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El mural ha sido utilizado para pegar carteleras y hacer rayones o firmas por los visitantes del edificio. | Foto: Archivo particular.

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Murales en el olvido

Las obras del reconocido muralista colombiano Pedro Nel Gómez se deterioran por el descuido y el mal uso que se les da en el edificio seccional de la Fiscalía General de la Nación.

2 de febrero de 2016

El muralista colombiano Pedro Nel Gomez, uno de los más importantes del siglo XX y contemporáneo de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, marcó la historia cultural del país con sus pinturas, murales y esculturas. Hoy sus únicas obras en Bogotá se deterioran por el olvido y mal uso de las personas alrededor de estas.

El mural titulado El Hombre y el drama de la vivienda, ubicado en el antiguo edificio del Instituto de Crédito Territorial de Bogotá, y que actualmente funciona como una seccional de la Fiscalía General de la Nación en la Carrera 13 con calle 18, se ha venido deteriorando ante los ojos de los trabajadores que no parecen hacer nada al respecto. El mural, en vez de ser tratado como un símbolo de la historia artística del país, ha sido utilizado para pegar carteleras y hacer rayones o firmas por los visitantes del edificio.

Álvaro Morales, Director de la Casa Museo Pedro Nel Gómez en Medellín, explicó la importancia de esta obra: “El mural El hombre y el drama de la vivienda fue pintado en el que fuera el Edificio del Instituto de Crédito Territorial de Bogotá, cuyo tema obedece a un momento histórico particular, como aquel cuando la vivienda de interés social se presentaba como una solución al drama de las familias pobres del país ante la falta de vivienda propia y digna. Esta es una característica de la obra mural de Pedro Nel: sus temas generan preguntas y también responden otras relacionadas con problemáticas sociales del país”.

Por su lado, los murales de Medellín se han tratado con especial cuidado. Las obras del Aula Máxima de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, sede Medellín, fueron restauradas en 2015 por el reconocido restaurador mexicano Rodolfo Vallín quien se encargó del mantenimiento general de los murales declarados patrimonio cultural de la Nación en 1994. Por otro lado, el mural que se encuentra en la estación Parque Berrío en el metro de Medellín ha sido protegido por un vidrio, lo que lo ha convertido en un atractivo turístico.

Es de crucial importancia preservar los murales de un artista de este nivel. “Es uno de los artistas colombianos que incorpora una de las primeras ideas de arte moderno en la historia artística del país. Su papel como protagonista en la renovación del arte colombiano tiene énfasis en sus estéticas y el tratamiento de temas antes no tenidos en cuenta por otros artistas, y por las ideas academicistas que imperaban hasta el momento… Es el único muralista colombiano en la historia del arte colombiano en haber alcanzando tal magnitud, sin desconocer el trabajo de otro grande del muralismo, aunque con menores alcances, como lo fue su contemporáneo Ignacio Gómez Jaramillo”, explicó Morales.