SEMANA: Está listo para ser candidato presidencial en el 2026…
ROY BARRERAS: Después de dos años de ausencia volví a mi patria como el pariente que vuelve a la familia y quiere saber cómo están sus familiares. Mi familia es Colombia, he recorrido el Pacífico, el Caribe, la gente tiene unas preocupaciones y estoy alimentando una serie de respuestas a los problemas. No voy a participar en la consulta de octubre, que es una consulta de la izquierda. De allí saldrá un candidato o candidata. Soy muy respetuoso de ese proceso. Espero que les vaya muy bien y que tengan una votación masiva. Que tengan por lo menos 3 millones de votos. He invitado a la militancia de izquierda a que salga a votar en octubre. Luego, en marzo del 2026, si hay una consulta del frente amplio, podríamos caber quienes tenemos origen de centro liberal socialdemócrata. Es posible que participemos. No me anticipo. Por ahora esperemos el resultado de octubre.
SEMANA: ¿Tiene alguna preocupación por la consulta del Pacto Histórico?
R.B.: Cuando regresé de Londres, dije que el próximo presidente o presidenta de Colombia será de centro-izquierda. Eso quiere decir que un pájaro necesita las dos alas para volar, la izquierda y el centro. Ninguna de las alas puede estar atrófica. Quiero que le vaya muy bien a la izquierda. ¿Qué preocupaciones hay? Aún el Consejo Nacional Electoral no ha autorizado la fusión del Pacto Histórico para poder hacer una consulta que recoja, en una sola lista al Congreso, las aspiraciones de todos los militantes de la izquierda.
SEMANA: ¿Qué percibe hoy en las calles?
R.B.: Colombia tiene que cerrar las heridas del odio. La polarización le está haciendo un daño enorme al país. Solo una Colombia unida puede responder a los retos que la gente está reclamando en las calles.
SEMANA: ¿Por qué está tan seguro de que el próximo gobierno será de centro-izquierda, si el actual no pudo cumplir lo que prometió?
R.B.: Lo que muestran las encuestas es que hoy la fuerza política más grande de Colombia es la izquierda, que tiene el 22%. Una encuesta de SEMANA muestra que casi el 40% de los ciudadanos votaría en la consulta de la izquierda. Y, por supuesto, ahí está el proceso de mejoramiento de la vida de los colombianos, lo que yo llamo el cierre de las heridas sociales. Ese es el proceso real de cambio.
¿Qué hay que cambiar? Todo lo que ha tenido a este país como el tercero más injusto de la Tierra, el segundo más inequitativo de América Latina, el más vergonzoso en acumulación de la tierra. A una vendedora ambulante de comida le pregunté qué opinaba de Petro, y me dijo: ‘Me gusta, no lo conozco, pero me gusta porque ese señor nos enseñó que Colombia también es de nosotros’. Eso se llama inclusión social.
SEMANA: Roy, pero hay problemas en la ejecución del Gobierno…
R.B.: Cuando Petro ganó, dijeron que la economía iba a ser un desastre, que iba a haber expropiaciones, que nos íbamos a volver a Venezuela, que el dólar iba a subir a 7.000 pesos. Hoy tenemos una inflación controlada, el desempleo a la baja, un aumento del salario mínimo con más empleo, y un crecimiento económico por encima de la media en América Latina. El dólar está controlado. Es decir, hay una economía estable. Los bancos informaron que han tenido más ganancias que en los últimos cinco años y las empresas están produciendo. Claro que la gente tiene inquietudes, nosotros no somos ciegos, y la más importante tiene que ver con la seguridad.
SEMANA: Es evidente el deterioro en ese frente…
R.B.: Cualquier gobierno tiene la responsabilidad de garantizarles la vida y los bienes a sus ciudadanos, es decir, imponer la autoridad en el territorio. Sin autoridad, todo el mundo hace lo que le da la gana. Y ese tiene que ser un propósito de unidad nacional, porque es quizá la mayor incertidumbre de los colombianos junto a otra que muchos no quieren ver y es la injusticia social. La gente también quiere tener una vida digna. Algunos empresarios, de buena fe, simplemente no ven la inequidad, la injusticia, la pobreza y algunos medios de comunicación tampoco. Imagínese un ciego que va por la calle con su bastón y hay un pobre en la calle. El ciego no lo ve, lo pisa, lo patea. A veces nuestras élites son ciegas frente a la pobreza. Y esos pobres de Colombia ya se despertaron, y reclaman sus derechos. Solo podemos recuperar la seguridad unidos. Por eso, la polarización no le sirve a nadie. Se necesita un gobierno que no persiga a nadie, que le dé garantías a todos y pueda unir a Colombia.
