Es evidente que los ciberdelincuentes han ganado terreno en los últimos años, perfeccionando sus métodos para engañar a las personas con estrategias cada vez más sofisticadas. Esta habilidad para actuar con astucia se ha convertido en la clave de su éxito y en el motivo por el que no operan únicamente en un país, sino que expanden sus modus operandi a gran velocidad por distintas regiones del mundo, dejando a su paso millones de víctimas.
El auge de estas prácticas, impulsado por los avances tecnológicos, ha llegado a tal punto que ni siquiera una videollamada por WhatsApp es completamente segura. No se trata de fallos en la plataforma —Meta ha reiterado en varias ocasiones su compromiso con la protección de los datos de los usuarios—, sino de la excesiva confianza de muchas personas, quienes, por falta de cautela, terminan cayendo en engaños.
En esta ocasión, Computer Hoy reveló una nueva advertencia emitida por la Policía Nacional de España, dirigida especialmente a quienes usan WhatsApp a diario, pues son uno de los objetivos más fáciles para los estafadores.
La técnica señalada se conoce como vishing, una modalidad que no es nueva, pero que, con los avances tecnológicos y la llegada de la inteligencia artificial, se ha vuelto más sencilla de ejecutar mediante llamadas o videollamadas fraudulentas cuyo único propósito es robar dinero o datos sensibles.
El INCIBE define esta práctica así: “El vishing es un tipo de estafa de ingeniería social por teléfono en la que, a través de una llamada, se suplanta la identidad de una empresa, organización o persona de confianza, con el fin de obtener información personal y sensible de la víctima”.
Para atrapar a sus víctimas, los delincuentes suelen hacerse pasar por asesores bancarios y generan preocupación para que la persona actúe bajo presión. Contactar por WhatsApp se convierte, así, en su arma perfecta. Incluso llegan a vestirse de manera formal y utilizar elementos que los hagan ver como verdaderos funcionarios, lo que facilita que el usuario baje la guardia.
Sin embargo, lo más grave ocurre cuando el usuario accede a compartir la pantalla del celular durante la videollamada. Los estafadores suelen argumentar que existe un problema con la cuenta bancaria y que pueden ayudar a solucionarlo en el momento.
En medio de la urgencia, la víctima no se percata del engaño y termina mostrando información altamente sensible: claves de acceso, códigos de verificación, notificaciones y otros datos que permiten concretar la estafa.
Ante este tipo de tácticas, los expertos recuerdan que las entidades bancarias jamás solicitan compartir la pantalla ni realizar procedimientos delicados por llamadas o mensajes de WhatsApp. Por eso, recomiendan no responder números desconocidos y, ante cualquier duda, acudir directamente a la sucursal bancaria para verificar el estado de la cuenta.