En Colombia, el sector de los vehículos eléctricos es el que mayor crecimiento ha tenido en los últimos años. Sus ventas pasaron de 2.727 unidades entre enero y octubre de 2023 a 14.456 en el mismo periodo de 2025, un aumento superior al 400 %, cifras que consolidan el impulso definitivo del país hacia la movilidad eléctrica.

La venta de carros eléctricos sigue en aumento; es un segmento que se sigue consolidando en el país. | Foto: 123RF

En este contexto, muchos usuarios que adquieren un vehículo eléctrico aún están conociendo la mejor manera de aprovechar esta tecnología e integrarla a su rutina diaria.

Para ello, es claro que a la hora de adquirir un vehículo de este tipo hay que contemplar ciertos cambios propios de la nueva tecnología y que no todo el que se atreve a dar el salto a la electrificación ha puesto en el panorama.

Un nuevo lenguaje al volante

Conducir un carro eléctrico es aprender un idioma distinto. No hay marchas ni ruido: hay silencio, suavidad y una aceleración inmediata, sin el retraso típico de un motor a combustión.

Estos vehículos integran frenado regenerativo, un sistema que convierte la energía del movimiento en electricidad al desacelerar. En modelos como el Chery iCAR 03 o la eQ7, se puede ajustar el nivel de regeneración según el estilo y necesidades de la conducción, haciendo cada trayecto más eficiente y cómodo.

La autonomía también depende del conductor

Uno de los principales temores al hablar de movilidad eléctrica es la autonomía. No obstante, gran parte del desempeño depende del estilo de conducción.

La autonomía es uno de los principales temores a la hora de comprar carros eléctricos; las diferentes compañías ofrecen productos mucho más sólidos. | Foto: Getty

Acelerar de manera suave, anticipar el tráfico y mantener una velocidad constante contribuye a optimizar el uso de la carga de la batería, permitiendo recorrer más kilómetros.

Además, los vehículos eléctricos incorporan sistemas inteligentes que permiten visualizar en las pantallas del vehículo, el consumo en tiempo real y la recuperación de energía, brindando a los conductores información útil para comprender y mejorar sus hábitos de manejo.

Planificar, cargar y disfrutar

Cargar un carro eléctrico no es complicado; simplemente requiere una lógica distinta. Para el uso diario, lo ideal es mantener la batería entre el 20% y el 80% y utilizar cargadores homologados, planificando los puntos de carga según los trayectos habituales.

No obstante, cargar la batería al 100% de manera ocasional —por ejemplo, antes de un viaje— es totalmente seguro y no afecta la vida útil de la misma.

Esta planificación también permite comprender mejor cómo se comporta el vehículo en diferentes condiciones, especialmente en ciudad. De hecho, en los trancones, donde suelen surgir más dudas, los carros eléctricos consumen menos energía que los vehículos a combustión, reforzando su eficiencia en entornos urbanos con tráfico intenso.

La reparación de las baterías, en un carro eléctrico, puede resultar muy costosa. | Foto: getty

Mitos que vale la pena dejar atrás

Alrededor de los vehículos eléctricos aún circulan ideas que no corresponden a la realidad. Desmitificarlas es clave para aprovechar plenamente los beneficios de la conducción eléctrica y tomar decisiones informadas. Entre los mitos más comunes se encuentran:

Los carros eléctricos son lentos: falso. Los vehículos eléctricos destacan por su torque inmediato, lo que les permite reaccionar más rápido que un motor a combustión. Cargar seguido daña la batería: falso. Las baterías modernas están diseñadas para soportar miles de ciclos de carga sin afectar su desempeño.No sirven para trayectos largos: falso. la autonomía de los vehículos eléctricos actuales permite realizar viajes amplios sin inconvenientes, ya que la mayoría de los modelos modernos superan los 400 km de autonomía.Se descargan rápido en los trancones: falso. A diferencia de los motores a combustión, los EV consumen menos energía al estar detenidos. Algunos modelos incorporan frenado regenerativo ajustable, que recupera energía en desaceleraciones, haciendo los trancones incluso más eficientes en términos de consumo.