SEMANA: ¿Por qué se deterioró la inseguridad en los últimos años?
R.B.: Cuando terminamos el proceso de paz en el gobierno Santos, había 1.200 miembros del ELN, al término del gobierno Duque eran 8.000, y ahora son 12.000. Ha habido un crecimiento de los grupos ilegales. El conflicto político militar terminó, ya no hay guerrillas, ahora son grupos de narcotráfico, traquetos, organizaciones ilegales. De suerte que hay que tratarlos de esa manera.
SEMANA: Pero lo que se ve hoy en día es una mano tendida con los grupos armados criminales…
R.B.: Como dijo el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, todos los días los militares, los soldados y los policías de Colombia se juegan la vida por nosotros. Lo que ocurrió es que la buena voluntad de la paz total fue abusada por los grupos ilegales. Abusaron de la buena fe. No basta la buena voluntad para hacer la paz o cualquier cosa. Yo sé hacer la paz, pero también sé imponer autoridad. Se necesita método, rigor, capacidad y conocimiento. Los negociadores del Gobierno Petro, obedeciendo su orden de intentar la paz total, abrieron múltiples mesas. La mayoría de ellas es un hecho fracasado por falta de método, de rigor. Un Estado débil no puede someter a la justicia a los criminales ni puede negociar con ellos. Por eso, hay que recuperar la fortaleza del Estado.
SEMANA: ¿En qué acertó y en qué se equivocó Petro?
R.B.: Hace tres años, cuando posesioné al presidente, dije frente a la plaza de Bolívar que un gobierno debería ser para los 50 millones de colombianos y tener como prioridad cerrar la herida social. En esa prioridad ha acertado.
No tengo ninguna duda de la sensibilidad de Petro por los pobres, pero eso no significa que su gabinete haya estado a la altura de semejante reto. No hubo un gobierno para todos los colombianos porque la polarización lo ha impedido. Y hoy en las calles de Colombia y en las encuestas que ustedes hacen, está claro que los colombianos en su mayoría no quieren ser ni de izquierda ni de derecha. Les importa un comino la polarización. Lo que necesitan es un gobierno que les ayude a trabajar y a tener una vida digna. La polarización solo le sirve a los políticos extremistas que viven del odio, de la rabia y del incendio de las redes sociales. Colombia tiene más oportunidades que problemas. Tiene más futuro que pasado. Colombia es un país rico. Lo que hay es que trabajar y desarrollar ese potencial.
SEMANA: Ha habido críticas por la constante rotación de los ministros en el Gobierno Petro…
R.B.: Lo que las élites de derecha y algunos opinadores no han entendido es que Petro se convirtió en un símbolo. Yo no me parezco a Petro en casi nada. Él es de izquierda, yo soy liberal, tenemos métodos y formas diferentes. Desde mi orilla, puedo decirle que hay hechos que el mismo Petro ha señalado que han entorpecido su gobierno. Por ejemplo, la rotación de ministros, la incapacidad de ellos para volver realidad las promesas. Es imposible que un presidente logre cumplir su plan de gobierno si sus ministros no tienen experiencia, o no son capaces. Cualquiera que pretenda gobernar a Colombia a partir del 7 de agosto tiene que tener capacidad y experiencia, lo mismo que sus ministros. No hay tiempo de curvas de aprendizaje ni de aprendices. Hay que saber resolver los problemas del país.
SEMANA: ¿Por qué Alfredo Saade, hasta hace poco jefe de Despacho de la Casa de Nariño, insiste en hablar de la reelección inmediata de Petro?
R.B.: Yo trabajé un año en el Hospital Psiquiátrico Universitario de San Isidro, en Cali, y por supuesto no perdía tiempo viendo qué significaban las palabras de los esquizofrénicos, sino que les daba tratamiento con compasión. Es un loco delirante que para creer que va a halagar al presidente le dice que quiere que lo reelijan 20 años, y hay otros locos que dicen lo mismo. Hay otros locos que dicen que hay que cerrar los medios de comunicación y que hay que cerrar el Congreso, es decir, que hay que empezar una dictadura. Son delirantes, nada de eso va a pasar, quieren aplausos, populismo. Lo que pasa es que en ningún gobierno se pueden acallar las voces de los locos, en la derecha hay otros locos que proponen balín, y pues tampoco los acallan porque en Colombia hay libertad de expresión, inclusive para los delirantes.
