Entre los diferentes pueblos que hacen de Antioquia un destino imprescindible en Colombia, hay uno que destaca por su estrecha relación con la leyenda del tesoro más buscado del departamento, escondido en las montañas del occidente antioqueño.
Este lugar es el municipio de Buriticá, un territorio que cautiva con su combinación de leyenda, historia, naturaleza y tradición. Su nombre honra al cacique Buriticá, una figura indígena que simboliza la resistencia y el orgullo ancestral.
Según la Gobernación de Antioquia, el origen de este pueblo se remonta al siglo XVI, cuando los indígenas Nutabes y Tahamíes habitaban sus tierras. En 1538, el conquistador Juan Badillo llegó a la región atraído por las riquezas en oro que, según se decía, poseía el cacique Buriticá.
En ese momento, movido por la ambición, emprendió una búsqueda incansable para apoderarse de aquel tesoro, persiguiendo al cacique con el fin de obligarlo a revelar su paradero.
Sin embargo, de acuerdo con la leyenda, cuando los españoles lograron capturar al cacique y lo forzaron a guiarlos hasta el lugar donde estaban escondidas las riquezas, este tomó una decisión que nadie se esperaba: prefirió lanzarse por un peñasco antes que entregar el secreto del tesoro.
Aunque logró sobrevivir a la caída, Buriticá finalmente fue condenado a morir en la hoguera, manteniendo hasta el último instante de su vida el misterio del tesoro que nunca reveló.
Por ello, junto a la iglesia del municipio, construida en el parque principal, se erige una estatua en honor al cacique Buriticá, concebida por sus habitantes como un símbolo de sacrificio por estas tierras.
Entre leyendas y naturaleza
Esta población del occidente antioqueño, además de mantener vida esta leyenda que hace parte de su historia, también se distingue por albergar una importante reserva ecológica conocida como “La Guarcana”.
Este santuario natural, situado a unos 7 kilómetros de la cabecera municipal, en el corregimiento de Guarco, es uno de los tesoros ambientales más valiosos de la zona.
En este refugio se conserva casi intacta la riqueza de su vegetación y fauna, siendo hogar de diversas especies selváticas, como tigres y osos. Sus senderos, rodeados de naturaleza pura, ofrecen a los amantes del trekking la posibilidad de adentrarse en un paisaje que deslumbra y conecta con la naturaleza.
Si desea conocer en persona este encantador destino, podrá visitar otros sitios emblemáticos como la Iglesia San Antonio de Buriticá, punto de encuentro religioso que sorprende con su arquitectura. También se encuentra el Cerro Cristo Rey, un espacio en el que es posibl realizar caminatas ecológicas hasta su cima, desde donde se contempla una vista panorámica fascinante del territorio.