DESEMPLEO
Las 20 propuestas para que Colombia venza al desempleo
A pesar de la reapertura de la economía, el desempleo se quedó en el 20% y parece no ceder. hay que atajar esta tendencia. Dinero consultó 20 expertos, empresarios y políticos para buscar ideas innovadoras al respecto.
La posibilidad de recuperar pronto el empleo luce incierta. El mercado laboral, que debe ser la prioridad de la política pública en el corto plazo, está aún bajo presión: hay lentitud en la reapertura, baja tracción de la demanda, sectores a media marcha y empresas que operan por debajo de su capacidad plena.
Si el desempleo era un problema antes de la pandemia, ahora se vuelve un reto monumental. No es suficiente esperar a que la propia economía por inercia permita volver a niveles de un dígito en la tasa de desocupación.
A pesar de la reapertura gradual de algunos sectores, el desempleo parece no ceder. Por eso hay que pensar medidas de impacto inmediato para que millones de personas afectadas por este flagelo logren conseguir trabajo. Sin duda, se requiere una reforma laboral profunda, pero el margen de maniobra en el Congreso, con la polarización y la época preelectoral encima, hace casi inviable esta iniciativa. Por eso, la gran pregunta es qué hacer en medio de la coyuntura actual, con las herramientas existentes y los proyectos viables.
Revista Dinero les preguntó a 20 analistas, empresarios y políticos sobre estrategias efectivas que tengan impacto en el corto plazo en los índices laborales. Esto significa imprimirle un choque positivo a la economía para generar puestos ya.
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Alrededor de 4 millones de personas perdieron su trabajo en estos últimos meses de pandemia, la quinta parte de la fuerza laboral. Y la tasa de desempleo a nivel nacional se ubica hoy alrededor de 20%. Con esto, hoy tenemos alrededor de 4,6 millones de personas desempleadas, prácticamente el doble de las registradas a comienzos de año. Durante la pandemia, por primera vez en la historia el número de personas inactivas llegó a superar el de ocupadas. En abril, los inactivos eran 2,6 millones más que los ocupados y en mayo 574.000. En junio y julio volvió a ser positivo a favor de los ocupados, pero con cifras desalentadoras: en el séptimo mes, los ocupados apenas superaron en 650.000 a los inactivos.
Esto muestra la contundencia del impacto sobre el mercado laboral. Muchas personas dejaron de buscar trabajo y por eso cabe esperar que las cifras crezcan aún más ahora que muchos de ellos demandarán más puestos.
La mayor parte de los nuevos desempleados está en las ciudades, donde la desocupación alcanzó cerca de 25%, aunque hay varias capitales con niveles superiores a 30%. La peor parte la han llevado también las mujeres y los jóvenes, que tienen tasas de desempleo de 25% y 30%, respectivamente.
Sin duda, las cuarentenas tan largas en ciudades como Bogotá y Medellín le restaron velocidad a la recuperación de la economía y del empleo durante el arranque del tercer trimestre.
Por esto muchos analistas, gremios y empresarios insisten en la reapertura total como la principal medida para incentivar una nueva dinámica de la economía. De ahí el renovado entusiasmo que generan las nuevas medidas en la capital de la República.
Obviamente este proceso debe seguir los protocolos de bioseguridad y las medidas de autoprotección para evitar un rebrote, como los que se están presentando en otros países. Una nueva cuarentena al finalizar el año daría un golpe mortal al aparato productivo.
Sin embargo, no nos podemos equivocar. La reapertura es una condición necesaria, mas no es suficiente para que se recupere la economía y mejore el mercado laboral. La reapertura no significa reactivación ni garantiza directa y proporcionalmente la recuperación del empleo. Al fin y al cabo muchas empresas aprendieron a operar con menos personas y eso se mantendrá con o sin aislamiento.
Así que no hay que ver el empleo como un simple derivado de la recuperación: el drama social exige respuestas inmediatas y no solo de mediano o largo plazo. Más aún, los problemas del mercado laboral ya venían avanzando: a pesar del repunte de la economía en 2019, por encima de 3%, el desempleo había vuelto a doble dígito (10,9%).
Es más, los altos niveles de desempleo se pueden volver una talanquera para la reactivación de la economía. En efecto, no solo limitan la demanda, al haber una menor capacidad adquisitiva conjunta, sino que la frenan ante el temor de muchos de quedarse sin trabajo. Por esto, es urgente crear políticas concretas que incentiven la demanda y los puestos de trabajo.
Por esta razón, Dinero preguntó a varios expertos económicos, empresarios, políticos y emprendedores no tradicionalmente consultados, para buscar nuevas ideas y recomendaciones diferentes.
Una situación excepcional como la actual necesita nuevas ideas y puntos de vista diferentes. Es el momento de estar unidos, de escuchar otros puntos de vista y lograr acuerdos para trabajar conjuntamente y de manera coordinada en las soluciones.
