El Santo Ecce Homo, fundado en 1620, es uno de los grandes atractivos de turismo religioso en Sutamarchán. | Foto: Jorge Serrato

BIENESTAR

¿Por qué la gente que vive en Sutamarchán envejece más lento?

Aún no hay una respuesta científica satisfactoria, por ahora se sabe que no tiene que ver con su inigualable longaniza, pero quizás sí tenga relación con la tranquilidad, los paisajes acuáticos y la paz del municipio.

6 de agosto de 2018

En la vereda Carrizal, a 15 minutos en auto de la plaza de Sutamarchán, entre dos montañas casi desérticas se esconden unas corrientes cristalinas que dan origen a grandes pozos. Su color es azulado debido a las propiedades físicas y químicas del subsuelo y las lajas que rodean esta maravilla natural, de la que hasta ahora nadie ha podido tocar fondo. Visitar estas maravillas de la naturaleza es uno de los planes preferidos de pobladores y visitantes que recorren este rincón de Boyacá.

El geógrafo Alexander von Humbolt decía que Sutamarchán tiene el mejor clima del mundo. Bajo una temperatura templada los viajeros pueden caminar cómodamente por sus calles y admirar los paisajes y su gente; que entre murmullos cantan con orgullo “soy boyacense” del gran compositor Héctor Vargas, natal de este municipio. En la ruta, varios lugares venden la mejor longaniza de Colombia que, según los expertos, tiene un toque justo de picante que la hace inigualable.

Uno de sus eventos más importantes del año es La Tomatina. Se realiza el primer puente festivo de junio y se asemeja a la tradicional Tomatina de Buñol (España). Cada año, unas 33 toneladas de tomate no apto para el consumo humano, se utilizan en esta festividad. Su objetivo es divertir, unir a la comunidad y educar por medio de capacitaciones a los cultivadores de este producto.

Todas estas cualidades han propiciado que la actual administración local quiera convertir esta zona del Alto Ricaurte en un preciado destino turístico. “Queremos, en los próximos años, seguir posicionando a Sutamarchán en los primeros lugares en agricultura y turismo. Hemos apuntado a mejorar la conectividad, con el fin de facilitar el acceso a propios y visitantes, con una inversión en materia de vías de 14.000 millones de pesos, la más alta en la historia”, afirma el alcalde Wilmer Castellanos.Aquí también hay espacio para el turismo religioso. Uno de sus grandes atractivos es el convento Santo Ecce Homo, fundado en 1620. En este recinto de casi 15 metros de altura, se conservan esculturas, ornamentos litúrgicos y cuadros representativos de la Iglesia católica.

La invitación está hecha para que usted envejezca más lento, se deje conquistar por una deliciosa porción de longaniza y una exquisita copa de vino tropical del Viñedo Ain Karin, ganador de reconocimientos internacionales. Sin duda ¡hay que visitarlo!