¿Cuál es el balance del Índice Sintético de Calidad Educativa? | Foto: Archivo Semana.

EDUCACIÓN

El Día E y la calidad de la educación

El 13 de abril se celebrará en todas las instituciones educativas el Día E, una positiva iniciativa para trabajar en equipo por el mejoramiento de la calidad educativa. Después de un año de su implementación podemos concluir que vamos en la ruta correcta, aunque el avance esmoderado.

Julián De Zubiría
4 de abril de 2016

Inspirado en la exitosa experiencia de Minas Gerais en Brasil, se creó en Colombia durante 2015 el Índice Sintético de Calidad Educativa (ISCE). En consecuencia, iniciamos el segundo año de su aplicación y ya hay algunas cosas que se pueden concluir sobre su papel y su potencial impacto en el mejoramiento de la calidad.

Lo primero que hay que resaltar es que el Índice pone a toda la comunidad a trabajar por los mismos propósitos. Maestros, directivos y estudiantes, se trazan metas comunes y se orientan hacia los mismos fines. Esto es algo esencial en la educación de calidad, pero que desafortunadamente hasta ahora no ha caracterizado nuestro sistema educativo. En Colombia ha predominado lo contrario: Cada docente, área, sección, institución y secretaría, trabajan de manera desarticulada. El ISCE y el Día de la Excelencia ayudarán a articular el trabajo, ya que exigen que se conozcan los resultados del año anterior y que a partir de ellos se busquen estrategias y mecanismos para mejorarlos. En Colombia, aún falta mucho para vincular a los padres de familia al trabajo conjunto en las instituciones educativas y para articular los ciclos, los estamentos y las secciones. Esta meta que se trazó La ley General de Educación en 1994, fue desmontada en la década pasada cuando equivocadamente priorizamos lo administrativo, pero ésta es una buena oportunidad para retomar el camino.

Lo segundo es que el ISCE entiende la calidad de la educación no exclusivamente a partir de los resultados de las pruebas SABER. Hay que reconocer que las pruebas SABER son extraordinarias para evaluar el desarrollo de las competencias para interpretar y argumentar, pero que la calidad educativa es más que eso. Hay instituciones de muy alta calidad, pero cuyos resultados ICFES no son tan altos, y hay otras que, aunque obtengan excelentes resultados en las pruebas, tienen serias debilidades en la calidad de la educación que ofrecen, porque descuidan la formación ética y artística o porque obtienen resultados muy dispares entre sus estudiantes. En educación no podemos hablar de calidad si no tenemos también en cuenta otros criterios como la integralidad, la pertinencia y la equidad. El ISCE avanza e en ello al involucrar el ambiente escolar, aunque sería más adecuado que incluyera los resultados de competencias ciudadanas evaluadas por el ICFES. Aun así, su vacío principal es tener en cuenta exclusivamente dos asignaturas –lenguaje y matemáticas– y no incluir otras áreas igual de importantes como artes, sociales o ciencias. Pese a ello, el ISCE comienza a marchar en la dirección correcta.

En tercer lugar, el ISCE involucra el mejoramiento que tiene la institución de un año a otro. Este es un cambio esencial. De esta manera, las instituciones educativas que más avancen tenderán a obtener un mejor índice general. Esto es muy adecuado, ya que, si bien una institución educativa rural que trabaja con hijos de campesinos no es comparable con otra institución urbana que brinda educación a jóvenes de estratos altos, ambas son comparables con respecto a sí mismas en cuanto a los resultados que previamente habían obtenido. Al incluir la modificabilidad, se pueden comparar los resultados de instituciones educativas ubicadas en contextos diferentes, algo que no podía hacer directamente el ICFES. Así mismo, las instituciones con mayor avance reciben incentivos, lo cual hacía falta en el contexto educativo.

El nuevo ISCE incorpora cuatro criterios. El mejoramiento de los resultados tiene una ponderación del 40%, el ambiente escolarel 10%, la eficiencia educativa equivale a un 10% y los resultados SABER a un 40%. En consecuencia, es más fácil para instituciones educativas que tienen peor balance mejorar su ISCEde un año a otro, que para las que ya han alcanzado muy altos resultados. De allí que comenzaremos a encontrar instituciones educativas desconocidas obteniendo los mejores puntajes en el ISCE, en especial para primaria y secundaria.

En cuarto lugar, el MEN ha construido un ISCE para primaria, otro para secundaria, otro para la media y otro general. Esto permitirá un análisis diferenciado por ciclos en las instituciones educativas, algo que también es muy conveniente para analizar la calidad educativa y para tomar los correctivos necesarios y diferenciados para cada sección.

Acaban de ser socializados los resultados del ISCEcorrespondientes al año 2015 y se puede concluir que el país avanzó moderadamente. El ISCE se califica sobre 10. En primaria pasamos de 5,1 a 5,4; en secundaria de 4,9 a 5,3 yen media de 5,6 a 5,9.

Lo alcanzado en calidad durante el 2015 es importante. Sin embargo, el avance es moderado. Así mismo, hay que ser muy consciente que estamos partiendo en la calidad educativa de un nivel en extremo bajo, lo cual es visible si se tiene en cuenta que ésta es la calificación que se obtiene después de la mayor inversión que haya tenido el país en educación, después de la implementación de la jornada única en 833 colegios del país y de ejecutarun programa costoso como Ser Pilo Paga. Por tanto, hay que valorar más mesuradamente el avance y ser conscientes que seguimos perdiendo el año en materia de calidad educativa.

Sin dudarlo, quedan pendientes tres grandes reformas sin las cuales no podremos seguir avanzando en calidad: Una reforma general y estructural del currículo, priorizar en serio la educación inicial y transformar los sistemas de formación de docentes de manera que garanticemos el desarrollo de competencias de los estudiantes. Necesitamos mejorar el trabajo en equipo, innovación y más reflexión pedagógica para seguir avanzando. Empecemos por reconocer que el avance es moderado para la educación básica y casi nulo para el área de lenguaje. Sería un buen comienzo para la reflexión.