El Gobierno ha tomado medidas apropiadas, como los subsidios a la nómina y las líneas de crédito garantizadas, pero les ha faltado velocidad y profundidad. Además, al reglamentarlas han excluido y dejado por fuera a muchos tipos de empresas, como a las que generan uno o dos empleos.
Esto hace que de los $6 billones que costaría el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef), por ejemplo, solo hayan utilizado la mitad de los recursos alrededor de 134.000 empresas, apenas una tercera parte del número de personas y firmas que lo solicitaron. Mientras tanto, de los $25,4 billones disponibles en las líneas del Fondo Nacional de Garantías (FNG), solo se ha desembolsado una tercera parte ante altas restricciones y complejidades.
Nadie pone en tela de juicio la actitud del Gobierno para enfrentar la pandemia desde una perspectiva del mercado laboral. Sin embargo, el golpe fue tan devastador, que las medidas adoptadas lucen insuficientes.
Para corregir esto el Gobierno convocó una Comisión Consultiva de Financiamiento Empresarial. Esta hará recomendaciones para mejorar los mecanismos actuales y potenciar nuevas herramientas del mercado de capitales.
El Gobierno también respondió a los problemas del mercado laboral mediante una misión de empleo. Lo hizo para revisar las barreras que hacen que Colombia tenga un desempleo estructuralmente más alto y lograr una reforma laboral concertada entre empresarios y trabajadores.
Pero ese escenario ya es un campo minado: los sindicatos se retiraron de esa instancia luego de que el Gobierno reglamentara el piso de protección mínima, lo que calificaron de reforma laboral disfrazada. Así las cosas, este escenario no tiene un futuro claro y el hecho muestra la dificultad para alcanzar acuerdos en esta materia.
Finalmente, hay que ver el problema político que enfrenta el Gobierno. Tiene que implementar reformas de fondo, por ejemplo, al contrato laboral, pero carece de ambiente político para sacar adelante iniciativas como esa.
Por eso, muchos afirman que el país requiere medidas más concretas y contundentes a corto plazo y un plan de choque para darles un nuevo impulso a la reactivación y al empleo.
No obstante, como afirman varios de los expertos invitados, ya no basta actuar para prevenir la pérdida de empleo, sino generar nuevos puestos de trabajo.
Los expertos consultados hicieron propuestas como que el Estado asuma transitoriamente los costos no salariales de los nuevos empleos para incentivar la contratación formal. Otra propuesta apunta a reducir temporalmente los aportes a las Cajas de Compensación Familiar. Y hay planteamientos como un programa agresivo de obras y hasta un plan de Estado como empleador de última instancia.
A continuación está el paquete de medidas de urgencia que plantean las personas consultadas por Dinero. Ojalá que este aporte sirva para avanzar muy pronto hacia recuperar el empleo necesario.
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Con perspectivade género
Mía Perdomo, CEO y cofundadora de Aequales
La empresaria Mía Perdomo hizo las siguientes recomendaciones para afrontar el desempleo en Colombia, pero con una perspectiva de género:
1. Reconocer el trabajo no remunerado relacionado al cuidado que las mujeres hacen en mayor medida. Así, se debería promover la redistribución de trabajo equitativo en el hogar para que la empleabilidad femenina no se vea afectada. Mientras el Estado no tenga un sistema de cuidado integral y accesible, se debe impulsar la corresponsabilidad familiar desde diversos ámbitos, incluido la empresa privada.
2. Fomentar la participación de las mujeres en espacios de decisión para gestionar la crisis con enfoque de género, teniendo en cuenta sus perspectivas y necesidades.
3. Promover la contratación de mujeres para equilibrar las cifras. Gestionar los datos sobre sus equipos de trabajo y sus procesos internos en organizaciones, incluyendo número y justificación de despidos, suspensiones contractuales y retiros desagregados por género.
4. Continuar trabajando en aquellas barreras externas que impiden que las mujeres se inserten correctamente al mundo laboral, eliminar estereotipos en los procesos de recursos humanos: contratación, evaluación y línea de carrera, promover la flexibilidad laboral que necesitan las mujeres para sobrellevar su doble jornada, etc.
Mía Perdomo, CEO y cofundadora de Aequales
Infraestructura y salario mínimo
Hernando Zuleta, profesor de Economía de la Universidad de los Andes
1. Programas de gasto público intensivos en trabajo. (a) Las obras de infraestructura tienen un efecto de mediano plazo sobre productividad y uno de corto plazo sobre empleo. Por esto debe haber un programa de infraestructura ambicioso. (b) Aún hay un déficit de vivienda en el país que implica un estado de cosas inconstitucional. Un programa de vivienda de interés social agresivo, cuya meta sea la eliminación del déficit cuantitativo de vivienda, tiene un efecto de corto plazo en la demanda de empleo y uno de mediano plazo sobre pobreza multidimensional.
