Baxter, el robot de la Universidad Javeriana, puede reconocer las emociones de los niños mientras desarrollan un juego didáctico. | Foto: Sergio Acero

EDUCACIÓN

Robots que educan

La rápida evolución de la inteligencia artificial en el mundo está cambiando cientos de campos laborales y transformando la forma en que se educa. Apenas están en sus primeras etapas, pero ya existen varios robots inteligentes que asisten el trabajo de los profesores. La inteligencia artificial será uno de los temas a tratar en la Cumbre Líderes por la Educación.

8 de agosto de 2018

La rápida evolución de la inteligencia artificial en el mundo está cambiando cientos de campos laborales y transformando la forma en que se educa. Apenas están en sus primeras etapas, pero ya existen varios robots inteligentes que asisten el trabajo de los profesores.

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Para Ashok Goel, profesor del Instituto de Tecnología de Georgia, atender cada semestre a los 300 estudiantes que asistían a su clase virtual de Inteligencia Artificial Basada en Conocimiento era una labor imposible; en especial porque muchos participaban activamente en el foro de discusión online, que era su único recurso para extender y clarificar sus dudas. Nueve profesores respondían a diario en el foro, pero incluso ellos no daban abasto. Hasta que llegó Jill Watson, la primera tutora basada en un programa de inteligencia artificial (I.A.) de la universidad. Al principio, Jill daba respuestas un poco extrañas, pero fue “aprendiendo”. La crearon a principios de 2015, con la asistencia del programa de I.A. de la gigante tecnológica IBM (curiosamente también llamado Watson), y para mediados del año ya tenía una efectividad del 95 % y representaba hasta el 40 % de todas las respuestas del foro. Los alumnos ni siquiera se dieron cuenta de que estaban hablando con un sistema computarizado hasta después de un año, en abril de 2016. Así de “humanas” eran sus respuestas.

El uso de la I.A. es un campo relativamente nuevo en la educación, pero ya logra imitar algunas funciones del ser humano. Muchas personas incluso afirman que, en un futuro cercano, la automatización inteligente transformará el rol del profesor tal como lo conocemos hoy. Pero, ¿qué puede hacer en realidad la inteligencia artificial y qué significa para el futuro de la educación? Primero, hay que entender que la I.A. no es necesariamente lo que podría parecer: la reproducción del pensamiento humano por medios artificiales que muestran películas como A.I., Inteligencia artificial de Steven Spielberg. Todavía estamos lejos de eso. Más bien, esta consiste en “una máquina capaz de tomar decisiones en forma autónoma, las cuales implican cumplir metas complejas en un contexto del mundo real”, tal como la define Enrique González, profesor del Departamento de Ingeniería de la Universidad Javeriana.

En el campo educativo, esto significa la capacidad de responder a las dudas de los estudiantes y adaptarse a sus necesidades, como lo hace el tutor digital Watson. Muchas funciones más o menos mecánicas de los docentes, como calificar exámenes o clarificar dudas frecuentes de los alumnos, ya se pueden automatizar. La I.A. puede incluso dictar un curso online adaptado a cada estudiante. Por ejemplo, la aplicación china Liulishuo, una especie de Duolingo con I.A., ofrece cursos de inglés online, y usa un sistema de machine learning para reconocer y utilizar el tipo de lecciones que muestran mejores resultados.

Por otro lado, los tutores pueden leer las emociones y el comportamiento de los aprendices. Century Tech, por ejemplo, desarrolló una plataforma de aprendizaje inteligente que sigue las interacciones de los estudiantes en el computador, desde el movimiento del cursor hasta el número de clics, buscando patrones programados por neuropsicólogos. Con esta información, ofrece un programa de estudio personalizado para cada alumno y, al profesor, una foto en tiempo real del progreso diario del estudiante.

“La adopción de la inteligencia artificial proveerá la oportunidad para desarrollar habilidades de aprendizaje más profundas y enriquecer la labor del maestro”.

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Para no ir más lejos, Colombia tiene a Baxter, un robot programado por un equipo de investigación de la Universidad Javeriana que tiene la capacidad de acompañar a los estudiantes mientras resuelven unos juegos didácticos, leer sus emociones, comunicarse con ellos, reforzarlos positivamente e identificar cuando tienen dificultades para  poder ayudarlos, o cuando está siendo muy fácil pasar al siguiente nivel. La I.A. “ya no solo implica cómo desarrollar los contenidos, sino cómo apoyar emocionalmente a los niños para que mejoren su rendimiento. Busca entender el contexto en el que se aprende y ajustarlo para que sea más acorde a las necesidades del estudiante”, cuenta el profesor González, director de este proyecto.

El Aristóteles digital

Estos avances han llevado a la suposición de que, algún día, bastará un sistema automatizado para educar, lo que llaman un “Aristóteles digital”, en referencia al reconocido filósofo y tutor de la Antigüedad. Semejante esquema podría resolver las dificultades de personalización que tiene el sistema educativo actual. Cada quién iría a su ritmo y tendría un profesor personalizado, presente en cualquier dispositivo digital, no solo para la etapa escolar sino a lo largo de la vida.  Algunos pensadores, como el británico experto en educación Anthony Seldon, han llegado incluso a sugerir que los robots empezarán a reemplazar a los profesores en menos de diez años.

Sin embargo, Rose Luckin, profesora de Diseño de Aprendizaje Centrado en el Estudiante en University College de Londres, asegura que, aunque “los tutores artificiales son muy buenos para entregar información clara a los estudiantes, enseñar es mucho más que esto, y las propiedades importantes de un maestro, como su habilidad para interactuar efectiva e inteligentemente,  no son posibles con esta tecnología”. En este sentido, la I.A., más que competir con los profesores, va a ser una gran ayuda para ellos. “Vamos a encontrar robots que entren a apoyar la clase, ya sea ayudando a los profesores con el manejo de la Big Data o desarrollando dinámicas pedagógicas”, dice Ronald Gutiérrez, profesor de la maestría en Informática Educativa de la Universidad de La Sabana.

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En noviembre, Gutiérrez lideró una investigación con un robot inteligente, a quien llamaron Clarens, en el colegio distrital Francisco José de Caldas para incentivar la participación en clase. Estaba programado para alzar la mano ante las preguntas del profesor y formular, a su vez, una pregunta clarificatoria. Como cuenta Gutiérrez, el experimento condujo no solo a un aumento en la participación en clase, sino a que los estudiantes pelearan por responderle la duda a Clarens. Se apropiaron del conocimiento para volverse, a su modo, los maestros del robot. Aplicaciones tan sencillas pueden mejorar la experiencia educativa de los estudiantes. “La adopción de asistentes I.A. proveerá la oportunidad para desarrollar habilidades de aprendizaje más profundas y enriquecer la labor del maestro. Esta profundización podrá resultar en docentes que se valgan de la ciencia de datos para tener mayor conocimiento sobre el proceso de aprendizaje de su estudiante”, concluye la profesora Rose Luckin.

Este será uno de los temas a tratar en la Cumbre Líderes por la Educación 2018, el evento más esperado del sector. Se llevará a cabo en Bogotá el próximo 19 y 20 de septiembre.

El artículo hace parte de la edición 32 de la revista Semana Educación. Si quiere informarse sobre lo que pasa en educación en el país y en el exterior, suscríbase ya llamando a los teléfonos (1) 607 3010 en Bogotá o en la línea gratuita 018000-911100.

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