SEMANA: ¿Cómo nació esa necesidad de crear el pódcast? ¿Qué la hizo decir “Qué locura, hablemos de esto”?
María Elvira Arango: Siempre me ha interesado el asunto de la salud mental. En mi propia familia he tenido experiencias relacionadas, y al mirar a mi alrededor, familia, amigos, compañeros, veo que todos en algún momento hemos enfrentado algún problema de salud mental. La pandemia sacó a la luz muchos temas que antes no se hablaban en familia, como la ansiedad, la depresión, compulsiones, adicciones, y nos obligó a mirarnos frente al espejo.
Después de la pandemia, Gonzalo Córdoba, presidente de Caracol TV, me llamó y me dijo: “Tenemos que hacer un pódcast de salud mental”. Yo me animé inmediatamente. Gracias a la voluntad de Gonzalo, Caracol y el apoyo de la productora La No Ficción, hicimos la primera temporada, que fue un éxito. Luego, la segunda, y ahora estamos al aire con la tercera, de la cual me siento muy orgullosa.
SEMANA: A lo largo de todo el proceso de investigación que ha implicado el desarrollo del pódcast, ¿qué cifra la ha impactado?
M.A.: Las cifras son impresionantes. Te doy un dato sencillo de recordar: seis de cada diez colombianos han sufrido algún problema de salud mental. Eso es más del 50 por ciento. En cualquier lugar, en la fila del banco, en el semáforo, alguien está sufriendo silenciosamente.La salud mental tiene muchos tabúes. Cuando no nombramos estas enfermedades, su peso se vuelve mayor.
Estar deprimido no es cuestión de voluntad ni de “échale ganas”, es una enfermedad al igual que otras condiciones médicas. Vivimos en un país violento, lleno de dolores. No sabemos lidiar con ellos de manera uniforme. Muchas personas no saben qué les sucede porque no se habla del tema. Cuando empezamos a abrirnos, a hablar de lo que nos duele y nos asusta, encontramos salidas para vivir mejor.
SEMANA: ¿Cuál cree que es el gran diferencial de este pódcast?
M.A.: Este no es un pódcast de entrevistas convencionales. Hay una investigación profunda y una narración alrededor de una persona que ha enfrentado un problema de salud mental, en la que también interviene un experto. Los episodios duran máximo 40 minutos; son potentes, poderosos, con relatos muy personales.Hemos tenido testimonios muy fuertes, como personas que estuvieron cerca del suicidio o que sufrieron años con trastornos alimenticios.
La generosidad de quienes se exponen así es admirable y logra que los oyentes se sientan representados y acompañados.Este es un formato que impacta mucho en los jóvenes, que son los que más oyen pódcast, y también llega a gente mayor.
Por ejemplo, Lorena Rodríguez, una protagonista de la serie, ha recibido mucho contacto de personas gracias a su testimonio.
Lo bonito es que muchos oyentes buscan ayuda a partir de los testimonios, preguntan por terapeutas o programas para aprender técnicas que escuchan. El pódcast tiene un tono esperanzador; quienes han estado en momentos oscuros hoy están luchandoy mejorando.
SEMANA: A lo largo de las tres temporadas que lleva el pódcast, ¿qué testimonio la ha impactado más?
M.A.: Uno que me marcó fue el de Enrique Esteban, hermano de una amiga muy cercana. Nos reencontramos trabajando juntos y me enteré de que había sido diagnosticado con síndrome de Tourette, acompañado de ansiedad y depresión.
Es una persona creativa y divertida que ha tenido que enfrentar eso en silencio.También el de Martín de Francisco, a quien admiro. Compartió su experiencia con demonios personales y cómo ha pasado por infiernos emocionales. Es que esto nos pasa a todos, a los ricos, a los pobres, a los empleados, a los desempleados, a los exitosos y a los no tan exitosos.
Todos somos vulnerables a que en algún momento de la vida se nos cruce un cable. Por eso, qué bueno estar informados sobre estos temas.
SEMANA: Como periodista que ha ejercido el oficio durante muchos años, ¿cómo siente que está el tema de la salud mental en las redacciones?
M.A.: Tremendo. Sobre ese tema tengo un recuerdo. Empezando mi carrera, presentando el Noticiero 24 horas con Adriana Arango, coincidimos en ese set increíble de grabación muchos años en noticias. Me acuerdo de una de las bombas que puso el cartel de Medellín; uno de los amigos de Adriana murió en esa bomba y ella se enteró antes de presentar el noticiero. Y de esas historias de esa redacción hace 30 años hasta hoy, las cosas que nosotros tenemos que ver, la incertidumbre por el trabajo mismo. A nosotros nos dicen: “Oye, y las buenas noticias...”. Y no, es que los periodistas no están para dar buenas noticias. Un noticiero de televisión no está para abrir con las buenas noticias todos los días, ojalá.
Las noticias nos amargan la vida, nos asustan, nos paralizan y, si eso le pasa a una persona que está en su casa sentada viéndola, imagínate el que está en el lugar de los hechos cubriendo. Porque si no es una masacre un día, es una inundación. Si no es la inundación, es un sicariato o una fuga de presos, y así nos la pasamos.
De manera que en las redacciones, como en todos los lugares de trabajo, tenemos unas presiones inmensas. Soy una optimista absoluta y diría una cosa: dentro del oficio, así como investigamos todo el tiempo los distintos temas y los asuntos que trabajamos a diario en las noticias, también buscamos las salidas. Y en salud mental, gracias a la tecnología y a los avances de la ciencia, cada vez hay cosas nuevas. Hay distintas terapias, hay distintos medicamentos, se puede luchar para vivir en equilibrio con problemas de salud mental.
Por eso es que hay que hablar de estos temas. Hay que decirles a las personas qué es lo que nos duele. Hay que ir al psiquiatra, al psicólogo. Eso no tiene ningún problema ni es vergonzoso. Hay que informarse. Si te dan un diagnóstico sobre bipolaridad, hay que sentarse, averiguar, escuchar a los médicos y seguir los caminos de la ciencia o los que cada quien considere para buscar una salida, una luz, porque siempre sale el sol.
SEMANA: ¿Se ha planteado postular el pódcast a algún premio?
M.A.: Sí. Hemos enviado la segunda temporada a algunos premios y planeamos mandar un paquete con las tres temporadas. Pero el premio más grande es el agradecimiento de la gente que nos escribe para decir: “Gracias”, y para que no dejemos de hablar de estos temas que tanto se callan.
Estoy muy agradecida con los patrocinadores que apoyan este proyecto, que nació en pandemia, y también impulsan porquequieroestarbien.com, un canal con especialistas disponibles 24/7 para orientar a quienes necesitan ayuda. Esperamos sacar la cuarta temporada pronto, con la ilusión de que algún día el tema de la salud mental sea tan normalizado que esta clase de proyectos no sean necesarios. Ese es el sueño.
SEMANA: Por último, ¿tiene algún mensaje final para quien esté interesado en este tema o lo esté viviendo en carne propia?
M.A.: Primero, no están solos. Muchísima gente sufre problemas de salud mental en este momento y hay que buscar ayuda. Aunque el acceso a nuestro sistema de salud es limitado, sí existen canales para recibir apoyo. Hay que dormir bien, hablar, ir al psiquiatra o psicólogo sin vergüenza.
Informarse y seguir los tratamientos recomendados. Siempre hay una salida, siempre sale el sol. La salud mental es tan importante como la salud física.