, y el criminal alias Iván Mordisco. | Foto: SEMANA

En esa línea, aseguró que la moción de censura “no se sostiene”, porque castiga a un ministro que apenas empieza a ejecutar una política de defensa después de meses de vacilaciones.

A su juicio, el país debería exigir coherencia y continuidad, no la salida “episódica” de un funcionario en medio de un panorama crítico de seguridad.

El presidente Gustavo Petro habló sobre la muerte de menores en un bombardeo de las FF.MM. | Foto: Presidencia/Suministrada a Semana

Gaviria también respaldó la defensa que el presidente hace de su ministro y afirmó que suspender operaciones militares sería “agravar” la situación. Remover al jefe de la cartera de Defensa, dijo, sería contraproducente y debilitaría la respuesta del Estado frente a grupos armados que actúan con amplia impunidad.

Finalmente, lanzó una crítica frontal al alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, cuya gestión calificó de improvisada, incoherente y desconectada de la realidad territorial. Según el expresidente, la falta de resultados y la ausencia de una hoja de ruta clara han empeorado el panorama de seguridad.