El departamento de Boyacá es un destino muy demandado por los turistas que encuentran en esta región una amplia oferta de sitios y actividades para hacer en medio de un ambiente tranquilo.
Naturaleza, historia, riqueza cultural y variada gastronomía son solo algunos de los encantos que sus municipios tienen para ofrecer. En total son 123 y cada uno tiene sus propios atractivos.
Uno de ellos es Briceño, ubicado en la provincia Occidente, el cual, según la Gobernación de Boyacá, es un municipio de encanto natural, clima acogedor y espectaculares escenarios turísticos.
Los datos históricos indican que con la ordenanza 14 de 1890, la Asamblea General de Boyacá bautizó al municipio con este nombre en homenaje al general Manuel Briceño, político conservador nacido en Bogotá, quien participó en las guerras civiles de 1876 y 1885.
Antes de su fundación, el poblado era una aldea llamada Puripí y perteneciente al antiguo territorio Muzo, habitado por indígenas Caribe, según el Sistema de Información Turístico de Boyacá (Situr).
Este territorio cuenta con una vegetación nativa de clima templado húmedo, aspecto este que permite a sus pobladores el desarrollo de actividades como el cultivo de café, caña de azúcar, frutales, plátano y yuca, principalmente.
De igual forma, la práctica de la ganadería está orientada a la explotación con doble propósito, y algunos pobladores son expertos en la fabricación de artesanías utilizando la guadua como materia prima, así que los viajeros encuentran allí una oferta interesante de este tipo de productos.
Sitios de interés
Uno de los aspectos que destaca de este destino es su clima, que resulta agradable, lo cual combina muy bien con la calidez de su gente.
Briceño tiene diversidad de atractivos para conocer. En la lista se incluyen varios espacios naturales, entre ellos, las cascadas Guayabal, El Tabor y La Moya, una cadena de caídas de agua perfectas para refrescarse después de haber disfrutado del exótico paisaje.
En la cabecera municipal, se halla una piscina artificial conocida como Las Vegas, la cual permite disfrutar de actividades acuáticas en compañía de familiares y amigos, en medio de un ambiente natural único y relajado.
En el pueblo, está la iglesia de Nuestra Señora del Amparo, ubicada en el parque principal, la cual describe el fervor religioso de los habitantes.
El aporte gastronómico
De acuerdo con Situr, la gastronomía de este pueblo boyacense es variada e incluye en sus platos típicos un ingrediente particular conocido con el nombre de chachafruto o balú, una especie de frijol gigante de árbol de gran contenido proteínico, el cual es usado en la preparación de sopas, cocidos, panes, coladas, tortas y dulces, entre otras delicias culinarias.