Alcira Lizcano de Castillo, operaria de la empresa Seatech. | Foto: Archivo particular

DESARROLLO

Mujeres a las que el puerto les cambió la vida

Alcira Lizcano y Ana María Bustillo son dos ejemplos de cómo la operación portuaria se traduce en bienestar.

9 de noviembre de 2017

Más allá de contenedores, cruceros, toneladas de carga y cifras positivas, el Puerto de Cartagena esconde otras historias; relatos de miles de personas que laboran en las cerca de 150 grandes y medianas empresas que se sirven de la actividad portuaria y son el pilar de su operación. Ellas generan miles de empleos directos y trabajan sin descanso para contribuir al desarrollo del país y la región. Dos testimonios de empleados de un par de estas compañías son ejemplo de ello.

El aprendizaje de Alcira

Lo que antes era un lote en la zona industrial de Cartagena, hoy es el hogar de Seatech, una empresa líder en procesar atún y en fabricar envases sanitarios que comenzó a operar en 1991. Ahí, poco tiempo después, llegó Alcira Lizcano de Castillo, una de sus mejores y más experimentadas operarias. Ella, que lleva 24 años en la compañía, nos contó cómo progresó en más de dos décadas.

“Cuando llegué a Cartagena, en 1993, tenía 31 años y ya era madre de tres hijas. Entré a trabajar apenas 20 días después de dar a luz a la última de ellas, y por eso agradezco ese apoyo continuo que me ha dado la empresa. Por este trabajo las pude sacar adelante. Mis dos hijas mayores son profesionales, están casadas, una trabaja en el Hotel Las Américas y la otra en Sony, en Bogotá. La tercera vive conmigo en el barrio El Pozón y está terminando su universidad. Gracias a Seatech pude darles estudio, tener casa y apoyar a mis nietos.

“¿Cómo comencé? Armando cajas, y después pasé a la parte de procesos. Nos escogieron como a diez, pero yo no sabía nada de limpiar pescado, por ejemplo. Aprendí viendo cómo lo hacía la persona que estaba a mi lado. Hoy soy feliz en lo que hago y tengo un rendimiento en mi línea de producción del ciento por ciento.

“Casi todas las empresas cercanas a la bahía cuentan con servicio de transporte. Así que no madrugo tanto para ir al trabajo y luego llego tranquila a mi casa. Las posibilidades de ascender y aprender en una compañía con esta fuerza de empleo son muy grandes por la cantidad de personas con las que uno se puede relacionar y de las que se puede aprender. Ingresé con unos conocimientos muy básicos, y mire todo lo que ha pasado conmigo aquí. Pude ascender, progresar”.

El reto de Ana

Antes conocida como Propilco, esta filial de Ecopetrol cambió su nombre a Esenttia en 2014. Opera como una empresa petroquímica en Colombia y es la mayor productora de resinas de la Región Andina, Centroamérica y el Caribe, además de ser la principal proveedora de polipropileno en nuestro país. Esto contó su gerente de logística, Ana María Bustillo.

“En los últimos cinco años hemos innovado en la forma de servir a nuestros clientes, asumiendo riesgos y cambios que han renovado la compañía. Llegar a una industria en constante transformación representa el mejor de los retos para mí; así mantenemos viva la pasión por salir de la zona de confort, un ejercicio necesario para consolidar procesos y equipos, y corregir nuestros errores. Sin embargo, esta es una zona árida. Nuestra industria es muy cambiante y hay un dicho que se adecua perfectamente a nuestra empresa: no es el más fuerte el que sobrevive sino el que mejor se puede adaptar a los cambios”.

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