SEMANA: ¿Cómo está viendo el expresidente Uribe?
R.B.: Todo lo que divida al país, en este escenario de polarización, hace daño. Soy profundamente respetuoso de los fallos de la justicia. Cicerón decía que para ser libres tenemos que ser esclavos de la ley. Por eso, opinar sobre los fallos me parece impertinente. Puedo hablar sobre los efectos políticos. Veo que aumenta la polarización y la rabia, de lado y lado. Hay gente que le da rabia porque condenaron al expresidente Uribe, y hay madres de Soacha y víctimas de los falsos positivos que les da rabia porque lo dejaron libre. Ninguna de las dos rabias le sirve a Colombia. La rabia en el corazón no permite que Colombia crezca tranquila. Hay que eliminar la rabia del corazón y poder avanzar hacia una vida tranquila y en paz.
SEMANA: ¿Qué opina de Gustavo Bolívar?
R.B.: Me parece que es un hombre leal con el presidente Petro.
SEMANA: ¿Daniel Quintero?
R.B.: Me parece que es el antiuribismo en Medellín.
SEMANA: ¿O sea no le ve alcance nacional?
R.B.: Me parece que es el antiuribismo en Medellín.
SEMANA: ¿Iván Cepeda?
R.B.: Es hoy un símbolo de la izquierda.
SEMANA: ¿Carolina Corcho?.
R.B.: Médica, psiquiatra.
SEMANA: ¿Le ve opciones de ser presidenta?
R.B.: Ha trabajado intensamente y tiene un gran reconocimiento en las bases de la izquierda.
SEMANA: ¿María José Pizarro?
R.B.: Es un símbolo de la historia de la izquierda, hija de Carlos Pizarro.
SEMANA: ¿Gloria Flórez?
R.B.: Una mujer absolutamente auténtica en la izquierda.
SEMANA: ¿Susana Muhamad?
R.B.: Una mujer académicamente preparada, fue ministra de ambiente, muy radical para mi gusto, pero es una mujer con una gran formación académica y auténticamente militante de la Colombia Humana.
SEMANA: ¿Germán Vargas Lleras?
R.B.: Toda mi consideración por su recuperación médica. Yo soy médico y, por supuesto, siempre oro por mis pacientes. Él no ha sido mi paciente, pero sé que está en un tratamiento y creo que le está yendo bien. Germán Vargas Lleras es el hombre más preparado que tiene la derecha. No es amigo mío, yo no votaría por él. Creo que le falta sensibilidad social, pero para la derecha sería el candidato más preparado. Es el hombre con más formación de Estado y con más experiencia. Si se recupera, yo creo que ese hombre debería ser el candidato de la derecha, pero esa es decisión de la derecha, no es la mía.
SEMANA: ¿Paloma Valencia?
R.B.: La conocí como una senadora estudiosa y lo que más me gustaba era que en alguna época escribió poesía. No ha vuelto a escribir.
SEMANA: ¿Abelardo de la Espriella?
R.B.: Siguiente pregunta.
SEMANA: ¿Por qué?
R.B.: Porque prometí no sólo no hablar mal de nadie, sino no decir la verdad sobre alguien que necesariamente implicaría una calificación relacionada con la violencia.
SEMANA: ¿Vicky Dávila?
R.B.: Era una periodista muy fogosa.
SEMANA: ¿María Fernanda Cabal?
R.B.: Es muy divertida. Yo me divertí mucho con ella en el Congreso. Por supuesto, lo que ella hace no es divertido, pero ella es divertida.
SEMANA: ¿Enrique Peñalosa?
R.B.: ¿Está de candidato otra vez? Le doy una chiva.
SEMANA: ¿Cuál?
R.B.: Creo que va a ser el candidato de Cambio Radical, si Vargas Lleras no se recupera.
SEMANA: ¿David Luna?
R.B.: Tiene mucho futuro. Un senador estudioso, juicioso, fue liberal.
SEMANA: ¿Claudia López?
R.B.: Es una mujer académicamente formada, estudiosa, preparada. Es honesta. Creo que su campaña ha tenido tropiezos.
SEMANA: ¿Cómo está su salud? ¿Recuperado 100 por ciento?
R.B.: Curado 100 por ciento, pero aprovecho su pregunta para decirle a los colombianos, sobre todo a los que son mayores de 40 años y a las mujeres, que se hagan un chequeo completo de salud cada año. A mí eso me salvó la vida. Eso y mi fe en Dios.