Charles Burgess llegó a Muzo en 2009. Su meta: modernizar la mina de Puerto Arturo y cambiar la mentalidad de los trabajadores. | Foto: León Darío Peláez

ESMERALDAS

Las esmeraldas boyacenses son las mejores del mundo

El presidente de Minería Texas Colombia no cree que países como Zambia o Brasil sean competencia para las esmeraldas de Muzo, gemas tan preciosas que su nombre se ha vuelto sinónimo de excelencia.

6 de agosto de 2018

Estaba justo en la Plaza de Bolívar de Bogotá cuando el M-19 se tomó el Palacio de Justicia. Era la primera vez que visitaba Colombia. Lo hacía como parte del servicio diplomático de Estados Unidos, al que entró después de graduarse de magíster en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad de la Florida. Charles Burgess nació en Virginia, Estados Unidos, hace 63 años. Desde 2009 es el presidente de Minería Texas Colombia (MTC) y bajo su liderazgo se ha modernizado la mina de la que se extraen las mejores esmeraldas del mundo.

A Muzo, Boyacá, llegó ese año como consultor de MTC. Inicialmente, su obsesión siempre fue la de modernizar la mina de Puerto Arturo y cambiar esa mentalidad guaquera en la mayoría de los trabajadores. Salarios justos, prestaciones, uniformes, actividades recreativas y proyectos sociales para mejorar la calidad de vida de quienes habitan el occidente del departamento permitieron que esas metas fueran una realidad.

En esta tierra que por años sufrió la violencia de la guerra verde, hoy hay paz. Aunque todavía los retos para superar la pobreza son enormes, el aporte de MTC ha generado bienestar. “Somos conscientes de que en estos avances hay un límite. No podemos reemplazar al Estado, pero estamos haciendo lo que está a nuestro alcance”.

Las esmeraldas aparecieron en la vida de Charles cuando se casó. Álvaro Raúl Jarro Tobos, obispo de Chiquinquirá, quien ofició la ceremonia, había sido el intermediario que consiguió ponerle fin a la guerra verde. “Él fue quien me presentó a varias de las personas del mundo de las esmeraldas”. Su segunda visita a Colombia, sin embargo, no estaría relacionada con este negocio. Nuevamente llegaría como diplomático, esta vez para ser testigo de otro hecho que marcó la historia del país: el proceso de paz del Caguán y el inicio del Plan Colombia.

El laboratorio

Cuando MTC compró Puerto Arturo, Charles asumió la presidencia de la compañía. Recuerda que en ese entonces la mina se operaba de forma artesanal y la gente todavía soñaba con enguacarse. Además era difícil tener un control de las piedras desde su extracción hasta que llegaran a mercados de todo el mundo. Cinco años después, la realidad es otra.

El primer paso fue la creación de Esmeraldas de los Andes (EDLA), antes conocida como Colombiano Texas Transformadora (CTT). El laboratorio de talla de esmeraldas más grande y moderno del mundo (hablamos de Edla en la página 96). Hasta allí llegan las piedras que se sacan de las entrañas de las montañas de Muzo para ser trabajadas y luego exportadas a Nueva York o Ginebra. Desde estas dos ciudades salen a las grandes joyerías en Estados Unidos, Europa, Oriente Medio, China y Japón.

Con EDLA fue más fácil implementar un proceso al que Charles se refiere como mine to market y que básicamente consiste en un sistema que permite tener control sobre cada una de las esmeraldas desde su extracción hasta que se venden. “Este es el futuro, pues nos permite garantizarle al consumidor que esas esmeraldas han sido producidas legalmente y con buenas prácticas laborales”.

De esta forma, las esmeraldas colombianas dejaron de estar asociadas a la informalidad y, en algunos casos, a la ilegalidad y comenzaron a ser reconocidas por lo que son: las mejores del mundo. De hecho, ‘Verde Muzo’ ya es un calificativo oficial para referirse a las piedras que tienen un color perfecto. Con orgullo, Charles asegura que no existe una verdadera competencia. “El mercado de países como Zambia o Brasil es diferene. Nosotros estamos vendiendo en los grados más altos a miles de dólares por quilate. Tenemos las mejores esmeraldas”.