Con un total de 123 municipios, Boyacá es un destino que llama a visitarlo y conocerlo, pues les ofrece a los viajeros una combinación de historia y belleza natural, además de gastronomía y cultura.
Por ejemplo, ir a lugares como el Puente de Boyacá, el Monumento a los lanceros y el centro histórico de Tunja permite sumergirse en la historia no solo de esta región sino del país y entender el significado de estas tierras en la lucha por la libertad.
A su legado histórico se suma su geografía montañosa y sus paisajes rurales, que convierten a esta región en un paraíso para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre como la observación de aves y las caminatas en medio de territorios tranquilos y rodeados de vegetación.
En la lista de municipios que se pueden visitar y que precisamente destaca por sus encantos naturales está Pauna, ubicado en la provincia de Occidente, a tres horas de Tunja, capital del departamento.
El Sistema de Información Turística de Boyacá indica que a este destino se le conoce como “la puerta verde de Boyacá”, debido a que son varios los sitios turísticos que hacen honor a su apelativo. En la lista se incluyen los cerros de Fura y Tena, la cascada La Tunera, el pozo Aguasal y diversos centros recreacionales, ideales para quienes disfrutan del contacto con la naturaleza.
Gracias a que cuenta con varios pisos térmicos que van desde el cálido hasta el frío del páramo, en esta región se produce gran variedad de alimentos agrícolas como fríjol, yuca, papa, maíz, cacao, café, caña, guayaba, papaya, plátano, tomate de árbol, maracuyá, cítricos y pimentón, entre otros.
Con esta diversidad, es una zona que se ha consolidado como una importante despensa del corredor existente entre los departamentos de Boyacá, Santander y Cundinamarca.
Dentro de las principales expresiones culturales está el festejo del Día del Campesino, un evento que reúne a propios y visitantes en torno a bailes, música y platos típicos locales, como el tradicional sancocho de pollo campesino, que normalmente se sirve acompañado de papa, yuca y plátano, y la carne asada con yuca. En la parte artesanal, son famosos los productos elaborados con materiales como el fique, la caña y el totumo.
Datos históricos
Los datos históricos indican que Pauna fue habitado por indígenas canipas, antes de la invasión española. Según los relatos, la etnia pertenecía a la unidad político-territorial de los muzos y se dedicaba a la agricultura, en especial, al cultivo de algodón, caña y arroz.
El poblado español se fundó en el siglo XVII, en un sitio denominado Topogrande. Años después, en 1776, el caserío fue elevado a parroquia por acción del arzobispo de Santa Fe, Agustín Alvarado y Castillo, y luego, en 1784, fue trasladado al sitio conocido como Canipa, donde se halla en la actualidad. Finalmente, en 1842, se le concedió vida jurídica al municipio.