2. Regulación del mercado de trabajo. (a) El salario mínimo nominal es igual en todas las regiones del país, pero hay regiones en las cuales ninguna empresa está en capacidad de pagar el salario mínimo, puesto que el producto por trabajador es inferior al salario mínimo. Permitir la diferenciación regional del salario mínimo puede aumentar la demanda de empleo formal en las regiones más pobres. (b) La reducción de los parafiscales en una de las últimas reformas tuvo un claro efecto positivo sobre el empleo formal. Por esto, para que se dé una recuperación activa del empleo es conveniente seguir reduciendo costos no salariales del empleo.
Hernando Zuleta, profesor de Economía de la Universidad de los Andes
Una solución al desempleo en Colombia
Gigliola Aycardi de Bodytech
Para la CEO y fundadora de Bodytech, lo primero es una reapertura en todas las actividades. Según ella, todas las empresas que creen nuevos empleos directos y a término indefinido deben recibir un subsidio estilo PAEF por los 12 primeros meses. “Que se les devuelvan los aportes parafiscales y el equivalente a 25% de un salario mínimo para cada empleado. Si el empleo es femenino o joven, entonces el subsidio debería ser de 30%. Con esto garantizamos que existan más oportunidades para los más afectados durante la pandemia y al mismo tiempo no hay discriminación o salarios diferenciales entre los trabajadores”, aseguró.
De otra parte, propuso crear empleos potenciales: que las empresas paguen por estudiar y capacitarse, con el compromiso de trabajar para ellas una vez tenga las capacidades para hacerlo. Por ejemplo, en Colombia existe un déficit de 50.000 programadores y 50.000 operadores de call center bilingües. "Las empresas de estos sectores podrían contratar a todos esos prospectos con un salario mínimo para que estudien programación en inglés técnico y cumplan con los requerimientos para comenzar a trabajar en un período futuro. Así, estas compañías pueden asegurar el personal que requieren. Es plantar la semilla para después dar fruto”, reitera Aycardi.
Gigliola Aycardi de Bodytech
Subsidios transitorios y uso de regalías
Alejandro Matos, director de Cuso
Los jóvenes, las mujeres de estratos 1 y 2, los migrantes, los afrocolombianos, los indígenas y los microempresarios están entre los más afectados por la pandemia y son el grupo con el que trabaja la ONG Cuso International, la cual tiene entre sus propósitos impulsar la inclusión social a través de la promoción de empleos dignos.
Gracias a esta experiencia, Alejandro Matos, director de Cuso en Colombia, considera que para hacer frente a la situación de desempleo lo primero que se debe entender es que la crisis actual tiene condiciones distintas a la de 1999. Ahora la culpa es del coronavirus y la expectativa es que una vez controlada la enfermedad vendrá la recuperación. “Tener eso claro no implica dejar de lado el trabajo fundamental de este momento, que es evitar que más personas caigan en la pobreza mientras aparece la vacuna. El Estado se tiene que convertir en un actor artificial del mercado, que siga entregando subsidios o una especie de renta básica, que debe ser transitoria”, dice este experto y agrega que la ayuda no solo debe ser para las personas sino también para las microempresas.
Para las mujeres y los ninis (jóvenes que ni estudian, ni trabajan), recomienda políticas de discriminación positiva. Propone dar beneficios a las empresas que contraten este tipo de trabajadores.
Alejandro Matos, director de Cuso
Empleo femenino, la clave
Luz Karime Abadía, profesora de la Facultad de Economía de la Universidad Javeriana
Las cifras muestran el impacto que han sufrido las mujeres durante la pandemia. La profesora Luz Karime Abadía, de la facultad de economía de la Universidad Javeriana, cree que el proceso de reactivación debe tener enfoque de género. “Es necesario que el gobierno nacional apoye con incentivos económicos la reactivación de los sectores afectados que mayor proporción de mujeres emplea en el país, y no solamente a los sectores ‘masculinizados‘, como el transporte y la construcción”.
Por el lado de la oferta, propuso “crear centros de cuidado infantil de alta calidad y localizados en lugares estratégicos de las ciudades, de manera que las mujeres con hijos tengan dónde dejarlos para desempeñar las actividades productivas, académicas o ambas”.
Hizo énfasis en la necesidad de derribar estereotipos de género: "es clave permitir que la licencia por nacimiento de hijos sea tomada por la madre o el padre en igualdad de condiciones”. Otras estrategias que complementan estas medidas son: masificar el acceso a internet y dispositivos tecnológicos, capacitar a las mujeres en habilidades digitales, otorgar becas y generar alianzas con programas de formación para el trabajo e instituciones técnicas y tecnológicas para ofrecer programas virtuales de alta calidad, alineados con las necesidades del sector productivo.
Luz Karime Abadía, profesora de la Facultad de Economía de la Universidad Javeriana
Las 15 propuestas adicionales puede consultarlas en los siguientes enlaces: